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15 de octubre de 2021

Reseña de Goering. El segundo hombre del Tercer Reich, de François Kersaudy

De Hermann Wilhelm Goering (1893-1946), más allá de su papel como segundo hombre en el NSDAP, sucesor designado de Adolf Hitler, Reischsmarschall, ministro del Aire, primer ministro de Prusia, jefe de la oficina del Plan Cuatrienal y un largo etcétera de cargos, ha quedado una imagen caricaturesca: el hombre que sentía pasión por los uniformes (se llegaba a poner cuatro al día en su momento de máximo apogeo), que coleccionaba condecoraciones, que robaba descaradamente obras de arte, que no podía pasar sin sus dosis diarias de morfina, que celebraba fiestas en su mansión de Carinhall mientras los aviadores de la Luftwaffe caían como moscas en el frente bélico… y así también un largo etcétera. Ya en 1940 Charles Chaplin parodió la pasión de Goering/Herring por las condecoraciones en su magistral película El Gran Dictador; y en los años treinta los chistes a costa del mariscal del Reich eran comunes y, además, del gusto del propio Goering, que los guardaba, orgulloso de ser tan popular. Así, por ejemplo, Richard Grunberger en su libro Historia social del Tercer Reich (Ariel) recopila algunos de los chistes que solían contarse sobre Goering, como aquel en el que, enviado a Roma para delicadas negociaciones con la Santa Sede, el mariscal envió un telegrama a Hitler: «Misión cumplida. Papa depuesto. Tiara y vestimenta pontifical me sientan perfectamente» (p. 352).

14 de octubre de 2021

Reseña de Le charme discret des séries, de Virginie Martin


Las series de televisión son hoy en día mucho más que un fenómeno: un universo de temas, tramas y emociones; además resultan en sí mismas inabarcables, prácticamente como las plataformas en streaming (además de las cadenas en abierto y de pago) que las emiten. Netflix, HBO España (HBO Max desde el 26 de octubre de 2021), Amazon Prime Video (APV), Disney+, AppleTV+, StarzPlay, Filmin y Movistar Lite (la versión en streaming y más económica de Movistar+) son las principales plataformas para poder ver series en España, ya sea en móvil, tableta, PC o smart TV. Si un usuario quiere ver algunas series de moda deberá saber primero qué plataforma las emite –generalmente en exclusiva, aunque en los Channels de APV o en paquetes de cable como Orange y Vodafone es posible contratar bajo demanda (VOD) series y películas de otras plataformas– y lo más probable es que compruebe que no están todas en la misma plataforma, por lo que se verá obligado a suscribirse a más de una. El pirateo parece estar a la baja ante la oferta serial, con precios en general bastante asequibles y con estudios que muestran que gran parte de la población española está suscrita a alguna plataforma de streaming, hecho que se ha intensificado desde el inicio de la pandemia de COVID-19.*

7 de octubre de 2021

Reseña de Historia de la filosofía: un viaje por el pensamiento universal, de A. C. Grayling

Nota: esta reseña parte de la lectura de la versión original, The History of Philosophy, publicado por Viking en septiembre de 2019; traducimos, por ello, algunas citas del inglés original. 

¿Cómo «vender» una historia de la filosofía en estos tiempos? La pregunta no es baladí, pues en referencia a la filosofía en general, como disciplina, a menudo se mezcla con la autoayuda y se pierde algo la perspectiva. Pero una «historia de la filosofía» es otro cantar: después de clásicos constantemente reeditados, como la Historia de la filosofía de Frederick Copleston en cuatro volúmenes (con una última edición de Ariel en 2011) o la Historia de la filosofía occidental de Bertrand Russell en dos volúmenes (contamos con una edición de Austral en 2010), quizá se podría argüir que es más que suficiente con lo que ya hay. O no. Tengamos en cuenta, para empezar, que la obra de Copleston se publicó originalmente entre 1946 y 1975 en once volúmenes, el último de los cuales recopila lo que publicara el autor en Contemporary Philosophy en 1956; y que el libro de Russell se editó en 1945, realizando un repaso de la filosofía hasta principios del siglo XX. Por tanto, ha llovido mucho y quizá ya sea hora de «actualizarnos» un poco. Y es lo que hace A. C. Grayling con su Historia de la filosofía: un viaje por el pensamiento universal (Ariel, 2021).

