[22-VI-2009]
En 1994 Kevin Smith, un joven y desconocido director de cine, realizó Clerks,
su opera prima, ambientada en un badulaque de Nueva Jersey durante un
día. El protagonista era Dante Hicks (Brian O'Halloran), un joven
perdedor que no sabe lo que quiere de la vida, bien acompañado de su
amigo Randal (Jeff Anderson), que pasa más tiempo en el antro de Dante
que en su propio curro, y a menudo "asaltados" por dos camellos de tres
al cuarto, Jay (Jason Mewes) y Bob el Silencioso (el propio Kevin
Smith). A través de unos diálogos ágiles y ácidos, Smith nos planteaba
la situación de una serie de individuos sin rumbo en una ciudad de Nueva
Jersey, estado natal del director y escenario de todas sus películas.
La película, de reducidísimo presupuesto (se hizo en blanco y negro para
ahorrar costes) fue un éxito y le abrió las puertas al amigo Kevin para
nuevas realizaciones: la prescindible Mallrats (1995), la soberbia Persiguiendo a Amy (1997, su mejor película hasta ahora), la irreverente Dogma (1999, con la que me reí muchísimo), la gamberra Jay y Bob el silencioso contraatacan (2002) y Una chica de Nueva Jersey
(2004, que no he visto). Vistos sus últimos batacazos (sobre todo en
crítica), Kevin Smith decidió en 2006 recuperar a los personajes de su
primera película y realizó Clerks II, divertida pero algo falta de la chispa inicial. Y ahora, vuelve a la comedia gamberra y procaz con ¿Hacemos una porno?
Zach (Seth Rogen, ya "especialista" en comedias gamberras) y Miri
(Elizabeth Banks), antiguos compis de instituto, viven juntos. Él
trabaja de camarero en un local estilo Starbucks. Van sobreviviendo,
comprando por internet artículos del todo inútiles, pero se les acumulan
las facturas. Su vida social no es mucho mejor; incluso pasan algo
desapercibidos en la fiesta del 10º aniversario de la graduación, donde
recuerdan momentos como marginados en el instituto (a destacar el papel
de Justin Long como el novio - y actor gay - de quien fue la estrella
deportiva del instituto). Pero la cosa toca fondo cuando les cortan agua
y luz. ¿Qué hacer? A Zach se le enciende la bombilla: ¿y si rodamos una
peli porno?
A partir de aquí comienza la parte más absurda de la película: el
casting, el guión, las primeras escenas de rodaje,... Ya os podéis
imaginar, los que hayáis visto películas de Kevin Smith, por dónde van
los tiros. Jason Mewes (Jay en otras películas) hace esta vez de un
actor con "dotes interpretativas" aunque con la sesera algo vacía. Jeff
Anderson (Clerks y Clerks II)
interpreta al cámara. Craig Robinson interpreta al "productor" (y compi
de curro de Zach) negro y con el rollo racial. Smith recupera a la
pornostar Traci Lords para un papel en la película. Como no podía ser
menos, el rollo Star Wars tiene que aparecer de alguna manera en una
película de Kevin Smith, y esta no podía ser menos: Zach y Miri planean
rodar una parodia porno de la saga, Star Warras, pero, claro, las cosas se complican...
El guión es fresco, procaz, gamberro, como ya nos tiene acostumbrados
Smith. Pero, la cosa se desmanda un poco en la parte final. El
gamberrismo se convierte en una comedia romántica al uso; de hecho, se
ha tildado a Smith de mojigato conservador en la evolución de la trama,
desde un lenguaje made in Jay y Bob el Silencioso a una historia tópica y
típica. ¿Cómo es posible, dicen, que la cosa empiece de una manera
gamberra y al final, prácticamente, se olvide el estilo original para,
prácticamente, que la chica de la peli porno se acabe casando?
Posiblemente, estas críticas no estén faltas de razón, pero, amigos, se
trata de una comedia para pasar el rato, ¿qué más quieren?
En resumen, pasas una hora y media bastante entretenido, te ríes con el
desparpajo de los personajes y con las situaciones (no perderse los
títulos de crédito finales, por cierto). Es el estilo Kevin Smith,
aunque anteriores películas estuvieron mejor (Persiguiendo a Amy, por ejemplo) que la presente. Pero, ¿quién da más?
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