No tengo reparos en admitir que fui de aquellos lectores que cuando aparecieron las primeras noticias sobre la revista Desperta Ferro mis primeras impresiones fueron bastante escépticas, por no decir gélidas. ¿Otra revista de historia? ?Y de qué va? ¿Historia militar? Ufff, más batallitas, panoplias, movimientos de tropas... Pero cuando pude hojear uno de los primeros números, mi valoración varió. Para empezar, no es, como temía, una revista exclusivamente para fans (o incluso freaks) de la historia militar a palo seco. En segundo lugar, seduce por los ojos: la cabecera no sólo se ha distinguido por regalarnos magníficas estampas e ilustraciones (y eso que yo soy, en este sentido, más de palabras que de imagen), a cargo de especialistas en la materia (quién no conoce a Augusto Ferrer Dalmau, el gran "pintor de batallas" actual, por mencionar a uno de los diversos y buenos ilustradores que colaboran con la revista), sino que también te deja con la boca abierta (así, literalmente) con siempre unos magníficos y completísimos mapas a cargo de, por ejemplo, Carlos de la Rocha. And last but not least, y para el caso que me interesa, por los artículos: textos a cargo de profesores universitarios, jóvenes investigadores y, más a menudo de lo que uno está acostumbrado a leer en otras revistas, por autores internacionales de relevancia. Con todo esto, cómo no quedar seducido por una revista que, tras dos años de presencia física en librerías, tiendas especializadas y quioscos, se ha convertido ya en un referente en cuanto a la divulgación histórica y militar en nuestro país.
Por tanto, tras los parabienes que compartimos todos los que nos hemos acercado en un momento y otro a hojear y leer sus páginas, he aquí que el equipo editorial que ha dedicado muchas horas de esfuerzo en esta revista decide apostar por otra cabecera. Si inicialmente Desperta Ferro se centró en los períodos antiguo y medieval, en diciembre inicia una nueva andadura con una cabecera dedicada a los siglos modernos y contemporáneos, poniendo como límite el final del siglo XIX. Tal proyecto bien merecía una ronda de presentaciones del nuevo proyecto y una valoración de la primera cabecera. Y es lo que Alberto Pérez y Javier Gómez, coeditores de la revista junto al mencionado Carlos de la Rocha, han realizado en este mes de septiembre de 2012. Hubo una presentación en Madrid el día 21 y se produjo otra en Barcelona el pasado día 28. A esta acudió quien escribe esta crónica, confiando en que los lectores de la revista acudan a presentaciones en otras ciudades de la geografía española que los editores tienen previsto realizar.
Pero vayamos por partes. La presentación de la nueva cabecera de la revista, Desperta Ferro - Moderna se celebró en el fórum de la FNAC del Triangle de la ciudad condal. Servidor se acercó al centro comercial con antelación, para, ya de paso, cotejar novedades editoriales en la revista. A las seis y media pasadas bajé al fórum; aún no estaban abiertas las puertas de la sala pero ya se podía ver a los miembros de los grupos de recreación histórica Propugnatores Barcinonenses y Voluntarios de Madrid vistiéndose con sus uniformes. De entrada, una propina, pues: la presentación estaría acompañada por varios de estos esforzados recreacionistas, en este caso diversos soldados romanos bajo-imperiales (amén de un ciudadano barcinonense y su esposa), así como un soldado de época napoleónica. Fui a darme un garbeo y volví, para comprobar que ya una cola de asistentes se estaba formando; suerte que tuve de llegar con antelación, porque la cola creció, la sala después se llenó y muchos tuvieron que quedarse de pie. La presentación, a cargo de Alberto y Javier, contaba también con la presencia del profesor Francisco Gràcia, catedrático de Prehistoria y Protohistoria de la Universidad de Barcelona (que "sufrí" en la carrera hace ya demasiados años para recordarlo). El profesor Gràcia inició la presentación, destacando la "locura" de aquellos muchachos por un proyecto de tal envergadura y temática en tiempos de crisis, su agradable sorpresa por los contenidos que ofrecía y su entusiasta respuesta ante una cabecera que hacía falta en el mercado hispano, prácticamente un páramo en cuanto a la divulgación histórica de calidad. Destacó sobre todo la calidad de los artículos y el aparato gráfico, el hecho de que tantos profesores universitarios colaboren en la revista (y que incluso, según le consta, utilicen los mapas en clase) y la agradable circunstancia de que l mundo universitario en general ha recibido con los brazos abiertos una revista como Desperta Ferro.
