18 de julio de 2012

Crítica de cine: Red de mentiras, de Ridley Scott

[8-XI-2008]


Hace un par de años llegó a nuestras carteleras Syriana, de Stephen Gaghan, una película que mostraba los entresijos de las operaciones militares en el Golfo Pérsico, la guerra de Iraq y los intereses, nada patrióticos, de las grandes empresas petrolíferas. Hará un año, Robert Redford nos ofreció una muestra de buen cine político (algo idealista) con Leones por corderos. Y ahora, tras su película sobre un capo de la droga de las calles de Nueva York (American Gangster), Ridley Scott incide en la guerra sucia contra el terrorismo, los tentáculos internaciones del mismo y los servicios de espionaje.

Canciones para el nuevo día (953/181): "Walk of life"

Dire Straits - Walk of life



Disco: On the Night (1993)

File:On the night.jpg

17 de julio de 2012

Crítica de cine: Leones por corderos, de Robert Redford

[10-XI-2007]

Robert Redford se pone de nuevo tras la cámara, y también delante, a sus setenta y un años, y nos ofrece una muestra de cine político actual. Y muy actual: la política de USA en Oriente Medio, la lucha contra los talibanes y el terrorismo en Afganistán e Iraq. Y no sólo eso: la película es una crítica no sólo contra los que actualmente gobiernan en Washington, sino también con la dejadez y cuando no la colaboración de los medios de comunicación, y con la pasividad de la ciudadanía, por no hablar de los jóvenes.

Tres historias paralelas nutren la trama de esta película: una periodista política, curtida en el oficio y con una larga carrera a sus espaldas (Meryl Streep) entrevista a un senador emergente, ambicioso y con una nueva estrategia para liquidar la guerra en Oriente Medio (Tom Cruise), y que pasa por "hacer lo que haya que hacer"; un profesor universitario, convencido de que las cosas no pueden ir más allá por culpa de la pasividad y la hipocresía del ciudadano medio (Robert Redford), tratando de conseguir que un alumno aventajado pero desencantado y pasivo, asuma algo se crítica (y de autocrítica) en referencia a la política del momento; y dos soldados, uno negro y otro hispano, que piensan que luchando en algo en lo que no creen se puede dar sentido a muchas cosas.

Canciones para el nuevo día (952/180): "Don't you (Forget about me)"

Simple Minds - Don't you (Forget about me)



Disco: The Breakfast Club - soundtrack (1985)

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/c/c6/Breakfast_Club_Soundtack.png

16 de julio de 2012

Crítica de cine: American Gangster, de Ridley Scott

[29-XII-2007]

Se acaba el año 2007, cinematográficamente hablando, y ayer nos llegó el último gran estreno de este año, dirigido por Ridley Scott y con un (falso) duelo interpretativo entre Russell Crowe y Denzel Washington. Y llega en esta película, mucho más que un auge y caída de un gángster neoyorquino; si bien la palabra gángster le viene grande al personaje que encarna Washington: un tipo listo, un hombre de negocios con olfato y audacia, un traficante de drogas con suerte. Ridley Scott andaba algo desafortunado en la última década: con demasiado bombo tras el éxito de Gladiator, presentó Hannibal, la continuación de la saga de Hannibal Lecter, muy correcta pero falta de bastantes cosas que emanaban de El silencio de los corderos; seguida de Los impostores en 2003, una interesantísima película de ladrones de guante blanco, para naufragar hace un par de años con el pastiche-bodrio medieval El reino de los cielos.

Y ahora recurre al cine de hampones, con reminiscencias coppolescas, para contarnos la historia de Frank Lucas (Washington), un capo de la droga en el Harlem neoyorquino de los años 70, que amasó una inmensa fortuna, consiguiendo controlar el mercado local de heroína: descartando a los intermediarios, acudió directamente a Vietnam para nutrirse de la mejor heroína, transportada por el propio ejército de los todopoderosos USA, y que vendió en su máxima pureza a precios reducidos. De este modo consiguió ser el proveedor de más éxito de caballo en el Nueva York de la primera mitad de los años 70, colaborando con la mafia local italiana (representada por Armand Assante), sobornando a la policía local pero atmbién enfrentándose a las consecuencias de su corrupción. Y frente a él se alzó, como si fuera un vaquero solitario al estilo Eastwood en Infierno de cobardes, el inspector Ritchie Roberts (Crowe), de vida personal imposible y desastrosa, abogado en ciernes y empeñado en perseguir, no a camellos, sino a capos de la droga como Lucas. 

Canciones para el nuevo día (951/179): "Blood On The Dance Floor"

Michael Jackson - Blood On The Dance Floor



Disco: Blood on the Dance Floor: HIStory in the Mix (1997)

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/9/9f/Blood_on_the_dancefloor.jpg

14 de julio de 2012

The Hollow Crown: Henry IV. Part I (BBC-2)


Segundo episodio (de casi dos horas) de The Hollow Crown, la miniserie de la BBC que adapta a la televisión la segunda (primera, cronológicamente) tetralogía, la particular Henriad de William Shakespeare. Llegan Falstaff... y Hal, el príncipe frívolo, bala perdida, díscolo, futuro Enrique V, ahora simplemente Harry o, eso, Hal (Tom Hiddleston). Y en la piel de sir John, Jack, Falstaff, el orondo, calavera, bizarro, mentiroso, borrachuzo pero, en el fondo, con buen corazón, honrado y a su manera galante caballero, está Simon Russell Beale. Pero al espectador le habrá llamado la atención la presencia de Jeremy Irons, como un envejecido y enfermo Enrique IV, Enrique Bolingbroke en Ricardo II, el rebelde contra su real primo, ¿usurpador? y que prometió peregrinar a Tierra Santa para expiar la muerte de Ricardo. Y quizá haya percatado entre el plantel de actores la presencia de Julie Walters como Mrs. Quickly. Y es que estamos ante una miniserie que luce, luce mucho.