30 de septiembre de 2016

Reseña de Sexo y poder en Roma, de Paul Veyne

Dicen los clásicos que Rómulo y Remo, dejados en una cesta en el río Tíber por su madre Rea para evitar que fueran asesinados por su malvado y usurpador tío Amulio, fueron amamantados por una loba, Luperca. Luego fueron recogidos por una pareja de pastores, que los criaron, y al crecer repusieron a su abuelo Numitor en el trono de Alba Longa. Y más tarde crearon su propia ciudad en el lugar donde les encontrara la loba. Y surgió Roma y… lo demás es historia. Pero lo que nos interesa de esta leyenda es que la loba que amamantó a los gemelos quizá no era un canis lupus al uso, sino una lupa o la palabra con la que los romanos designaban a una prostituta. Quizá Luperca (que lleva en su nombre la denominación del animal y de su oficio) se dedicara a satisfacer a posibles clientes entre los pastores y agricultores de la zona. Quién sabe. La historia no es siempre como nos la han contado. Paul Veyne (n. 1930) es un historiador francés ya jubilado que durante años ha nadado en las aguas de la historia antigua, griega y romana, bebiendo también de los ríos de la sociología y la filosofía. Suyos son libros ya clásicos como Le pain et le cirque. Sociologie historique d’un pluralisme politique (Éditions du Seuil, 1976), que reclama a gritos una traducción castellana, La elegía erótica romana (FCE, 1991, reed. 2006), La sociedad romana (Mondadori, 1999), Los misterios del gineceo (Akal, 2003) u obras recientes como Séneca, una introducción (Marbot, 2008) y El imperio grecorromano (Akal, 2009). Y ahora nos llega Sexo y poder en Roma (Paidós, 2010), un librito (si nos dejamos llevar por el modo como el tomito que el poeta Catulo dedicara a Cornelio Nepote) con mucha enjundia.

Efemérides historizadas (XXVII): 30 de septiembre de 1399 - deposición de Ricardo II de Inglaterra y proclamación de Enrique IV

Un 30 de septiembre de 1399 Enrique de Bolingbroke, duque de Lancaster, fue proclamado rey de Inglaterra como Enrique IV, tras deponer el Parlamento a su primo, Ricardo II, que fue recluido en prisión y asesinado en extrañas circunstancias en febrero de 1400. Todo empezó con un desafío, en la más medieval tradición del torneo, y en la que medió el rey Ricardo II. Enrique era hijo de Juan de Gante, primer duque de Lancaster, y Ricardo de Burdeos era hijo de Eduardo, conocido como el ‘Príncipe Negro’, hermano de Juan y heredero del trono del padre de ambos, Eduardo III. La muerte de este “oscuro príncipe” en 1376 dejó a Ricardo como heredero del trono que ocuparía al morir el anciano rey un año después. Se inició una regencia (de hecho, aunque formalmente no de nombre), pues Ricardo tenía diez años de edad, en manos de Juan de Gante. Ricardo y Enrique tenían la misma edad y se educaron juntos, aunque sus caminos no estaban destinados a converger… a priori. La nobleza inglesa se opuso al poder de Lancaster y Ricardo, con 14 años de edad, dio por finalizada su minoría de edad en 1381 e inició su reinado ‘de facto’ con una política de asunción de todo el poder en sus manos y en contra de los grandes señores feudales (como su tío Juan de Gante), siendo una de las causas de su caída como monarca casi dos décadas después.

Canciones para el nuevo día (2050/1279): "Send Me an Angel"

Scorpions - Send Me an Angel

Disco: Crazy World (1990)

29 de septiembre de 2016

Efemérides historizadas (XXVI): 29 de septiembre de 522 a.C. - Darío I de Persia asesina al falso Esmerdis

