Y tras el repaso de películas y series de
televisión, toca cerrar el año con el repaso de libros. Han sido muchos
los libros leídos en este 2015 (noventa), sin incluir los que he leñido para informes de lectura; de todos modos, como siempre hay una excepción
para toda norma, sí me gustaría mencionar un libro que se publicará en
marzo de 2016 en Estados Unidos y que una editorial española (¡bien!)
también editará: Apostle or Bones That Shine Like Fire: Travels Among
the Tombs of the Twelve, de Tom Bisell. Y no es el único libro leído
para un informe que valdría la pena que se tradujera al castellano.
Sin más dilaciones, he aquí mis 15 libros del 2015, ordenados por orden alfabético:
1177 a.C. El año en que la civilización se derrumbó, de Eric H. Cline (Crítica, 2015).
Un breve pero jugoso estado de la cuestión, en el que Cline se acerca a la documentación textual y arqueológica de la última etapa de la Edad del Bronce (grosso modo, 1500-1200 a.C.) para tratar de encontrar una explicación a la destrucción de un mundo globalizado e interconectado. Es difícil hallar una única causa de la catástrofe del año 1177 y de las décadas anteriores: invasiones, cambio climático, hambrunas, guerras internas. Cline, de hecho, apuesta por una combinación de diversos factores y por un colapso sistémico como causa del paulatino hundimiento de una economía general (estableciendo incluso comparaciones con la crisis financiera de 2008: qué falló entonces y por qué no hubo una debacle sistémica y total). Un libro síntesis de muchas investigaciones recientes y que arroja un poco más de luz sobre la convulsa destrucción de un sistema político y económico de hace tres milenios… y que además aporta algunas reflexiones teóricas sobre el presente.
Sin más dilaciones, he aquí mis 15 libros del 2015, ordenados por orden alfabético:
1177 a.C. El año en que la civilización se derrumbó, de Eric H. Cline (Crítica, 2015).
Un breve pero jugoso estado de la cuestión, en el que Cline se acerca a la documentación textual y arqueológica de la última etapa de la Edad del Bronce (grosso modo, 1500-1200 a.C.) para tratar de encontrar una explicación a la destrucción de un mundo globalizado e interconectado. Es difícil hallar una única causa de la catástrofe del año 1177 y de las décadas anteriores: invasiones, cambio climático, hambrunas, guerras internas. Cline, de hecho, apuesta por una combinación de diversos factores y por un colapso sistémico como causa del paulatino hundimiento de una economía general (estableciendo incluso comparaciones con la crisis financiera de 2008: qué falló entonces y por qué no hubo una debacle sistémica y total). Un libro síntesis de muchas investigaciones recientes y que arroja un poco más de luz sobre la convulsa destrucción de un sistema político y económico de hace tres milenios… y que además aporta algunas reflexiones teóricas sobre el presente.