7 de abril de 2021

Reseña de Memorial de los libros naufragados. Hernando Colón y la búsqueda de una biblioteca universal, de Edward Wilson-Lee

Nota: esta reseña parte de la lectura del original, The Catalogue of Shipwrecked Books. Young Columbus and the Quest for a Universal Library (William Collins, 2018).

En el epílogo de este libro, Edward Wilson-Lee “convierte” a Hernando Colón en un “precursor” de Google Books (se podría añadir también que de Internet Archive) por la labor que hizo el hijo del Almirante con la biblioteca que acumuló y creó en su casa en Sevilla: organizar la gran Biblioteca Universal, el receptáculo de todos los saberes del mundo, en sus diversas lenguas y creencias religiosas. Por desgracia, la mayor parte de esa biblioteca –que llegó a acumular entre 15.000 y 20.000 volúmenes y se convirtió en una de las más grandes, si no la más grande, en el primer tercio del siglo XVI– se perdió en los decenios y siglos posteriores a la muerte de Hernando en 1539, ya fuera por catástrofes naturales (inundaciones), por la venta de parte de sus activos o por la negligencia de los herederos de Colón. Sea como fuere, de esa riquísima biblioteca, que no sólo incluía libros sino también imágenes y partituras musicales impresas, apenas se conservan algo menos de 4.000 volúmenes [es la cifra que proporciona el autor] en la Catedral de Sevilla, que es donde actualmente está ubicada; se perdió para siempre la colección de imágenes que Hernando persiguió por talleres impresores, así como el legado que recibiera de su padre, el Almirante: los cuadernos de bitácora originales de sus viajes, de los que hoy quedan copias gracias a transcripciones posteriores –de Bartolomé de las Casas, por ejemplo–. También desaparecieron, si no se perdieron, las páginas del Libro de los Epítomes, la obra que debía ser síntesis y a la vez punto de partida para elaborar una gran obra de síntesis a modo de los modernos abstracts: un resumen sobre lo esencial de un libro para que el lector se haga una idea del mismo y decida si continúa con la lectura completa o queda satisfecho con ello; y también repertorios bibliográficos y registros para clasificar los libros según una sistematización que sería la base de sistemas de catalogación bibliográfico posteriores (y actuales), como el CDU o el Thesaurus.

24 de marzo de 2021

Reseña de Alaric The Goth: An Outsider's History of the Fall of Rome, de Douglas Boin

En 2018 Marcial Pons Ediciones de Historia publicó Alarico (365/370–410 A.D.): la integración frustrada de Javier Arce, una monografía que, como el autor incide en el prólogo, «no es una biografía de Alarico» (p. 15), y que comparte much(ísim)os aspectos con el libro que comentamos en este reseña: Alaric The Goth: An Outsider's History of the Fall of Rome de Douglas Boin (W.W. Norton, 2020). El volumen de Boin, de una brevedad similar (272 páginas, descuéntense notas y bibliografía) al de Arce (184 páginas, que se quedan en poco más de 150 de texto), tampoco parece propiamente una «biografía» del personaje, a quien se «utiliza» como excusa para realizar una amplia mirada al Imperio Romano entre, aproximadamente, las décadas de 370 y 410 de nuestra era. Si acaso, Alarico aparece en este libro como un «inmigrante», un hombre a quien los romanos habrían etiquetado como un «refugiado», un profugus; un inmigrante en una época de xenofobia, fanatismo y violencia. Y no anda nada desencaminado Boin al respecto. 