Alberto Pérez asumió la valoración de los tres años de existencia de la revista primigenia, Desperta Ferro - Antigua y Medieval. Destacó los aspectos que pretendían ofrecer desde el principio a los futuros lectores: artículos de calidad, no centrados en aspectos estrictamente militares, sino también en cuestiones como las mentalidades de los soldados, el modo de vida y los aportes más recientes de la investigación; presencia de autores nacionales e internaciones, para lo cual desde el principio realizaron una amplia ronda de contactos que, con el tiempo, no sólo se han consolidado sino también ampliado; la apuesta decidida por ilustraciones y una cartografía de enorme calidad, que es una de las señas de distinción de la revista; un márketing que se centró inicialmente en redes sociales y páginas y foros especializados (como Hislibris) y en la negociación con distribuidores y libreros; y, seguramente dejándome más cosas en el tintero, una clarísima apuesta (quizá suicida, pero servidor aplaude con fervor) por el papel como medio y carta de presentación de la revista en estos tiempos de audacias digitales de todo tipo; un papel cuché que ha ido mejorando con los diversos números. El proyecto editorial empezó con mucha ilusión y pronto se vieron desbordados por un éxito que, digámoslo claramente, ha superado muchas expectativas. No sólo han agotado ediciones (incluso reediciones), sino que se pueden permitir ahora salir al mercado con una tirada de, ojo, diez mil ejemplares. Impresionante. Y, digámoslo también con la voz muy alta, es un éxito esperado: hacía falta una revista como Desperta Ferro en España. Este éxito, pues, impulsó al equipo editorial a ser más ambiciosos y trabajar desde entonces en una cabecera dedicada a la amplia historia moderna (de las Guerras de Italia en el siglo XVI a quien sabe si la Guerra de Cuba de 1898). Una primera prueba fue el número extra sobre la Guerra de los Treinta Años publicado hace unos meses . Prueba de fuego o no, estaba claro que la revista no se iba a quedar ahí.
Y siendo este el particular "caramelo" para los lectores, Javier Gómez se encargó de la presentación de la nueva cabecera. Había ganas, decía, de abarcar más temas, más períodos históricos, de seguir ofreciendo números de calidad para los ya lectores habituales de la revista. Y nos presentó un avance de los números de Desperta Ferro - Moderna para diciembre de 2012 y todo 2013: seis números dedicados a las guerras de Flandes, los inicios de la Guerra de Secesión norteamericana, la Guerra de Sucesión española, Napoleón contra Europa en 1813, Japón y la batalla de Lepanto. Y me dejo un número que ya ha salido dedicado a la Guerra de Independencia. La intención de esta cabecera es alternar temas europeos (y extraeuropeos) con otros de cariz peninsular; así, por ejemplo, el número dedicado a la Guerra de Sucesión española estará centrado en el conflicto peninsular. Y todo ello con los elementos habituales en la revista: artículos variados y de calidad (siempre con la vertiente divulgativa en la retina), ilustraciones y mapas, secciones dedicadas a grupos de reconstrucción y recreación históricas, reseñas de libros, comentarios de videojuegos, etc. Bueno, lo que os encontráis en cada número.
La presentación digital de las dos cabeceras aún hizo salivar más a quienes estábamos en la sala: contemplar ilustraciones y mapas que ya hemos hojeado en papel y tener ya ganas de que llegue el nuevo proyecto a tenor de los avances que se nos iban ofreciendo a nuestros ojos... Se remató el acto con la presencia de los Propugnatores Barcinonenses y los Voluntarios de Madrid, que comentaron (hasta donde yo estuve) la evolución de la panoplia y los uniformes de varios soldados romano bajo-imperiales; o, para el caso del soldado napoleónica, las incomodidades del calzón, las polainas o la mochila (de madera), así como las utilidades de la cartuchera y el origen del bicornio.
A estas alturas de la película... qué os voy a contar que no sepáis ya de Desperta Ferro. Si acaso, animaros a que acudáis a las próximas presentaciones que realicen en diversas ciudades españolas y a seguir disfrutando de una revista como esta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario