20 de octubre de 2017

Crítica de cine: Handia, de Aitor Arregi y Jon Garaño

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Loreak (Flores) se convirtió en una de las películas españolas del año 2014, superando el falso hándicap de estar hablada en eusquera y logrando varios premios en la temporada (incluyendo dos nominaciones, a mejor película y música, en los Premios Goya). Dirigida por Jon Garaño y José Mari Goenaga, con guion de ambos y de Aitor Arregi, contó la(s) historia(s) de tres mujeres que recibían de manera anónima un ramo de flores y consiguió emocionar a los espectadores con una trama sencilla pero muy poderosa. El equipo creador de la película se reúne otra vez, aunque cambiando ahora las tornas –Arregi se une a Garaño en la dirección, mientras que el guion (también en lengua vasca) corre a cargo de Goenaga y Andoni de Carlos–, para relatar otra historia (con mucha Historia) que se basa en la del “Gigante de Altzo”, en la guipuzcoana comarca de Tolosaldea: Miguel Joaquín Eleizegi, que vivió a mediados del siglo XIX y llegó a medir casi dos metros y medio de altura y pesar 200 kilos; un empresario navarro convenció a su padre para que Miguel Joaquin fuera exhibido, como la atracción y rareza que era, por España y el extranjero, logrando ambos ganar mucho dinero. Handia (grande o enorme en eusquera) es, pues, la historia de un hombre de quien se utilizó su aspecto físico como en las ferias de monstruos que pulularon en el siglo XIX (y parte del XX), pero no se reduce a este punto de partida. Afortunadamente, pues Handia es mucho más: historia, leyenda… y los brumosos límites entre ambos conceptos.

Crítica de cine: La piel fría, de Xavier Gens

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

La novela corta La piel fría (La pell freda, 2002) de Albert Sánchez Piñol fue un éxito de crítica y ventas, y se tradujo a casi cuarenta idiomas en todo el mundo. La adaptación cinematográfica, en cierto modo, estaba implícita en esta novela de terror psicológico sobre dos personajes en una isla solitaria que deben hacer frente a unos extraños seres anfibios que surgen del mar y a los que llaman “carasapos”, con la piel azulada y fría. Desde 2009 comenzaron las negociaciones para adaptar la novela a un guion cinematográfico; en 2014 los hermanos David y Álex Pastor (Infectados, Los últimos días) empezaron a escribir el guion, pero abandonaron el proyecto y no fue hasta avanzado 2015 que recogió el guante el director francés Xavier Gens (Hitman, The Crucifixion), que puso el guion en manos de Jesús Olmo, con la colaboración de Eron Sheean. De hecho, estamos ante una película que se podría decir que está más “inspirada” que basada fielmente en la novela de Sánchez Piñol, pues son numerosos los elementos divergentes entre ambos productos, novela y película; ello puede constituir un aliciente para los lectores de la novela, a los que quizá dé pereza que les cuenten exactamente lo mismo, y no compromete a los que no la hayan leído, pues podrán disfrutar de la película sin apriorismos.

Canciones para el nuevo día (2325/1554): "Isn't She Lovely"

Stevie Wonder - Isn't She Lovely

Disco: Songs in the Key of Life (1976)

 

9 de octubre de 2017

Reseña de Entre dos octubres: revoluciones y contrarrevoluciones en Rusia (1905-1917) y guerra en Eurasia, de Francisco Veiga, Pablo Martín y Juan Sánchez Monroe