3 de marzo de 2021

Reseña de Schadenfreude. The Joy of Another’s Misfortune, de Tiffany Watt Smith

En el tercer episodio de la tercera temporada de Los Simpson (FOX: 1988-), titulado “Cuando Ned Flanders fracasó”, el protagonista de la serie, que siempre le ha tenido ojeriza a su «vecinillo», fantasea con el fracaso de la tienda para zurdos que éste ha abierto en el centro comercial de Springfield: primero lo imagina andrajoso y con los bolsillos vacíos, después llorando ante su negocio cerrado y finalmente ve una tumba con su nombre; en ese momento se dice a sí mismo que su deleite es excesivo (too far, en el original) y vuelve a la imagen de Flanders lamentándose ante la persiana de su negocio arruinado (secuencia en YouTube). Se complace maliciosamente –pues esa es la definición que da el Diccionario de la RAE para «regodearse»–, pero sin pasarse demasiado; a fin de cuentas, tampoco es plan de desearle la muerte a nadie, pero si a esa persona le pasa alguna pequeña desgracia, pues, oye, no hay mal que por bien no venga y además me alegra el día. 

22 de febrero de 2021

Reseña de The Book of Human Emotions. An Encyclopedia of Feeling from Anger to Wanderlust, de Tiffany Watt Smith

En una secuencia de la película Yo, robot (Alex Proyas, 2004), película que adapta libremente la recopilación de cuentos homónima de Isaac Asimov (1950), el robot NS-5 “llamado” Sonny (Alan Tudyk) le pregunta al detective inspector Del Spooner (Will Smith) qué significa el gesto del guiño en el ojo que ha visto que éste le hacía a su superior policial. «Significa confianza. Cosas de humanos, no lo entenderías». Spooner interroga a Sonny por el aparente suicidio del doctor Alfred Lanning (James Cromwell), ingeniero en robótica y en muchos aspectos «padre» de Sonny (fue su creador), como este a menudo menciona: «mi padre me enseñó las emociones humanas. Son muy… difíciles». Spooner, que tiene prejuicios contra los androides («los robots no sienten miedo, no sienten nada […] Tú sólo eres una máquina, una imitación de la vida»),* piensa que Sonny asesinó a Lanning y a lo largo del interrogatorio lo deja claro. En un momento determinado, Sonny, «exasperado» por la insistencia del detective («creo que lo mataste porque te enseñó a simular emociones y la cosa se te fue de las manos»), golpea la mesa con furia. «Eso se llama ira», responde Spooner mientras Sonny se mira con cierta «sorpresa» e incluso «incredulidad» las manos metálicas, «¿la habías simulado antes?». Spooner insistirá en la causa del homicidio: «¿por eso lo mataste, porque te puso furioso?», a lo que Sonny responde: «El doctor Lanning se suicidó. No sé por qué querría morir, pensé que era feliz. […] Quizá estuviera asustado. […] Uno debe hacer lo que le piden, ¿verdad, detective Spooner? […] si es que quieres a alguien» (las cursivas son mías). 

*En su argumentación con el robot, Spooner comenta: «¿Puede un robot componer una sinfonía? ¿Puede convertir un lienzo en una hermosa obra de arte?», a lo que Sonny responde con sarcasmo y algo de agresividad: «¿Puede usted?». Secuencia disponible en V.O. en YouTube.

1 de febrero de 2021

Reseña de Fifth Sun: A New History of the Aztecs, de Camilla Townsend

El 15 de febrero de 1600 Juan Cano de Moctezuma, hijo de Isabel de Grado o Tecuichpotzin (1509-1550), a su vez hija de Moctezuma Xocoyotzin (o Moctezuma II, r. 1502-1520), el huey tlatoani de la época de la conquista del Imperio azteca por los españoles, realizó una procesión en las calles de Ciudad de México en la que Hernando de Alvarado Tezozomoc, sobrino nieto de Moctezuma, «representó¥ sobre una plataforma móvil y bajo un toldo a quien fuera su augusto pariente. Con los ropajes tradicionales de los huey tlatoani del pasado, Tezozomoc, de unos sesenta años de edad, rememoró la figura de su antecesor, precedido por una troupe de músicos y bailarines, y para deleite del virrey Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco y de los españoles que contemplaron el espectáculo. Tezozomoc no conoció a su tío abuelo, pues nació veinte años después de que este muriera. Citando a Camilla Townsend:
Lo que algunos entre el público ciertamente pensaron, sin embargo, era que habían pasado ochenta años desde la caída de Tenochtitlan, lo cual significaba que no había nadie vivo que pudiera recordar con claridad ninguna celebración comparable anterior a 1519, o que hubiera escuchado acontecimientos de tal magnitud por parte de sus parientes. Las personas que conocieron los viejos tiempos estaban muertas o a punto de hacerlo. Incluso la primera generación de jóvenes que habían colaborado con los frailes y guiado a su pueblo desde entonces habían fallecido. (p. 193, traducción propia en esta y otras citas textuales)

5 de enero de 2021

Reseña de Dante, de Alessandro Barbero

En 2021 se conmemorará el séptimo centenario de la muerte de Dante Alighieri (Florencia, 1265 – Rávena, 1321), figura cumbre de las letras italianas (de hecho, se considera que con él comienza a fijarse el idioma italiano como tal) y autor del poema la Comedia (c. 1305-1321) –el adjetivo “divina” fue añadido por Boccaccio, no por el propio Dante, y como Divina Comedia se tituló por primera vez en la edición impresa en Venecia en 1555. En la traducción de Micó en Acantilado se titula simplemente como Comedia. 5-1321)–, obra maestra de la literatura en esta lengua. Es de esperar, pues, que haya multitud de actos, simposios y publicaciones a lo largo de los próximos dos años, especialmente en Italia. En el mercado español, además de la nueva y muy reciente traducción de José María Micó en Acantilado (2018), que se une a otras tantas, llegaron también en el último año dos biografías: Dante. La novela de su vida de Marco Santagata (Cátedra, 2018; edición original en italiano, 2012) y Dante de Enrico Malato (Edhasa, 2019; edición original en italiano, 1999).  Y en 2020, en pleno Confinamiento, llegó este Dante de Alessandro Barbero (Laterza) a las liberías italianas y que a lo largo de 2021 se presentará, traducido por Acantilado, a las españolas.

7 de diciembre de 2020

Reseña de La sombra de Aníbal. Liderazgo político en la República Clásica, de Pedro Ángel Fernández Vega

*A menos que se especifique lo contrario, todas las fechas de hechos y vidas de personajes corresponden a antes de la era cristiana o a.C. Reseña publicada previamente en Hislibris.

Si un lector curioso busca en librerías monografías en castellano sobre la crisis de la República romana o sobre el último siglo republicano –grosso modo, 133-27, asumiendo el tribunado de Tiberio Graco como su inicio y la “restauración” del sistema republicano por Octaviano, “convertido” en Augusto– encontrará bastantes y de todo tipo, incluidas biografías, obras generales y estudios más pormenorizados por períodos. Si ese mismo lector, incluso uno más avezado en la historia romana, pregunta por libros específicos sobre un siglo antes de ese último siglo republicano, es posible que la respuesta sea esta. Y es que el panorama historiográfico sobre la época que, a grandes rasgos, nos lleva de la Segunda Guerra Púnica (o Romana, desde el punto de vista cartaginés; 218-201) a la propia destrucción de Cartago en 146, es muy escaso en nuestros lares. Sí, puede encontrar artículos en revistas académicas y comunicaciones en congresos y reuniones científicas, pero lo que son obras para el gran público apenas hay; o al menos quien esto escribe debe estrujarse las meninges para recordar algún título (no, lo siento). 

10 de septiembre de 2020

Reseña de 1064, Barbastro. Guerra santa y Yihad en la España medieval, de Philippe Sénac y Carlos Laliena Corbera

Nota: esta reseña parte de la lectura del original en francés: 1064, Barbastro. Guerre sainte et djihâd en Espagne (Gallimard, 2018).

Una búsqueda de “Barbastro 1064” en Google ofrece unos 37.600 resultados (a fecha de 9 de septiembre de 2020 [84.500 el 3 de marzo de 2019, cuando se escribió esta reseña]) y en las primeras páginas se menciona la palabra “cruzada” junto al nombre de la localidad aragonesa, incluso se habla en algunas entradas de “cruzada antes de la cruzada”. Los autores de este libro (publicado por Gallimard en 2018) también se preguntan si se puede hablar de “cruzada” para la expedición “internacional” que, tras una “predicación” por parte del papa Alejandro II, tomó la ciudad de manos de los musulmanes en la primavera del año 1064. En dicha “cruzada” participaron numerosos soldados allende los Pirineos –borgoñones, aquitanos, normandos– así como tropas del flamante reino de Aragón y de los condados de Barcelona y Urgel. El asedio de la ciudad fue asediada y tomada con celeridad, y se causó una masacre que, según fuentes musulmanas como Ibn Hayyán, provocó unas cincuenta mil bajas entre los defensores, una cifra sin duda exagerada. Los “cruzados” dejaron una guarnición armada en Barbastro, que no pudo resistir al contraataque musulmán, apenas nueve meses después: en abril de 1065, tras convocar una yihad o guerra santa en todo Al-Andalus, el rey de la taifa de Zaragoza, Al-Muqtadir, recuperó la ciudad con facilidad. La ciudad no sería “reconquistada” por los cristianos, las tropas del rey aragonés Pedro I en el año 1100.

1 de septiembre de 2020

Reseña de Islamic Empires. Fifteen Cities That Define a Civilization, de Justin Marozzi

Lo diré claro y sin ambages: este libro fue uno de mis favoritos de 2019 y una de las lecturas más apasionantes de los últimos años. Y es que no son muchas las ocasiones en que uno se encuentra con un libro que, a medida que avanza en la lectura, va dejando buenas sensaciones: bien escrito, sólido en su desarrollo, amenísimo y muy sugerente en cuanto a ciudades del mundo islámico que nos trasladan un imaginario colectivo que el lector y también el espectador de películas clásicas (y otras más recientes) que recuerda de su infancia y juventud: de El ladrón de Bagdad (Michael Powell, 1940) a La rosa negra (Henry Hathaway, 1950), pasando por Las mil y una noches (John Rawlins, 1942) y Mahoma, el mensajero de Dios (Moustapha Akkad, 1977), o por Lawrence de Arabia (David Lean, 1962) y El viento y el león (John Milius, 1975); y eso sin entrar en películas de este siglo como El reino de los cielos (Ridley Scott, 2005), sobre episodios más “mediáticos” como las Cruzadas y la caída de Jerusalén en 1187, y El médico (Philip Stölzl, 2013), basada en la novela de Noah Gordon sobre los viajes de Rob Cole al Isfahán del siglo XI. No es baladí esto último, pues a menudo una lectura (o una película, o un documental) despiertan recuerdos (o lo que creemos recordar) de cosas que se leyeron o vieron décadas atrás y que ayudaron a “componer” una visión, o una panorámica general incluso, sobre un tema determinado.

28 de julio de 2020

Reseña de Another Kind of Madness: A Journey Through the Stigma and Hope of Mental Illness, de Stephen P. Hinshaw

Los desórdenes y enfermedades mentales nos incomodan. Cuando alguien en la calle o en el transporte público da muestras de inestabilidad mental, una reacción general en quienes le rodean es ignorar lo que sucede, hacer ver que no pasa nada, mirar para otro lado. Nos incomodan los trastornos mentales, preferiríamos no tener que observarlos y estar al lado de las personas que los sufren. Cierto es que hacemos distinciones: somos capaces de discernir a una persona con síndrome de Down o alguien con una deficiencia mental visible, y los compadecemos y sentimos simpatía por ellos y sus familiares. Pero hasta no hace demasiado tiempo se llamaba (y se sigue llamando) «mongólicos» a los primeros y «retrasados» a los segundos, se les estigmatizaba y procuraba no hacerlos visibles; incluso se consideraba (y se considera) que personas en estas condiciones no deben mantener relaciones sexuales o tener hijos, y se les discuten derechos civiles básicos como por ejemplo ir a votar. Generalmente se consideraba que debían estar o bien en sus casas o en centros especializados. Pero enfermedades como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, que afectan a personas «normales», nos incomodan y de una manera u otra rechazamos a quienes que los sufren; del mismo modo que rechazamos a los sin hogar, los mendigos o los vagabundos: son personas al margen de la sociedad y, por tanto, no se las trata en igualdad de condiciones que las personas que son «normales» … o que consideramos normales. Son personas que no sólo deben lidiar con su enfermedad sino con un estigma social que, a pesar de las décadas de avances médicos, cuesta erradicar.

8 de julio de 2020

Reseña de Violencia: A New History of Spain: Past, Present and the Future of the West, de Jason Webster

A lo largo de su libro, Jason Webster menciona a Santiago, el santo patrón de España, y sus tres caras (casi parece hacer un homenaje a Joseph Campbell): la del santo, el apóstol cuyos restos supuestamente fueron redescubiertos en el siglo IX en Iria Flavia (Padrón) y trasladados a Compostela, donde se erigió una catedral que hoy en día es su hogar; la del peregrino, el que busca el conocimiento y la verdad, un viajero y un hombre de paz; y la del soldado-cruzado, el «Matamoros», quien prácticamente ganó una batalla, la de Clavijo (844), con su aparición. Más que la idea de las «dos Españas» (a partir de los versos de Antonio Machado: «Españolito que vienes / al mundo, te guarde Dios. / Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón»), Webster prefiere esta imagen de los «tres Santiagos», tres representaciones de «España» a lo largo de su historia: el Santo, el Buscador, el Matamoros.  Y con este último se deriva también a otra idea que subyace en el libro: la distinción entre «nosotros», los «españoles» de siempre, los que ya eran tales desde prácticamente hace milenios y han forjado una nación, España, única en la historia; y los «otros», aquellos que la invadieron y ocuparon, y en cierto modo crearon una «Anti España», y que suele asimilarse a los musulmanes, los herejes (protestantes, por ejemplo), los judíos… los no católicos. Esta contraposición maniquea es mencionada por Webster a lo largo del volumen, sin asumirla como tal, desde luego, pero como muestra de la construcción de un modelo de «español» al que se enfrenta aquel que no es como él, el «otro»; una idea que a menudo se desentierra y que goza también de predicamento en partidos ultranacionalistas como Vox (a la inversa del «catalán» que se libera del yugo españolista y es asumida por los partidos independentistas).

23 de junio de 2020

Reseña de El amargo don de la belleza, de Terenci Moix

Publicada en el portal Hislibris, 23 de junio de 2009.
«Quisiera ser el mendigo que cuenta historias en las puertas de los templos, el que fascina a los niños y hace que se detengan los caminantes, atraídos por tantas maravillas. Si fuese ese mendigo, gran señor de las palabras, contaría las historias que han enardecido a los pueblos del Nilo desde el principio de las generaciones; expondría las cuitas del náufrago que llegó a la isla donde vivía el gran dragón, las disputas de los Dos Hermanos, los viajes del médico Sinuhé o la lucha de Horus contra las fuerzas del mal en la región de los grandes pantanos. Sería acaso un buen narrador de lo que otros contaron mucho antes, pues el hombre ha vivido el mismo sueño desde el principio de los tiempos. Y el Tiempo no es más que un sueño narrado por los mendigos ante las puertas de los grandes santuarios».
Lamenté amargamente, hace ya seis años [catorce, de hecho], la muerte de Terenci Moix, seudónimo de Ramon Moix Messeguer (1942-2003). Durante años fue uno de mis escritores favoritos, leí varias veces sus obras, me empapé con sus textos. Pero nos dejó, y con él un estilo propio, una manera de ver la vida, una prosa seductora e intimista. Sin embargo, el Tiempo, aquel que nunca envejece, nos recuerda que sus obras siguen allí. Que cuarenta siglos nos contemplan desde las pirámides, como diría Napoleón. Aunque, como ya escribiera el propio Terenci, «desde los siglos más remotos está escrito: el hombre teme al tiempo y el tiempo sólo teme a las pirámides».

22 de junio de 2020

Reseña de El mapa fantasma. La epidemia que cambió la ciencia, las ciudades y el mundo moderno, de Steven Johnson

