29 de marzo de 2023

Reseña de Hititas: historia de los guerreros de Anatolia, de Trevor Bryce

El 28 de julio de 1834 un arquitecto, historiador y arqueólogo francés, Charles Texier, enviado por el Ministerio de Cultura de su país a Asia Menor, entonces la Anatolia otomana, en busca de un asentamiento celta llamado Tavium (se consideraba una ciudad gálata), se halló frente a las ruinas de una ciudad. Restos de grandes murallas y edificios le hacen dudar de que sea Tavium: parece una ciudad mucho más grande de los datos que se tenían sobre la ciudad gálata. Aún no sabrá que se hallaba ante lo que quedaba de la capital de un imperio del que apenas se sabía poco. Parte estaba relacionado con la Biblia, que menciona a un pueblo llamado “hititas” –palabra a partir de bny-ḥt, “hijos de Heth” y de ḥty, “nativo de Heth”–, y en particular al “heteo” Urías, cuya esposa ambicionó David. Parte se relacionaba con jeroglíficos, cuyo desciframiento logró Jean-Baptiste Champollion, y que hablaban de un país asiático, Ht, al que Ramsés II derrotó (¡ja!) en Qadesh. Parte venía de pasajes en inscripciones asirias que mencionaban a una “tierra de Hatti”, con la que la tierra de Asur competía por territorios en Siria, al oeste del río Éufrates. Parte venía de algunas de las llamadas Cartas de Amarna, una serie de tablillas egipcias de mediados del siglo XIV a.C., conservadas en Akhetatón (la Ciudad del Horizonte de Atón), fundada por el “herético” Akhenatón (Amenhotep IV), y en la que se reconoce a la “tierra de Hatti” como uno de los interlocutores de peso del faraón egipcio. Referencias diversas, aunque parciales, que remitían a un imperio asiático prácticamente desconocido.

Canciones para el nuevo día (3723/2942): "Longview"

Green Day - Longview



Disco: Dookie (1994)

27 de marzo de 2023

Reseña de A World Beneath the Sands: Adventurers and Archaeologists in the Golden Age of Egyptology, de Toby Wilkinson

En 2022, como se sabe prácticamente hasta el hartazgo, se conmemoraron la doble efeméride que justamente marcan el inicio y el final de este libro: los doscientos años del desciframiento de la escritura jeroglífica y los cien del descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Son hechos que han jalonado la historia de la egiptología y que abrieron las puertas, por un lado, para poder “leer” las miles de inscripciones jeroglíficas que se han conservado de la civilización faraónica; y, por otro, fueron el aldabonazo de la popularización (a escala masiva) de la cultura egipcia en la sociedad contemporánea, ayudada por los medios de comunicación (prensa, cine, radio, después televisión, finalmente Internet). Tutankamón es quizá el faraón más conocido de la historia y todo lo que le rodea, desde su enigmática vida, su muerte a una edad muy joven, la damnatio memoriae que sufrió por parte de sus sucesores y el olvido que comportó el abandono y erosión del Valle de los Reyes, le auguraron un aura de misterio hasta que aparecieron, en otros yacimientos arqueológicos, evidencias de su existencia, lo cual agudizó el interés de algunos (Theodore Davis primero, después Howard Carter) para hallar su tumba; una tumba que sorprendería, aun siendo más pequeña que en otros faraones, por el hecho de no haber sido saqueada y por unos tesoros que hoy en día siguen fascinando. Si añadimos la carrera entre un francés, Champollion, y un británico, Young, en los primeros años 1820 para descifrar los jeroglíficos de una piedra, la de Rosetta, hallada dos décadas atrás, la cosa se pone también emocionante; lo curioso, como explica Wilkinson en el primer capítulo de A World Beneath the Sands: Adventurers and Archaeologists in the Golden Age of Egyptology, (W.W. Norton & Company, 2020; manejamos la edición de bolsillo de Picador [PanMacmillan], 2021) es que, sin los trabajos de Young, Champollion no habría descifrado esos jeroglíficos, por lo que la exposición de datos en público y la publicación de los mismos ayudó, al margen de la lucha por ser el primero en llegar a la meta, a que la carrera se realizara con éxito.

Canciones para el nuevo día (3721/2940): "I Want You Back"

The Jackson 5 - I Want You Back


Disco: Diana Ross Presents The Jackson 5 (1969)