La Revolución Rusa de 1917, de la que celebramos en este 2017 su centenario, ha generado una producción historiográfica ingente, entre novedades (algunas en sentido estricto, otras en su traducción castellana) y reediciones, que es susceptible de agotar incluso al lector más interesado y avezado en la materia. Visitar algunas librerías da una imagen muy evidente, con mesas y cabeceras de góndola en las que se ofrece una selección de libros sobre el tema, es una muestra de cómo el tema, ya sólo en cuanto a ediciones en castellano, se satura a sí misma y cómo las editoriales especializadas en ensayo y libro de historia compiten entre sí por presentar una o varias obras sobre el tema. ¿Todas son buenas? Indudablemente hay toda una variedad de aproximaciones al tema, desde lo divulgativo a lo académico, desde lo más reciente que se ha publicado dentro y fuera de nuestro país a aquello que salió a la venta hace décadas y ahora se publica por primera vez en nuestro mercado o bien se reedita cuando parecía olvidado; desde fuentes de primera mano a cargo de testigos o protagonistas de los hechos a monografías que desde un punto de vista historiográfico relatan y analizan un proceso tan amplio como fue el de la (doble) Revolución en la Rusia de 1917 y sus consecuencias más inmediatas: cese de su participación en la Gran Guerra, conflicto civil e intervencionismo internacional (más que matizable) y conformación de lo que acabaría siendo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Entre esa masa bibliográfica de corte muy diverso también en cuanto a su reevaluación historiográfica –de una historia liberal a un revisionismo, con múltiples estadios entre ambos puntos–, quizá la obra más interesante de las publicadas en este 2017 (con permiso del libro de Sean McMeekin publicado por Taurus hace escasas semanas) sea Entre dos octubres: revoluciones y contrarrevoluciones en Rusia (1905-1917) y guerra en Eurasia, de Francisco Veiga, Pablo Martín y Juan Sánchez Monroe (Alianza Editorial, 2017).

Canciones para el nuevo día (2316/1545): "6060-842"


The B-52's - 6060-842


 

Disco: The B-52's (1979)




6 de octubre de 2017

Crítica de cine: Blade Runner 2049, de Denis Villenueve

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Blader Runner, basada en parte en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, se estrenó sin hacer ruido en 1982, pero pronto se convirtió en una obra de culto? Los que ya peinamos canas quizá no recordemos su estreno, pero sí imágenes que en nuestra infancia nos parecieron fascinantes y, especialmente, el eco de la música de Vangelis: el tema de los créditos finales, por ejemplo, forma parte de la educación sentimental de toda una generación. Servidor no se va a poner ahora a disertar sobre el impacto y especialmente el legado de Blader Runner: sería monopolizar el espacio dedicado a esta crítica y caer en un ejercicio de nostalgia –maldita nostalgia– que me impediría hacer una valoración de esta secuela que llega treinta y cinco años. Más de tres décadas después, el recuerdo de la visionaria película de Ridley Scott y el mundo que prefiguró (los coches aún no vuelan, sin embargo) permanece y las expectativas con Blade Runner 2049 eran muy elevadas y de manera inversamente proporcional a las que generó su antecesora. Ya no está Ridley Scott tras la cámara, sino en las labores de producción, cediendo el testigo a quien sin duda es uno de los directores más interesantes de la actualidad: el canadiense Denis Villeneuve, quien hace un año nos conquistó definitivamente –tras cintas previas como Prisioneros, Enemy o Sicario– con La llegada (Arrival).

Canciones para el nuevo día (2315/1544): "Street Fighting Man"

The Rolling Stones - Street Fighting Man

Disco: Beggars Banquet (1968)

 

29 de septiembre de 2017

Crítica de cine: madre!, de Darren Aronofsky

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Es de agradecer que haya directores heterodoxos, o que vayan de eso, como Darren Aronofsky. Diferentes, rompedores, con voluntad de impactar (y epatar), de dar la nota incluso. Directores que no te dejen indiferente, que tengan personalidad, por muy pretenciosa o ególatra que sea esta. Sinceramente, en el panorama actual del cine –que parece, y soy consciente de que exagero, alimentarse únicamente de blockbusters marvelizados, franquicias y comedias gamberras muy tontorronas–, una película como madre! es un soplo de aire fresco; como también lo fue hace unas semanas el estreno de la gloriosamente fallida pero muy imaginativa El amante doble, de François Ozon (otro tipo peculiarísimo). Películas que se (te) apartan de lo trillado e incluso sobado y que (te) golpean en la butaca del cine, especialmente (y es lo más deseable) si no sabes nada de ellas previamente; de hecho, es como mejor se disfrutan: cuanto menos se sepa de algo y cuanta mayor sea la capacidad de sorprenderse uno mismo, mejor.