Para el lector actual quizá los nombres de John (con h) Snow y Henry Whitehead no sean especialmente conocidos; quizá tampoco le suenen el virulento brote de cólera en septiembre de 1854 en el barrio del Soho de Londres y que provocó unas setecientas muertes. Pero el hecho de que vivamos actualmente los efectos de la pandemia del Covid-19, que ya ha afectado a siete millones de personas en todo el mundo y se ha cobrado la vida de algo más de cuatrocientas mil personas a fecha de hoy, nos permite echar la vista atrás y conocer de cerca cómo se puso coto a un brote del cólera en un espacio urbano muy poblado, cómo se llegó a conocer en detalle la fuente de contagio en los años inmediatamente posteriores y cómo se creó un mapa de la enfermedad que permitía acotar la incidencia del brote en la concentración humana afectada. La labor de Snow, médico anestesiólogo y precedente del especialista epidemiólogo, y de Whitehead, párroco local que observó el avance de la enfermedad en su grey, al principio por separado y en los meses posteriores a la epidemia en estrecha colaboración, permitió descubrir la fuente original del brote y descubrir que el cólera es una enfermedad que se contagia por el consumo de aguas contaminadas.

19 de mayo de 2020

Reseña de Storia di π, de Pietro Greco

En la película La vida de Pi (Ang Lee, 2012), basada en la novela homónima de Yann Martel (2001), hay una curiosa (y graciosa, valga la rima) secuencia: el protagonista, Piscine Molitor Patel, decide llamarse Pi pues sus compañeros de clase se mofan de su nombre y lo llaman Pis (en la versión original, los “amigos” de Pi lo llaman Pissing , "meón", que suena prácticamente igual que Piscine).  Pero Pi no se conforma con soportar las burlas y en las presentaciones de cada clase “cuenta” una “historia” de por qué se llama así. Así, en la primera clase se dirige al encerado, escribe en él y dice: «buenos días, soy Piscine Molitor Patel, pero todo el mundo me llama Pi. Decimosexta letra del alfabeto griego que también se usa en matemáticas para representar la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro: un número irracional infinito que suele redondearse en tres dígitos, que son 3,14. Pi». El profesor del día se queda atónito y sus compañeros de aula callan, aunque uno le recuerda «lo has intentado… Pis». Pi insiste en cada clase, a lo largo del día, en la misma historia, aumentando los decimales de la constante numérica: de los veinte decimales en Geografía pasa a rellenar tres pizarras con una serie de números en Matemáticas, y que son pronunciados con fervor por sus compañeros y ante la sorpresa de dos profesores, uno de los cuales comprueba en un enorme volumen que la sucesión es correcta.

13 de mayo de 2020

Reseña de Return to the Reich: A Holocaust Refugee’s Secret Mission to Defeat the Nazis, de Eric Lichtblau

Es posible que el lector de este libro recuerde la historia de Frederick “Freddy” Mayer (1921-2016) por un documental, The Real Inglorious Bastards (Min Sook Lee, 2012),  emitido hace unos años (en España, por la 2, febrero de 2015, por ejemplo; disponible en YouTube con doblaje castellano sobre el original en inglés). Un documental que toma el nombre de la película Inglourious Basterds [Malditos bastardos] de Quentin Tarantino (2009), que cuenta la peripecia (ficticia) de un grupo de judíos que, en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, se infiltra en la Francia ocupada aún por los nazis –París fue liberado en agosto de 1944, por tanto, la acción de la película debe transcurrir antes–, y que traza incluso un paralelismo entre la patrulla que lidera Aldo Raine (Brad Pitt) y los protagonistas de la Operación Greenup que Mayer, exiliado alemán en Estados Unidos, el también exiliado y neerlandés Hans Wijnberg (1922-2011) y el prisionero de guerra austriaco (y desertor) Franz Weber, desarrollaron en el Tirol entre finales de febrero y principios de mayo de 1945.

11 de mayo de 2020

Reseña de Rasputin: Faith, Power, and the Twilight of the Romanov, de Douglas Smith

