6 de octubre de 2016
5 de octubre de 2016
4 de octubre de 2016
3 de octubre de 2016
30 de septiembre de 2016
Reseña de Sexo y poder en Roma, de Paul Veyne
Dicen los clásicos que Rómulo y Remo,
dejados en una cesta en el río Tíber por su madre Rea para evitar que
fueran asesinados por su malvado y usurpador tío Amulio, fueron
amamantados por una loba, Luperca. Luego fueron recogidos por una pareja
de pastores, que los criaron, y al crecer repusieron a su abuelo
Numitor en el trono de Alba Longa. Y más tarde crearon su propia ciudad
en el lugar donde les encontrara la loba. Y surgió Roma y… lo demás es
historia. Pero lo que nos interesa de esta leyenda es que la loba que
amamantó a los gemelos quizá no era un canis lupus al uso, sino una lupa
o la palabra con la que los romanos designaban a una prostituta. Quizá
Luperca (que lleva en su nombre la denominación del animal y de su
oficio) se dedicara a satisfacer a posibles clientes entre los pastores y
agricultores de la zona. Quién sabe. La historia no es siempre como nos
la han contado. Paul Veyne (n. 1930) es
un historiador francés ya jubilado que durante años ha nadado en las
aguas de la historia antigua, griega y romana, bebiendo también de los
ríos de la sociología y la filosofía. Suyos son libros ya clásicos como Le pain et le cirque. Sociologie historique d’un pluralisme politique (Éditions du Seuil, 1976), que reclama a gritos una traducción castellana, La elegía erótica romana (FCE, 1991, reed. 2006), La sociedad romana (Mondadori, 1999), Los misterios del gineceo (Akal, 2003) u obras recientes como Séneca, una introducción (Marbot, 2008) y El imperio grecorromano (Akal, 2009). Y ahora nos llega Sexo y poder en Roma (Paidós, 2010), un librito (si nos dejamos llevar por el modo como el tomito
que el poeta Catulo dedicara a Cornelio Nepote) con mucha enjundia.
Efemérides historizadas (XXVII): 30 de septiembre de 1399 - deposición de Ricardo II de Inglaterra y proclamación de Enrique IV
Un 30 de septiembre de 1399 Enrique de
Bolingbroke, duque de Lancaster, fue proclamado rey de Inglaterra como Enrique IV, tras
deponer el Parlamento a su primo, Ricardo II, que fue recluido en
prisión y asesinado en extrañas circunstancias en febrero de 1400.
Todo empezó con un desafío, en la más medieval tradición del torneo,
y en la que medió el rey Ricardo II. Enrique era hijo de Juan de Gante,
primer duque de Lancaster, y Ricardo de Burdeos era hijo de Eduardo,
conocido como el ‘Príncipe Negro’, hermano de Juan y heredero del trono
del padre de ambos, Eduardo III. La muerte de este “oscuro príncipe” en
1376 dejó a Ricardo como heredero del trono que ocuparía al morir el
anciano rey un año después. Se inició una regencia (de hecho, aunque
formalmente no de nombre), pues Ricardo tenía diez años de edad, en
manos de Juan de Gante. Ricardo y Enrique tenían la misma edad y se
educaron juntos, aunque sus caminos no estaban destinados a converger… a
priori. La nobleza inglesa se opuso al poder de Lancaster y Ricardo,
con 14 años de edad, dio por finalizada su minoría de edad en 1381 e
inició su reinado ‘de facto’ con una política de asunción de todo el
poder en sus manos y en contra de los grandes señores feudales (como su
tío Juan de Gante), siendo una de las causas de su caída como monarca
casi dos décadas después.
29 de septiembre de 2016
Efemérides historizadas (XXVI): 29 de septiembre de 522 a.C. - Darío I de Persia asesina al falso Esmerdis
Un 29 de septiembre de 522 a.C. el príncipe persa
Darío (Dārayawuš, en persa antiguo), emparentado con la familia real
aqueménida, mató al mago Gaumata, el llamado falso Esmerdis –o Bardiya,
el nombre persa–, hermano del rey persa Cambises II, y a quien años
atrás se había hecho pasar por éste y lo había asesinado. O según trata
de contarnos el propio Darío en una de esas “versiones oficiales” que
deja la historia de tanto en tanto.