Un 29 de septiembre de 522 a.C. el príncipe persa Darío (Dārayawuš, en persa antiguo), emparentado con la familia real aqueménida, mató al mago Gaumata, el llamado falso Esmerdis –o Bardiya, el nombre persa–, hermano del rey persa Cambises II, y a quien años atrás se había hecho pasar por éste y lo había asesinado. O según trata de contarnos el propio Darío en una de esas “versiones oficiales” que deja la historia de tanto en tanto. Todo empezó, según Heródoto, con la muerte de Bardiya, ordenada por Cambises II antes de partir para su campaña contra Egipto. El historiador griego cuenta que el rey persa estaba enajenado y que, además de matar a su hermano, cometió diversas barbaridades en Egipto, incluido el haber hecho matar el sagrado buey Apis (y sus sacerdotes) en Menfis. ¿Leyenda negra del rey persa? Quién sabe. Heródoto se pone chismoso a veces y se fía de fuentes que no ha contrastado, y en este caso sigue la “versión oficial” de Darío. La hybris de Cambises tendría su particular némesis, y en este caso fue la usurpación de su trono: mientras se encontraba en Egipto, en el año 522 a.C., un mago (sabio persa) llamado Gaumata se hizo pasar por Bardiya y se proclamó rey, logrando el apoyo de parte de la nobleza aqueménida, un hecho muy preocupante para Cambises, aislado en Egipto.

Canciones para el nuevo día (2049/1278): "Rock the Night"

Europe - Rock the Night

Disco: The Final Countdown (1986)

 

26 de septiembre de 2016

Efemérides historizadas (XXV): 26 de septiembre de 1960 - primer debate Nixon-Kennedy

Un 26 de septiembre de 1960 tuvo lugar el primero de los cuatro debates televisados entre los candidatos Richard M. Nixon (republicano) y John F. Kennedy (demócrata) a la presidencia de los Estados Unidos de América. Fue, de hecho, el primer debate entre dos candidatos presidenciales emitido por televisión, tuvo una audiencia estimada de 70 millones de espectadores (un 60% de la población adulta del país) y, desde luego, cambió la historia de las campañas electorales de todo el mundo… y de la propia televisión. De hecho, fueron también los primeros debates cara a cara entre dos candidatos; el precedente más cercano fueron los debates entre Abraham Lincoln y Stephen Douglas en las elecciones al Senado de 1858. Las elecciones presidenciales en noviembre de 1960 fueron muy reñidas, aunque de partida Nixon era el favorito en la encuestas y gozaba del prestigio que suponía haber ostentado la vicepresidencia (a pesar de que su labor como tal más bien fue mediocre) durante el mandato de un muy popular Ike Einsenhower, desde enero de 1953. La trayectoria política de Kennedy durante sus casi quince años en Washington, sin embargo, fue limitada e incluso contraproducente: apoyó a Joe McCarthy en algunas votaciones del Senado, antes de darse cuenta de que éste era una figura caduca. Su escasa experiencia en política, a la que había llegado al finalizar la Segunda Guerra Mundial como sustituto de su fallecido hermano Joseph, se notaría en algunos de los cuatro debates televisados, pero, a diferencia de Nixon, se adaptó enseguida al medio.

Canciones para el nuevo día (2046/1275): "Shelter Me"

Joe Cocker - Shelter Me

Disco: Joe Cocker Live (1990)

23 de septiembre de 2016

Efemérides historizadas (XXIV): 23 de septiembre de 1122 - firma del Concordato de Worms y resolución de la "querella de las investiduras"

Un 23 de septiembre de 1122 el emperador germánico Enrique V y el papa Calixto II firmaron el Concordato de Worms, que pone fin a la llamada “querella de las investiduras” que había enfrentado a Imperio y Papado en el último medio siglo a causa de la provisión y control de obispados, abadías y beneficios eclesiásticos. Un tema clásico que jalona la historia de la Cristiandad en la Edad Media y que significa un antes y un después en las relaciones entre Iglesia y Estado. Todo empezó con la aclamación popular (fuera de la elección propia en el colegio cardenalicio) de Hildebrando Aldobrandeschi como papa en abril del año 1073 con el nombre de Gregorio VII. Durante los doce años de su convulso papado, Gregorio VII inició una reforma de la Iglesia de gran calado, cuyos resultados no pudo ver en vida, tratando de acabar con el cesaropapismo de los emperadores salios llevaban imponiendo desde varias décadas atrás, sin cortapisas y ante una institución papal débil e impotente. La creación de la orden de Cluny, siglo y medio antes (y ya comentada la efeméride de la fundación de la abadía hace un par de semanas) forma parte de un despertar reformador que trataba de liberar las órdenes monásticas, y el control de monasterios y abadías, del control temporal o de la influencia episcopal (a su vez sometida a no poco señores feudales).

Canciones para el nuevo día (2045/1274): "Waiting On A Sunny Day"

Bruce Springsteen - Waitin' on a Sunny Day

Disco: The Rising (2002)

 

21 de septiembre de 2016

Reseña de Manifiesto por la Historia, de Jo Guldi y David Armitage

En este libro breve que publica Alianza Editorial y que asume la forma de un manifiesto, Jo Guldi (Brown University) y David Armitage (Harvard University) reflexionan sobre el papel de la Historia en la actualidad, sus problemas presentes –la «crisis de las humanidades», la dictadura del short-term (o cortoplacismo), la visión no útil de la disciplina en los gobiernos, empresas y think tanks– y los desafíos que plantea la recuperación de la longue-durée (la larga duración) de Annales y Fernand Braudel para analizar conceptos como el cambio climático, la gobernanza, la desigualdad y el manejo de una inabarcable masa documental (Big Data) en la actualidad. Versión impresa del texto en un portal creado por Cambridge University Press, disponible on line. Es curioso que nos reencontremos con viejos planteamientos braudelianos como la longue-durée… y sin embargo en la actualidad quizá sea un elemento muy necesario en los estudios históricos. Guldi y Armitage analizan cómo en una disciplina como la Historia se ha asentado el método de la microhistoria de décadas anteriores en tesis doctorales e investigaciones, acortándose los períodos a analizar. Si hace unas décadas se planteaban estudios de procesos que se producen a lo largo de varios siglos, en la actualidad se tiende al cortoplacismo (pocas décadas e incluso años), con conclusiones que apenas tienen en cuenta las dinámicas evolutivas del paso del tiempo; se tiende, además, a estudios hiperespecializados y temas muy concretos que no permiten una análisis de larga duración, y que en muchas ocasiones benefician a otras disciplinas como la economía.

Canciones para el nuevo día (2043/1272): "The Passenger"

Iggy Pop - The Passenger

Disco: Lust for Life (1977)

 

20 de septiembre de 2016

Efemérides historizadas (XXIII): 20 de septiembre de 1792 - la "nación francesa" gana la batalla de Valmy

Un 20 de septiembre de 1792 tuvo lugar una de las batallas menos decisivas de la historia, pero con enormes consecuencias para uno de sus contendientes: el ejército francés al mando del general Charles François Dumouriez derrotó (o más bien provocó la extraña retirada de) al ejército coaligado de prusianos y austriacos en Valmy, en la región de la Champagne. Una batalla que se distinguió por ser diferente: todo lo decidieron los cañones, apenas hubo combate entre los soldados de infantería; los prusianos avanzaron pero vieron que los franceses mantenían prietas las filas y se retiraron, dejando el campo de batalla y la extraña victoria en manos de los franceses. ¿Por qué? Quedará siempre esa duda. Pero con Valmy nació una idea: la de un ejército "nacional", de la nación francesa. Todo empezó con el estallido de la Revolución francesa en el verano de 1789, pero las cosas se pusieron candentes cuando, tras el intento de huida de Luis XVI y su familia de París, detenidos en Varennes, las monarquías absolutistas de Austria (a fin de cuentas el emperador José I era cuñado del rey francés), se produjo la declaración francesa de guerra a Austria en 1792. Ya previamente, en agosto de 1791 y mediante una declaración oficial de José I y Federico Guillermo II de Prusia, se lanzó un velado ultimátum a la Asamblea Nacional Constituyente francesa, que ostentaba la soberanía del reino, para que se volviera al status quo ante revolutionem, amenazando con una formal declaración de guerra, invasión del país y restauración del poder de los Borbones.