Canciones para el nuevo día (2310/1539): "The Other Side Of Summer"

Elvis Costello - The Other Side of Summer

 
 Disco: Mighty Like A Rose (1991)

 

21 de septiembre de 2017

Crítica de cine: Detroit, de Kathryn Bigelow

Cuando el espectador ve Detroit, la última película de Kathryn Bigelow, tiene la sensación de que el tiempo no ha pasado. Desde luego lo ha hecho, en concreto han transcurrido 50 años desde los hechos que relata la película, los altercados de Detroit entre los días 23 y 26 de julio de 1967. Pero, al comparar –y eso que las comparaciones suelen ser ociosas– lo que se relata en la gran pantalla y hechos que son de candente actualidad –de Ferguson, Virginia, de manera casi recurrente, a Charlottesburg, en el mismo estado, el pasado mes de agosto– uno percibe que el tiempo pasa, sí, pero hay cosas que no cambian. La violencia racial sigue siendo uno de los principales problemas de orden público en Estados Unidos: violencia de fuerzas policiales contra población negra en barrios y ciudades de todo el país, especialmente en los antiguos estados del sur y en grandes ciudades como Los Ángeles, Washington o Nueva York. En julio de 1964 se aprobó la Ley de Derechos Civiles, que, casi un siglo después del final de la Guerra de Secesión, mantuvo un sistema de segregación racial (“Jim Crow”, como era conocido popularmente), impedía a la población negra, en aquellos estados sureños, el ejercicio de derechos como el del voto y perpetuaba un apartheid que separaba a blancos y negros en autobuses, trenes, lavabos, etc. Pero la violencia continuó, el Ku Klux Klan y otras organizaciones y grupos de supremacistas blancos sobrevivieron, e incluso aumentaron en número (los David Duke de turno) y se produjeron, de manera periódica, estallidos de violencia a causa del maltrato de agentes de policía contra individuos negros (el caso de Rodney King, en 1992 en Los Ángeles, es uno de los muchos ejemplos). Al mismo tiempo, juicios polémicos como el de O.J. Simpson en 1995, acusado de asesinar a su ex esposa y un amigo de esta, enardecieron a la población negra que, con o sin razón según el caso, intensificaron un grado de violencia siempre latente y que, como los ojos del Guadiana, reaparece constantemente. El cine y la televisión han tratado este tema desde muchos ángulos y perspectivas. Con su película, Bigelow trata de recordarnos que la violencia por causas raciales y sus causas siguen aún muy presentes en la sociedad norteamericana.

Canciones para el nuevo día (2304/1533): "The Boy With the Arab Strap"

Belle and Sebastian - The Boy With the Arab Strap

Disco: The Boy With the Arab Strap (1998)

 

14 de septiembre de 2017

Crítica de cine: Experimenter: la historia de Stanley Milgram, de Michael Almereyda

Anoche aparqué momentáneamente las series para ver una película que me interesaba mucho desde su estreno (pasó bastante desapercibida cuando se estrenó a finales de agosto de 2016), Experimenter: la historia de Stanley Milgram. Un filme sobre los experimentos sociales de Milgram sobre el comportamiento humano, a principios de la década de 1960 mientras trabajaba/investigaba en la Universidad de Yale, y que se realizaron en paralelo al juicio de Adolf Eichmann en Jerusalén, considerado el "ingeniero" o el "arquitecto" de la Solución Final nazi, el exterminio de los judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial. La figura de Milgram (1933-1984), personaje peculiar, psicólogo social que se abrió a la multidisciplinariedad y que creó experimentos de corte sociológico sobre el comportamiento humano y que tambiñen ahondó en el concepto de los seis grados de separación. Judío y de padres inmigrantes de orígenes rumano y húngaro, el Holocausto fue algo que le tocó de cerca, pues en su familia muchas personas acabaron en los campos de la muerte, y en sus estudios sobre la obediencia a la autoridad quedó siempre subyacente el tema del exterminio nazi y en cómo sus perpetradores lograron la colaboración, coercitiva o voluntaria, de toda una sociedad. En la película, Milgram asiste prácticamente "en directo" al juicio de Eichmann y, como Hannah Arendt, reflexionará sobre la participación del individuo en un asesinato en masa.