Todo empezó, según Heródoto, con la muerte de Bardiya, ordenada por
Cambises II antes de partir para su campaña contra Egipto. El
historiador griego cuenta que el rey persa estaba enajenado y que,
además de matar a su hermano, cometió diversas barbaridades en Egipto,
incluido el haber hecho matar el sagrado buey Apis (y sus sacerdotes) en
Menfis. ¿Leyenda negra del rey persa? Quién sabe. Heródoto se pone
chismoso a veces y se fía de fuentes que no ha contrastado, y en este
caso sigue la “versión oficial” de Darío. La hybris de Cambises
tendría su particular némesis, y en este caso fue la usurpación de su
trono: mientras se encontraba en Egipto, en el año 522 a.C., un mago
(sabio persa) llamado Gaumata se hizo pasar por Bardiya y se proclamó
rey, logrando el apoyo de parte de la nobleza aqueménida, un hecho muy
preocupante para Cambises, aislado en Egipto.
28 de septiembre de 2016
27 de septiembre de 2016
26 de septiembre de 2016
Efemérides historizadas (XXV): 26 de septiembre de 1960 - primer debate Nixon-Kennedy
Un 26 de septiembre de 1960 tuvo lugar el primero
de los cuatro debates televisados entre los candidatos Richard M. Nixon
(republicano) y John F. Kennedy (demócrata) a la presidencia de los
Estados Unidos de América. Fue, de hecho, el primer debate entre dos
candidatos presidenciales emitido por televisión, tuvo una audiencia
estimada de 70 millones de espectadores (un 60% de la población adulta
del país) y, desde luego, cambió la historia de las campañas electorales
de todo el mundo… y de la propia televisión.
De hecho, fueron también los primeros debates cara a cara entre dos
candidatos; el precedente más cercano fueron los debates entre Abraham
Lincoln y Stephen Douglas en las elecciones al Senado de 1858. Las
elecciones presidenciales en noviembre de 1960 fueron muy reñidas,
aunque de partida Nixon era el favorito en la encuestas y gozaba del
prestigio que suponía haber ostentado la vicepresidencia (a pesar de que
su labor como tal más bien fue mediocre) durante el mandato de un muy
popular Ike Einsenhower, desde enero de 1953. La trayectoria política de
Kennedy durante sus casi quince años en Washington, sin embargo, fue
limitada e incluso contraproducente: apoyó a Joe McCarthy en algunas
votaciones del Senado, antes de darse cuenta de que éste era una figura
caduca. Su escasa experiencia en política, a la que había llegado al
finalizar la Segunda Guerra Mundial como sustituto de su fallecido
hermano Joseph, se notaría en algunos de los cuatro debates televisados,
pero, a diferencia de Nixon, se adaptó enseguida al medio.
23 de septiembre de 2016
Efemérides historizadas (XXIV): 23 de septiembre de 1122 - firma del Concordato de Worms y resolución de la "querella de las investiduras"
Un 23 de septiembre de 1122 el emperador
germánico Enrique V y el papa Calixto II firmaron el Concordato de
Worms, que pone fin a la llamada “querella de las investiduras” que
había enfrentado a Imperio y Papado en el último medio siglo a causa de
la provisión y control de obispados, abadías y beneficios eclesiásticos.
Un tema clásico que jalona la historia de la Cristiandad en la Edad
Media y que significa un antes y un después en las relaciones entre
Iglesia y Estado.
