7 de septiembre de 2016

Efemérides historizadas (XI): 7 de septiembre de 1940 - comienza el Blitz sobre Londres

Un 7 de septiembre de 1940 comenzó el Blitz, el bombardeo estratégico y masivo sobre Londres por parte de la Luftwaffe alemana, durante la Segunda Guerra Mundial. El bombardeo sobre la capital británica formó parte de la Batalla de Inglaterra, el conjunto de operaciones aéreas que debían prefigurar algo que no llegó: la invasión alemana de Gran Bretaña. La campaña aérea alemana contra Londres era el castigo por un raid contra Berlín de la RAF, que a su vez fue una respuesta británica por un ataque alemán sobre Londres en agosto. Todo empezó en mayo y junio de ese año, con la invasión, derrota y ocupación de Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia, que con rapidez llevó a la Wehrmacht al Canal de la Mancha y que sería la sistematización y consolidación de la ‘Blitzkrieg’ como concepto y puesta en práctica, llevó a Adolf Hitler y el alto mando alemán a su siguiente fase: la invasión de Inglaterra.

Mantengamos la calma...
Hitler hubiera preferido un acuerdo de paz con los británicos, que significaría para estos reconocer el dominio alemán sobre el continente y mantenerse fuera del mismo, pero los británicos no estaban dispuestos a llegar a ningún compromiso con los alemanes. Y eso quebraba los planes de Hitler, que no conseguía acabar con la guerra en el frente occidental y temía, planeada ya la campaña contra la Unión Soviética en el este, una guerra en dos frentes como en 1914. La Batalla de Inglaterra debía destruir a la RAF en los aires y abrir el camino para el desembarco alemán en las costas británicas (la finalmente no desarrollada Operación León Marino). Desde julio de 1940 los aviones alemanes y británicos entablaron un férreo combate sobre los cielos del Canal de la Mancha, al mismo tiempo que sobre barcos ingleses, para después pasar a destruir fábricas y las defensas aéreas en suelo británico. E resultado no fue el esperado por Hitler, ni el prometido por el comandante supremo de la Luftwaffe, Hermann Göring, que garantizó barrer los cielos de aviones británicos y dejar expedito el camino para la invasión anfibia. La resistencia de los británicos, con menos aviones que los alemanes pero que contaban con el radar, desquició los planes de Hitler y Göring. 

... y no perdamos las buenas costumbres.
Ante la situación, el hecho de que Londres recibiera un primer ataque por parte de la Luftwaffe, el 24 de agosto de 1940, fue un punto de inflexión. Aunque Hitler había dado órdenes de no atacar objetivos con población civil (pues aún se guardaba la carta de un acuerdo con los británicos), el primer ministro Winston Churchill decidió contraatacar y ordenó un raid sobre la capital alemana, que por primera vez fue bombardeada durante la guerra, la noche del 25 de agosto. Hitler entró en cólera y unos días después ordenó desviar los combates sobre el Canal de la Mancha a las principales ciudades británicas del sur de la isla, incluyendo Londres. La capital recibió el ataque de 300 bombarderos y 600 cazas el 7 de septiembre, y que atacaron sobre todo el East End, matando a más de 400 personas: sería el inicio de una campaña de bombardeos sobre Londres, de día o de noche, que duraría hasta finales de mayo de 1941. Los londinenses, nueve millones de personas, encontraron refugios improvisados en las estaciones del metro (el Tube), en sótanos y refugios construidos, y mantuvieron alta la moral durante los ocho meses de ataques aéreos; representaciones teatrales, números musicales, lecturas públicas, hubo diversos actos en los refugios y en las atestadas estaciones del metro durante ese tiempo. Diversas líneas quedaron cortadas por los numerosos bombardeos y el trabajo para reanudar el servicio, aunque parcial, fue constante. Pero quizá la mejor imagen de la resistencia londinense sea que, todas las mañanas, y a pesar de transitar por ruinas y cascotes, los habitantes de la capital fueron a sus trabajos como si no hubiera sucedido nada. La gente colaboró en unidades de protección civil, en el desescombro de edificios destruidos, como camilleros y enfermeros, conduciendo ambulancias, ayudando a los bomberos. 

A dormir cada noche en el Tube, improvisado refugio antiaéreo...
El Blitz causó 43.000 muertos y unos 140.000 heridos en la capital británica. Alrededor de 18.000 toneladas de bombas fueron lanzadas sobre Londres, y un total de 40.000 junto con otras ciudades; recordemos que la catedral de Coventry fue destruida en uno de esos raids. Provocó un enorme daño a las infraestructuras de la ciudad: diez años después del Blitz, Londres aún acusaba las consecuencias de los ataques, con grandes solares en diversos lugares de la ciudad. Junto a la destrucción de edificios, el racionamiento de alimentos continuaría hasta 1952. Pero la ciudad resistió. Los ataques continuaron durante meses pero frustraron la invasión alemana de Gran Bretaña; León Marino nunca se realizó. Desde noviembre de 1940 Hitler comenzó a preparar la campaña rusa, que esperaba iniciar pronto, pero tuvo que lidiar en Grecia y Yugoslavia, echando una mano a los desastrosos alemanes en la primera e iniciando una guerra en el país balcánico que le complicaría la estrategia en los años siguientes al hacer frente a los partisanos. Aviones alemanes volaron de nuevo sobre Londres, en junio de 1944 y marzo de 1945, con las “milagrosas” bombas V1, pero no lograrían el objetivo de detener la marea aliada contra Alemania.

Lectura(s) recomendada(s): 19 semanas: el crucial verano de 1940, que cambió el curso de la historia, de Norman Moss (Ediciones Península, 2005), un estupendo libro sobre el período entre la Blitzkrieg de mayo y la fase más aguda del Blitz sobre Londres en octubre, con especial incidencia en los bombardeos sobre la capital británica. 
Ficha del libro.

Desde la ficción, el magnífico díptico novelesco de Connie Willis, El apagón y Cese de alerta (Ediciones B, 2011 y 2013), que aunando el género histórico y ciencia-ficción, nos acerca vívidamente al Blitz londinense y a la resistencia de los británicos.  Están también en formato bolsillo.
Ficha de los libros El apagón y Cese de alerta.

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