Canciones para el nuevo día (2299/1528): "Somebody's Baby"

Jackson Browne - Somebody's Baby

Disco: Fast Times At Ridgemont High Music from the Motion Picture - soundtrack (1982) 

11 de septiembre de 2017

Crítica de cine: El amante doble, de François Ozon

Sucede a veces que una película acaba teniendo más valor por el modo de presentar algo que por contar algo; o al menos contarlo con un tono sostenido, con buen ritmo, en función de un guion sólido y que llega a un clímax que deja no sólo buen sabor de boca sino que además es convincente. A veces también sucede que una película, que en el fondo no deja de ser pura imagen, se recrea en lo visual y juguetea con la misma de manera que la trama puede supeditarse a ella o, por qué no, ser netamente prescindible. El riesgo de caer en ello es importante, desde luego, y se puede caer en un mero postureo visual en el que el director acaba “pasando” del guion, de la palabra –ojo, que un guion no tiene por qué constar única y necesariamente de palabras, de diálogos, sino que también puede estar elaborado a partir de imágenes–; entonces es cuando, se dice, todo un castillo de naipes –de imágenes, en este caso– se hunde y cae por tierra. También puede suceder, cómo no, que un exceso de “verbosidad”, una serie de diálogos y palabreos encadenados asfixien una historia y la conduzcan a la inanidad. O una combinación de estos y otros aspectos. Un ejemplo es Grand Piano (Eugeni Mira, 2013), portentosa película con guion de Damien Chazelle (ya sabéis, el director de Whiplash y La La Land) que construye de manera preciosista y paulatina una trama muy interesante y que, en sus últimos veinte minutos, cae estrepitosamente, hasta el punto de que uno se lamente por lo magnífica película que habría sido si hubiera seguido por esa línea que parecía ir a un buen final. Otro caso, no tan dramático, es La mejor oferta (Giuseppe Tornatore, 2013), en la que, en cuanto al elemento visual, el espectador puede acabar sufriendo un particular síndrome de Stendhal cinematográfico y en la que el desarrollo y especialmente la resolución de la trama se ven venir a legua. Lástima, se dice quien esto escribe, pues estamos antes dos estupendas películas… fallidas, como El amante doble, lo último de ese director tan inclasificable como es François Ozon, quizá de los pocos o el único que ha trabajado con las grandes actrices del cine francés de los últimos cincuenta y sesenta años.

Canciones para el nuevo día (2296/1525): "Don't Leave Me This Way"

Thelma Houston - Don't Leave Me This Way

Disco: Any Way You Like It (1976)

 

8 de septiembre de 2017

Crítica de cine: Churchill, de Jonathan Teplitzky

Crítica publicada previamente en Fantasymundo.

O a mí me lo parece o últimamente asistimos a una Churchillmanía en el cine y la televisión. Un personaje como Winston Churchill bien lo vale, considerado por los británicos como el mejor primer ministro que han tenido en su historia. Un hombre que, con sus destacables luces y también sus muchas sombras, se ha erigido en un icono, incluso en el británico del milenio; un tipo con una personalidad arrolladora y una tenacidad a prueba de crisis y guerras; en momentos de emergencia nacional, nada como Winston para asumir las riendas del Gobierno. En la aclamada serie The Crown (Netflix, 2016-), John Lithgow compuso a un Churchill antológico, el primer primer ministro que tuvo Isabel II cuando accedió al trono en 1952, ya en un estado de salud muy débil pero que aún resistió tres años al frente del Gobierno. En la película para televisión Churchill’s Secret (ITV, 2015), Michael Gambon interpretó al Churchill de ese mismo período inicial de Isabel II y con una trama que se pasaba más o menos de soslayo en la serie: los meses del verano de 1953 en que estuvo ausente de Downing Street por los gravísimos problemas de salud, hecho que se ocultó a la opinión pública. En enero de 2018 está previsto el estreno en nuestro país de El instante más oscuro (dirigida por Joe Wright), película en la que Gary Oldman se pone en la piel de Winston Churchill en el trascendental mes de mayo de 1940, cuando fue nombrado primer ministro: el período en el que Winston Churchill se convirtió en el Winston Churchill icónico que ha pasado a la historia; podemos anticipar que el guion, a cargo de Anthony McCarten, se ha convertido en un magnífico y muy recomendable libro que publicará la editorial Crítica este otoño. Pero llega ahora las salas de cine Churchill, dirigida por el australiano Jonathan Teplitzky.

Canciones para el nuevo día (2295/1524): "Never Can Say Goodbye"

Gloria Gaynor - Never Can Say Goodbye 

Disco: Never Can Say Goodbye (1975)