12 de enero de 2019

Reseña de Tintín-Hergé: una vida del siglo XX, de Fernando Castillo


«¡Por los bigotes de Plekszy-Gladz!».

Inevitablemente una reseña como esta tiene un componente personal evidente. Como muchos tintinófilos (sin necesidad de caer en una cierta tintinolatría), me acerqué a los cómics de Hergé (Georges Remi, 1907-1983) en mi más tierna infancia. Lo curioso es que a día de hoy no poseo ni siquiera un ejemplar de los 23 álbumes publicados sobre las aventuras de Tintín (y eso si no contamos el vigésimo cuarto, Tintín y el Arte-Alfa, incompleto): siempre los he leído de prestado o in situ en bibliotecas de barrio o en librerías. No me preguntéis por qué nunca he tenido tal tentación (por eso no me acabo de considerar un tintinólatra); lo cierto es que nunca tuve la necesidad y si acaso he releído los diversos álbumes, sin orden ni concierto, ha sido, lo dicho, en bibliotecas o librerías.  No guardo un recuerdo especial de cuándo fue la primera vez que un cómic de Tintín cayó en mis manos: debía de tener diez u once años, posiblemente fuera en la biblioteca del centro cívico de La Sedeta, un centro de enseñanza de la parte baja del barrio de Gràcia barcelonés, adonde acudía con algunos compañeros de clase al salir del colegio para echar unas canastas, chutar un balón de fútbol o, después, hacer los deberes de cada día. Siempre me sobraba un rato para leer cómics como los de Tintín, Astérix o el mítico Cavall Fort (los lectores catalanes de esta reseña que sean más o menos de mi edad recordarán este tebeo). Tintín siempre caía en uno de esos ratos; las relecturas fueron constantes, hasta el punto de que sus diálogos, en catalán (nunca me he acostumbrado a leer a Tintín en otra lengua que no fuera ésta), con los exabruptos del capitán Haddock, forman parte de mis recuerdos infantiles y juveniles.

11 de enero de 2019

Canciones para el nuevo día (2645/1864): "Marcha eslava"

Piotr Illich Chaikovski - Marcha eslava 

Disco: Tchaikovsky: Overture 1812 / Cappriccio Italien / Swan Lake / Marche Slave (1993)


8 de enero de 2019

5 de enero de 2019

Efemérides historizadas (XXXIV): 5 de enero de 1477 - muerte en combate de Carlos el Temerario, duque de Borgoña

Un 5 de enero de 1477 murió en combate el duque de Borgoña (y muchos más títulos), Carlos I, apodado “el Temerario”. Su muerte tuvo lugst durante el sitio de Nancy, capital de la Lorena, durante la guerra que mantuvo con su duque, Renato II, con quien se las tenía desde unos años atrás y en medio de un conflicto que comenzó con ambos aliándose contra el rey francés Luis XI (“la Araña Universal”). La contienda entre ambos duques se había mezclado con las viejas querellas entre el conglomerado de ducados, condados y principados que acabarían formando un "Estado" borgoñón, embrión de un imperio, y el reino de Francia en esa zona central, de los Países Bajos a Suiza, que siglos atrás fue el breve reino de la Lotaringia (855-900). La “segunda Lotaringia”, por así llamarla, se había convertido en un peligroso enemigo para la Francia de Luis XI, que aprovechó la muerte de Carlos para apropiarse de un feudo, el ducado de Borgoña, que su tatarabuelo Juan II hsbía entregado asu hijo Felipe II el Atrevido en 1363. La semilla del Estado borgoñón surgió entonces, engrandecida por el matrimonio de Felipe con la condesa Margarita de Flandes, que aportó a este matrimonio los condados de Borgoña (la “otra” Borgoña), Nevers y Artois.

4 de enero de 2019

Canciones para el nuevo día (2640/1859): "Pedro Navaja"

The Jazz at Lincoln Center Orchestra with Wynton Marsalis ft. Rubén Blades - Pedro Navaja 

Disco: Una noche con Rubén Blades (2018)


31 de diciembre de 2018

2018 (y III): un año de libros


The Library of Ice: Readings from a Cold Climate, de Nancy Campbell (Scribner, 2018) 

Built: The Hidden Stories Behind our Structures, de Roma Agrawal (Bloomsbury, 2018) 

The Habsburg Empire. A New History, de Pieter M. Judson (Harvard University Press, 2016) 

Hadrian’s Wall: Rome and the Limits of Empire, de Adrian Goldsworthy (Head of Zeus, 2018) 

1064, Barbastro. Guerre sainte et djihâd en Espagne, de Carlos Laliena Corbera y Philippe Sénac (Gallimard, 2018)
Terminamos los repasos de este 2018 con el último apartado: el de los libros. Han sido noventa a lo largo del año, predominando el ensayo histórico, que es mi ámbito de especialidad. No faltaron novelas (13), pero cada vez son menos y de autores de los que, digamos, me pueda "fiar"; he querido incluir al menos una en la selección final, siquiera para cubrir esa cuota, infrarrepresentada en los "20+1" títulos finalmente escogidos, lo reconozco. Pero es que cada vez tengo menos tiempo para leer novelas, y si acaso las leo para descongestionar un poco ("esponjar el cerebro", que decía una profesora mía) ante tanto libro especializado. De alguna de ellas, como Yo Julia de Santiago Posteguillo, flamante Premio Planeta, intuía por donde iban los tiros y la reseña resultante ha sido muy elocuente acerca de los peligros y la deriva de una parte de la novela histórica actual (por muchos lectores, a menudo fans irredentos, que tenga).

Canciones para el nuevo día (2636/1855): "New Year's Eve"

Pale Waves - New Year's Eve 

Disco: My Mind Makes Noises (2018)

30 de diciembre de 2018

2018 (II): un año de series de TV

La peste (Movistar+) – 1ª temporada
Counterpart (Starz) – 1ª temporada
Fariña (Atresmedia) – única temporada
The Good Fight (CBS) – 2ª temporada
Algo en que creer (DR) – 1ª temporada
Acaba 2018, ya le quedan horas, más que días. ¿Y qué nos ha deparado este año a nivel serial? Para mí ha sido un año intenso y en el que he dado el salto a más plataformas: de unirme a Netflix y Amazon Prime en 2017, este año sumé HBO España: las tres han nutrido la mayoría de series que he visionado este año, además de las cadenas en abierto. En total, y también ha sido un salto cuantitativo  respecto al anterior año: superan el centenar las que he podido degustar en estos últimos doce meses entre temporadas regulares (de los 22 a los 24 episodios anuales a las cada vez más extendidas de 10 a 13 capítulos por temporada), las miniseries (o series limitadas, como dicen allende el charco) y las series de antología. Pero, ¿más significa mejor? No necesariamente, pues en algunos casos no he podido evitar ver temporadas con el piloto automático o mientras hacía otras tareas /son "series para planchar"); desde luego hay series que se prestan a ello, las tienes de música de fondo, las escuchas más que las ves y de tanto en tanto levantas la mirada de lo que estés haciendo y la fijas en la pequeña pantalla. Y hay series, muchas, que requieren tu atención absoluta o que te atrapan desde el primer minuto y no puedes apartar la mirada. De todo hay en la pequeña pantalla...

29 de diciembre de 2018

2018 (I): un año de cine

Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh
Sin amor, de Andrey Ziyagintsev
Los archivos del Pentágono, de Steven Spielberg
Yo, Tonya, de Craig Gillespie
El hilo invisible, de Paul Thomas Anderson
Termina un 2018 que, en cuanto a cine, no ha tenido el brillo que desbordan (en general) las series de televisión. Si en el caso de éstas podría haber elegido otra selección con calidad similar a las finalmente seleccionadas, en el caso del cine me ha costado más escoger los "20+1" títulos que definirían, cinematográficamente hablando, el año. Y no es que no hayamos tenido películas "buenas": haberlas, haylas, pero debo ir más allá (afortunadamente) del ámbito meramente anglosajón y hollywoodiense para encontrar cintas que perduren en mi memoria; de esas que realmente aporten algo, ya por tema, interpretación o alardes de realización. Prácticamente la mitad de lo seleccionado es cine europeo y me sabe mal no haber incluido alguna española: Las distancias de Elena Trapé podría haber estar en la lista final. El cine de superhéroes, las franquicias y las sagas se llevan la parte del león en lo que a expectativas del público en general se refiere... y dan ofrecen resultados. Sí, lo reconozco sin rubor alguno, Vengadores: Infinity War nos dejó traspuestos en la butaca de cine, pero tampoco es de esas películas (al menos en mi caso) que deje demasiado poso más allá de los fuegos artificiales; Thanos se reveló como el mejor villano de las películas Marvel hasta ahora presentadas (tampoco era muy difícil), pero no hay mucho más. Cierto es que entretiene, pero nadie se habría molestado si no se hubiera rodado Han Solo: una historia de Star Wars. Y a nivel de animación, Los Increíbles 2 se quedó en una película con una trama a la que le falta bastante sentido (dentro de lo que es, claro está) y queda lejos de su antecesora. Pixar sigue haciendo películas muy resultonas, pero hay que irse a Del revés (Inside Out) de 2015 para buscar una gran película de las suyas. Y en cuanto a Deadpool 2: acabé saturado del humor gamberro, que acaba por ser rutinario.