Todo empezó con la aclamación popular (fuera de la elección propia
en el colegio cardenalicio) de Hildebrando Aldobrandeschi como papa en
abril del año 1073 con el nombre de Gregorio VII. Durante los doce años
de su convulso papado, Gregorio VII inició una reforma de la Iglesia de
gran calado, cuyos resultados no pudo ver en vida, tratando de acabar
con el cesaropapismo de los emperadores salios llevaban imponiendo desde
varias décadas atrás, sin cortapisas y ante una institución papal débil
e impotente. La creación de la orden de Cluny, siglo y medio antes (y
ya comentada la efeméride de la fundación de la abadía hace un par de semanas) forma parte de un despertar reformador que trataba de liberar
las órdenes monásticas, y el control de monasterios y abadías, del
control temporal o de la influencia episcopal (a su vez sometida a no
poco señores feudales).
22 de septiembre de 2016
21 de septiembre de 2016
Reseña de Manifiesto por la Historia, de Jo Guldi y David Armitage
En este libro breve que publica Alianza Editorial y que asume la forma de un
manifiesto, Jo Guldi (Brown University) y David Armitage (Harvard
University) reflexionan sobre el papel de la Historia en la
actualidad, sus problemas presentes –la «crisis de las humanidades», la
dictadura del short-term (o cortoplacismo), la visión no útil de la
disciplina en los gobiernos, empresas y think tanks– y los desafíos que
plantea la recuperación de la longue-durée (la larga duración) de
Annales y Fernand Braudel para analizar conceptos como el cambio
climático, la gobernanza, la desigualdad y el manejo de una inabarcable
masa documental (Big Data) en la actualidad. Versión impresa del texto
en un portal creado por Cambridge University Press, disponible on line.
Es curioso que nos reencontremos con viejos planteamientos
braudelianos como la longue-durée… y sin embargo en la actualidad quizá
sea un elemento muy necesario en los estudios históricos. Guldi y
Armitage analizan cómo en una disciplina como la Historia se ha asentado
el método de la microhistoria de décadas anteriores en tesis doctorales
e investigaciones, acortándose los períodos a analizar. Si hace unas
décadas se planteaban estudios de procesos que se producen a lo largo de
varios siglos, en la actualidad se tiende al cortoplacismo (pocas
décadas e incluso años), con conclusiones que apenas tienen en cuenta
las dinámicas evolutivas del paso del tiempo; se tiende, además, a
estudios hiperespecializados y temas muy concretos que no permiten una
análisis de larga duración, y que en muchas ocasiones benefician a otras
disciplinas como la economía.
20 de septiembre de 2016
Efemérides historizadas (XXIII): 20 de septiembre de 1792 - la "nación francesa" gana la batalla de Valmy
Un 20 de septiembre de 1792 tuvo lugar una de las
batallas menos decisivas de la historia, pero con enormes consecuencias
para uno de sus contendientes: el ejército francés al mando del general
Charles François Dumouriez derrotó (o más bien provocó la extraña
retirada de) al ejército coaligado de prusianos y austriacos en Valmy,
en la región de la Champagne. Una batalla que se distinguió por ser
diferente: todo lo decidieron los cañones, apenas hubo combate entre los
soldados de infantería; los prusianos avanzaron pero vieron que los
franceses mantenían prietas las filas y se retiraron, dejando el campo
de batalla y la extraña victoria en manos de los franceses. ¿Por qué?
Quedará siempre esa duda. Pero con Valmy nació una idea: la de un
ejército "nacional", de la nación francesa. Todo empezó con el estallido de la Revolución francesa en el verano
de 1789, pero las cosas se pusieron candentes cuando, tras el intento de
huida de Luis XVI y su familia de París, detenidos en Varennes, las
monarquías absolutistas de Austria (a fin de cuentas el emperador José I
era cuñado del rey francés), se produjo la declaración francesa de
guerra a Austria en 1792. Ya previamente, en agosto de 1791 y mediante
una declaración oficial de José I y Federico Guillermo II de Prusia, se
lanzó un velado ultimátum a la Asamblea Nacional Constituyente
francesa, que ostentaba la soberanía del reino, para que se volviera al status quo ante revolutionem, amenazando con una formal declaración de
guerra, invasión del país y restauración del poder de los Borbones.
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