La preparación de la misión tuvo sus más y sus menos, se retrasó casi seis meses para poder contar con apoyo de la resistencia checa sobre el terreno, y se tuvo que dilatar para encontrar un día determinado en el que Heydrich, muy descuidado y al mismo tiempo muy pagado de su propia soberbia (y toda hybris conlleva su némesis), se dirigía sin escolta al Castillo de Praga, sede del gobierno de ocupación nazi en Bohemia y Moravia. Y la misión a punto de irse al traste al fallar el subfusil Sten que Gabčík empuñó directamente contra Heydrich, cogido por sorpresa, aunque pronto reaccionó desenfundando su pistola. Una granada lanzada por Kubiš provocó una deflagración que hirió de gravedad a Heydrich, aunque su muerte, días después, se produjo como consecuencia de una septicemia que no se pudo atajar por la falta de penicilina. La muerte de Heydrich generó la búsqueda de los agresores, finalmente recluidos en una iglesia y asediados por setecientos hombres de la SS, lo que forzó su suicidio cuando no tuvieron más salida; del mismo modo causó un ataque represivo contra el pueblo de Lidice, en el que 340 checos de todas las edades fueron masacrados como represalia por parte de los nazis, así como miles de ejecuciones contra partisanos, dirigentes checos y población civil inocente. Heydrich fue vengado con una represión brutal y el inicio del programa de exterminio en los campos de la muerte de Belzec, Sobibor y Treblinka de julio de 1942 a octubre de 1943: más de dos millones de judíos y 50.000 gitanos murieron como resultado del programa conocido como Aktion Reinhard.
Y reitero la condición del atentado de Heydrich como excusa argumental en este libro, pues Binet se ha propuesto algo más: un ejercicio literario en el que el autor nos explica a nosotros, lectores, el proceso de creación del texto, sus motivaciones, deseos, miedos, influencias, críticas, manías e incluso locuras. Laurent Binet, se convierte en un personaje más de un libro que trasciende, lo decía, la propia categorización. Pues es la historia de la fascinación por la Operación Antropoide y la obsesión por un personaje como Reinhard Heydrich, cuya biografía reconstruye, con tintes no ficcionales. Y menciono este concepto, la no ficcionalidad, para definir el estilo del autor: huye de la invención literaria, propia de la novela o el relato de ficción, para dilucidar aquellos aspectos que no podemos conocer del personaje, Heydrich, por parte del autor, en este caso Binet. Binet/autor no quiere inventar nada en un texto que se construye sobre la propia realidad, con lo cual su novela de no ficción es directa, crítica con el propio Binet/autor, al mismo tiempo que envoltorio peculiar para Binet/personaje, que desea participar desde su propia realidad en la construcción de un texto de no ficción que huye de los estereotipos de la ficción. Todo ello da pie a una situación enormemente interesante que nos remite a la propia construcción literaria/literal de un texto de no ficción que reporta la realidad de unos momentos determinados de la historia: la vida de Heydrich, sus asesinos, sus colegas en la jerarquía nazi o el momento que compartieron con todos ellos una mañana de finales de 1942. De este modo, pues, el texto fluye de un modo vertiginoso, en capítulos dinámicos y de diversa extensión, en el que seguimos las obsesiones de Binet por enfrentarse a la tarea de elaborar un texto que refleje en su mayor precisión el proceso de relatar una(la) h(H)historia. Y con un delicioso estilo por parte de un autor que con este texto se llevó el Premio Goncourt de Primera Novela en 2010.
Tras lo dicho anteriormente, solo me queda recomendarte a ti, lector, te dejes llevar por las páginas de un texto sorprendente y atractivo, que busca la exactitud y el rigor y que nos hace reflexionar a todos, lectores, en torno a laHistoria, la escritura, la originalidad y, en última instancia, la propia Literatura.
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