31 de marzo de 2017

Crítica de cine: Mañana empieza todo, de Hugo Gélin

Crítica publicada previamente en Fantasymundo.

Desde Tres solteros y un biberón (Coline Serreau, 1985), cada cierto tiempo se realizan películas sobre padres que hasta entonces no les pasaba por la cabeza hacerse cargo de la crianza de un hijo o una hija. Son hombres egoístas, workaholics o simplemente inmaduros e irresponsables que de un día para otro se encuentran con un bebé en el felpudo ante la puerta de su casa y deben lidiar con una situación que les supera en todos los sentidos. De aquella película francesa –que tuvo una secuela en 2003–, Hollywood, siempre a la caza de historias que contar y adaptar a su propio imaginario, hizo un remake, Tres hombres y un bebé (Leonard Nimoy, 1987), que también tuvo su secuela unos pocos años después (Tres hombres y una pequeña dama, 1991). Por el camino llegaron películas con padres irresponsables al cuidado de adolescentes problemáticas, como Mi padre, mi héroe (Gérard Lauzier, 1991), con Gérard Depardieu al frente y que se prestó para interpretar el mismo papel en un remake en coproducción franco-estadounidense, Mi padre, ¡qué ligue! (Steve Miner, 1994), con una jovencísima Katherine Heigl en el rol de la despendolada chiquilla. Tuvimos a padres coraje como el que interpretó Roberto Benigni en La vida es bella (1999) o también el torturado progenitor en cuya piel se metió Will Smith en la película En busca de la felicidad (Gabriele Muccino, 2006), siendo el niño al que cuidar su propio hijo Jaden. Y he aquí que nos llega Mañana empieza todo (Hugo Gélin, 2016), con Omar Sy al frente como un niño grande al que le cae la responsabilidad de cuidar de una hija de la que ni sabía la existencia. Y curiosamente esta vez se trata de un remake francés de una película, No se aceptan devoluciones (Eugenio Derbez, 2013), de la que calca argumento adaptándolo a la realidad franco-británica. 

Canciones para el nuevo día (2180/1409): "Love Me Two Times"

The Doors - Love Me Two Times

 Disco: Strange Days (1967)

20 de marzo de 2017

Crítica de cine: Los Hollar, de John Krasinski

Crítica publicada previamente en Fantasymundo.

De tanto en tanto llegan a la gran pantalla dramedias de bajo-mediano presupuesto, y a menudo ligadas a un cierto espíritu “independiente”, que se alejan del ya sobado concepto de la comedia romántica (¿sigue vivo este subgénero o Katherine Heigl y Ashton Kutcher les dieron la estocada final?). Suelen ser historias con una cierta fórmula repetitiva en la que Chico/Chica Que Vive En La Gran Ciudad recibe una llamada que le hace volver al Pueblo o la Pequeña Ciudad en la que se crio por un asunto de familia. El Regreso Temporal, en medio de una Crisis Personal/Profesional, sirve de excusa para que el Protagonista, generalmente en la Treintena o rozando ya los Cuarenta, apriete el botón de la Nostalgia y recuerde los añejos Glory Days, o ponga el disco con los temas que suelen asociárseles: la Juventud, el Instituto, la Chica/el Chico del Instituto, los Sueños que no llegaron o la Realidad que deslució esos Sueños, etc.).La comedia se tiñe en algún momento de drama, pero queda un Optimismo y un cierto Buen Rollo Vital, quizá una Esperanza, que al final son siempre las cosas  que te sueles quedar. La Familia suele erigirse en el núcleo de la narración, o mejor dicho, la Familia como Refugio Emocional, los Amigos del Pasado como Ancla que nos mantiene aferrados a ese Pasado, quedando para los últimos minutos de la película la Partida hacia la Gran Ciudad tras el Momento Catártico Que Lo Soluciona/Explica Todo.

Canciones para el nuevo día (2171/1400): "Sing It Back"

Moloko - Sing It Back

Disco: I Am Not a Doctor (1998)

 

9 de marzo de 2017

Crítica de cine: El guardián invisible, de Fernando González Molina

Desde que se publicó la primera de las novelas de Dolores Redondo de su, a la postre, trilogía del Baztán, uno podía intuir que en algún momnento habría una película, que una trama tan poderosa sobre el papel, como así ha sido para miles de lectores, saría el salto  a la gran pantalla. Y, una vez culminado el ciclo novelesco (y quizá con demasiada cercanía de un medio al otro en tan poco tiempo), así ha sido y se ha presentado El guardián invisible como una película del género negro-criminal. La cuestión sería hasta qué punto se podría ofrecer algo distintivo, propio, y en esta ocasión se utiliza un elemento fantástico de fondo (y en alguna ocasión casi en primer plano) para darle una vuelta de tuerca al thriller. No he leído las novelas (ni falta que me hace si se trata de valorar una película, que utiliza su propio lenguaje), pero incluso para un neófito en las mismas uno percibe, y quizá eso sea un demérito del director (y del guionista) a la hora de construir un discurso (y un estilo) propios y un producto más cerrado y mejor elaborado, que la trama tiene más derivaciones, que estamos ante un primer episodio y que, si hay empeño, puede haber una saga cinematográfica al estilo de la que se realizó con la trilogía de novelas de Stieg Larsson... y no es el único paralelismo que se puede hacer.

Canciones para el nuevo día (2164/1393): "You Are the Sunshine of My Life"

Stevie Wonder - You Are the Sunshine of My Life

Disco: Talking Book (1972)