Para el común de los mortales, Grigory Yefímovich Rasputín (1869-1916) es ese personaje ruso extravagante que «cameló» al zar Nicolás II y (especialmente) a la zarina Alexandra, un depredador sexual y un tipo que avergonzaba a todo un país con sus tejemanejes, hasta que su muerte (de por sí azarosa, según la leyenda del personaje) liberó a Rusia de su presencia… por fin. La canción de Boney M, “Rasputín” —pertenece al álbum Nightflight to Venus (1978), uno de los más vendidos por el peculiar grupo euro-caribeño en Alemania (un millón de copias vendidas), Canadá (medio millón), Reino Unido (300.000 copias) y España (100.000 copias)—, enumera en sus letras los tópicos y temas que se recuerdan de él y se han repetido hasta la saciedad: que era el amante de la zarina, que su mirada era fascinante y seductora, que era un imán para las mujeres, que influyó en la política de la época, que era un santón con poderes de curación, que bebía mucho y provocaba escándalos públicos hasta que la gente se cansó de sus excentricidades y un grupo de personas de la élite (a los que «no hay que culpar) lo engañaron y, veladamente, se deja entrever que lo asesinaron., «Oh, esos rusos…», concluye la voz del solista (que no era la Bobby Farrell, por cierto), como diciendo «es que eran así, no sorprende que entre ellos surgiera alguien como Rasputín, la vergüenza de toda una nación…». La canción tuvo un éxito enorme e incluso un periodista musical la definió como «a tribute to the legendary Russian historical figure that uses balalaikas to create its textured rhythm guitar hook», pues Rasputín era muy devoto de la música popular y no era inusual que, en el imposible caso de escuchar una canción, se hubiera dejado llevar por el ritmo de los instrumentos, sus rodillas y pies hubieran acompañado la melodía y, finalmente, se hubiera arrancado a bailar. Así lo comenta Douglas Smith en su extenso volumen dedicado al personaje: Rasputin: Faith, Power, and the Twilight of the Romanovs (Farrar, Strauss and Giroux, 2016; ed. en rústica, Picador, 2017), un volumen que ya se ha considerado como el estudio «definitivo» sobre Rasputín; quien esto escribe es reticente a utilizar adjetivos como «definitivo» para categorizar un libro de investigación histórica, pues nunca hay nada definitivo en estas lides (si acaso, la muerte…), pero la primera conclusión que podemos sacar es que, ciertamente, se aproxima a dicha etiqueta.

7 de mayo de 2020

Reseña de King and Emperor: A New Life of Charlemagne, de Janet L. Nelson

Hace tiempo que no contamos con un buen estudio, biográfico y general, sobre Carlomagno; y un estudio completo, sólido, no libros (excesivamente) divulgativos que suelen ser refritos de contenidos pero que realmente aportan poca cosa: por ejemplo, de Breve historia de Carlomagno y el Sacro Imperio Romano Germánico de Juan Carlos Rivero Quintana (Nowtilus, 2009), que, además, resulta confuso ya en el propio título: es una obra sobre el personaje y su estricto período, pero nada tiene que ver con un Sacro Imperio Romano Germánico que, formalmente, no se fundó hasta siglo y medio después de la muerte de Carlomagno; otra obra divulgativa y generalista es Breve historia de los carolingios: auge y caída de la estirpe de Carlomagno de Ernest Bendriss (Dilema, 2009), que parece mejor fundamentada. Y ya quedan lejos obras académicas de conjunto sobre el período carolingio, como Carlomagno y el imperio carolingio de Louis Halphen (Akal, 1992; ed. orig, en francés, 1947), por no hablar de clásicos de la historiografía como Mahoma y Carlomagno de Henri Pirenne, publicado póstumamente en 1937 y que ha tenido constantes reediciones en castellano (a cargo de Alianza Editorial; la última, en formato bolsillo, en mayo de 2019); y desde luego hace falta, para el ámbito universitario, una obra más completa que La Europa de los carolingios de Amancio Isla Frez (Síntesis, 1999), en el marco de una colección muy útil pero también bastante estanca. Ariel publicó una biografía del personaje, Carlomagno, en 2001 y que quizá no estaría de más recuperar. Sea como fuere, dejando al margen manuales generales sobre la Edad Media sus primeros siglos, especialmente, con libros destacables como los de Chris Wickham —Una historia nueva de la Alta Edad Media: Europa y el mundo mediterráneo, 400-800 (Crítica, 2016 [1ª ed., 2009]) y El legado de Roma: una historia de Europa de 400 a 800 (Pasado & Presente, 2013), libros complementarios entre sí— y centrándome sólo en obras que aún pueden encontrarse (más o menos, en algún caso) en librerías, lo cierto es que convendría poner en el mercado hispano un libro actualizado (historiográficamente hablando) y académico para los tiempos que corren.