31 de marzo de 2012

Crítica de cine: Extraterrestre, de Nacho Vigalondo


Una marcianada... de entrada, pero divertida; extraña, pero con la que empatizas. Y no necesitas más que cuatro actores (y medio), una casa, unos pocos y vacíos exteriores, un tarro de melocotones en almíbar, pelotas de tenis y buenos diálogos. Ah, y un peculiar vehiculo. Y eso que la película tarda un pelín en arrancar. Te sientes tan desorientado como Julio (Julián Villagrán) y Julia (Michelle Jenner) cuando se despiertan, casi amnésicos, el día en que los extraterrestres han aparecido en la Tierra. Añade un vecino peculiar, Ángel (grandísimo Carlos Areces), y Carlos (Raúl Cimas), un novio de Julia con ideas extrañas acerca de lo que ha sucedido con la llegada de ese enorme platillo volante sobre los cielos de Madrid. Y una idea que va surgiendo, con doble sentido, con doble intencionalidad. Infiltrados.

Nacho Vigalondo ha creado una película curiosa, diferente y que te saca la carcajada cuando menos te lo esperas. Cotidiana y marciana, muy marciana. Y mejor lo dejo aquí, porque la gracia es que la película te sorprenda. Sin más.