Nota: esta reseña parte de la lectura del original en inglés, The Storm Before the Storm: The Beginning of the End of the Roman Republic (PublicAffairs, 2017).
Son muchos, muchísimos los libros sobre la antigua Roma. Inabarcables. Y lo son en sus grandes etapas, especialmente la República tardía: grosso modo, 133-30 a.C., el «último siglo de la República romana». Pero de este último siglo, el interés de los especialistas y de los lectores suele focalizarse casi exclusivamente en la generación de Gayo Julio César (c. 100-44 a.C.), especialmente en los años 78-44 a.C. y en el período final de la República, tras su asesinato, que de República «libre» más bien tiene poco. Pero la etapa anterior a César, las dos generaciones previas, la de los hermanos Graco (133-121 a.C.) por un lado y luego la de Mario y Sila (110-82/78 a.C.), aun siendo esencial para comprender los acontecimientos de la época de los César, Pompeyo, Craso, Cicerón, Clodio, Antonio y Octaviano, suele tener menos seguimiento; cierto es que, desde la novela histórica, Colleen McCullough narró maravillosamente (y con una gran documentación) el período de Mario y Sila en tres de las novelas de su saga Masters of Rome —El primer hombre de Roma, La corona de hierba y Favoritos de la Fortuna—, pero se trata de eso: novelas, y como tal hay que tratarlas Y no no será porque no falten fuentes, que las hay, pero no con el detallismo que ofrecen los discursos y las cartas de Cicerón. Al período de los años 133-78 a.C. le falta un Cicerón, un testigo y al mismo tiempo personaje activo como lo fue el Arpinate en los años 78-43 a.C.