18 de noviembre de 2013

Reseña de SS. Una historia nueva, de Adrian Weale

Las Schutzstaffel o «escuadras de protección», abreviadas SS, formalmente fueron fundadas en 1925, pero hubo precedentes en los primeros años del Partido Nacionalsocialista Alemán (NSDAP): así, Hitler, encaramado ya al liderazgo del partido en 1921 creó una pequeña cuadrilla, la Stabwache («guardia del estado mayor»), que en puridad eran un pequeño grupo den guardaespaldas personales. En mayo de 1923 fue sustituida por la Stosstrupp («tropa de choque») y ya jugaron un papel especial en el fracasado Putsch de noviembre de ese mismo año. Creadas como reacción a la peligrosa autonomía de las Sturmabteilung (SA) o «secciones de asalto», la fuerza paramilitar del partido que a lo largo de los años veinte consiguieron convertirse en un auténtico ejército callejero, las SS iniciarían con Heinrich Himmler como su máximo dirigente o Reichsführer, desde 1929, un camino propio en el que la exclusividad y el elemento racial eran primordiales. De hecho, tras la llegada al poder, Himmler reduciría su número para convertirlo en el cuerpo de élite del nacionalsocialismo. En la década de los años treinta las SS se hicieron con el poder de la policía, erigiéndose en un contrapoder a fuerzas tradicionales como la Wehrmacht, y crearon incluso sus propias fuerzas armadas, las Waffen-SS. El libro de Adrian Weale, SS. Una historia nueva (Turner, 2013) relata con detalle la historia de esta organización, la encargada de realizar la «Solución Final de la cuestión judía», es decir, el Holocausto o la Shoá.

Adrian Weale.
De entrada debo admitir que la lectura de este libro ha resultado ser una decepción relativa. Decepción pues no es el libro que esperaba: una obra que realmente fuera esa «historia nueva» o que aportara novedades gracias al «uso de fuentes no disponibles hasta ahora, entre ellas algunos archivos de inteligencia militar desclasificados recientemente, las últimas investigaciones académicas y una serie de fotografías desconocidas o nunca publicadas», como se explicita en la contraportada. Y supongo que es cierto el uso de fuentes hasta ahora no disponibles, pero no se citan a parte de la bibliografía, de manera que el lector pueda saber qué nuevas fuentes archivísticas se han utilizado; tampoco el autor comenta en un prólogo o en un capítulo propio el tipo de fuentes utilizadas. Con lo cual, a menos que uno sea muy especialista en el tema y sepa discernir esas fuentes de archivo, para lectores más profanos tal cuestión le pasará prácticamente inadvertida. Otra cuestión es la bibliografía o esas últimas investigaciones. Ya mirando someramente el apéndice bibliográfico uno se percata de dos cosas: faltan obras importantes, como por ejemplo los estudios de Léon Poliakov –resulta incomprensible que, dedicándose un capítulo y de los más extensos a Auschwitz, no se cite el libro ya clásico de Poliakov, Auschwitz: documentos y testimonios del genocidio nazi, publicado en España por Orbis a mediados de los años ochenta, o para todo el proceso del Holocausto su libro Breviario del odio: el Tercer Reich y los judíos, editado en castellano por Cómplices en 2011, y cuya primera edición en francés es de 1951–, y se percibe que Weale sólo lee en inglés, ya sea las obras escritas en este idioma o las traducciones de obras en alemán y francés, y esto especialmente supone un demérito para una investigación completa y que pretende ser «nueva». Quizá haya que achacarlo a que Weale, militar de carrera, no sea un historiador al uso, aunque haya publicado otras obras sobre el período, como sí lo son los principales especialistas en el tema.

El Führer pasa revista al Leibstandarte SS Adolf Hitler de las SS en
Klagenfurt, abril de 1938; a su derecha, el Reischsführer de las SS, Heinrich
Himmler.
Por otro lado, la lectura del libro no me ha aportado novedades a grandes rasgos o en los aspectos más generales del complejo tema de las SS. El relato es más convencional de lo que pudiera parecer a primera vista y se basa en tres elementos: la historia de las SS como institución y organismo que a medidas que pasan los años aumenta y amplía sus competencias y radios de acción; un relato de los principales dirigentes o personajes subalternos que jugaron un papel en las SS, ya sea en las unidades clásicas, las fuerzas armadas (Waffen-SS) o en el entramado del exterminio de los judíos de Europa; y finalmente una narración detallada pero ya conocida de las fases del Holocausto. Respecto al primer aspecto, resulta interesante conocer las diversas unidades administrativas y la ampliación de competencias dentro y fuera del Reich, a partir de la llegada al poder: cómo las SS crearon los primeros campos de concentración, cómo se hicieron paulatinamente con el control de las fuerzas policiales y se crearon organismos como la policía política (Gestapo) , la policía criminal (Kripo) y los servicios de inteligencia o Sicherheitsdienst (SD) –al margen de la Abwehr del ejército– en manos de secuaces como Reinhard Heynrich, y el modo en que las diversas unidades darían paso a la Oficinal Central de Seguridad del Estado (o RSHA), que en 1939 dirigía Heydrich, la mano derecha de Himmler. No se limita Weale a comentar las divisiones administrativas de las SS a lo largo de la década de 1930, sino que también escudriña sus unidades menores, su funcionamiento y ámbito. Pero todo ello ya era conocido en obras capitales como las de Raul Hilberg. Luego está las breves semblanzas biográficas de los diversos personajes que trabajaron en las SS, de Himmler a Heydrich, pasando por Adolf Eichmann, Ernst Kaltenbrunner, Werner Best, Odilo Goblocnik, Christian Wirth o comandantes de campos de exterminio como Franz Stangl o Rudolf Höss. El estudio de muchos altos, medianos y pequeños oficiales del escalafón de las SS se convierte en un interesante ejercicio de prosopografía… que, sin embargo, tampoco aporta novedades a lo ya escrito por otros autores, al tiempo que en ocasiones ralentiza la lectura del volumen. Nos queda, por último, el relato del proceso que conduciría de la expulsión al asesinato en masa de los judíos, que sería agilizado y convertido en un engranaje industrial de exterminio primero con los Einsatzgruppen y después con las cámaras de gas. Tampoco hay novedades en este aspecto, pues se trata de un relato que resigue lo ya analizado en obras de Poliakov, Hilberg y Friedländer o en monografías generales del Tercer Reich, como las de Evans y Burleigh.

Voluntarios finlandeses de las Waffen-SS en Borne
Sulinowo (Polonia), 1941.
¿Dónde queda la novedad? Pues probablemente en la parte dedicada a las Waffen-SS, en aspectos que personalmente no conocía respecto a su formación y funcionamiento, a su inserción en el rol principal de la Wehrmacht, que no permitió estructuras militares paralelas, y en aspectos como la inclusión y captación de extranjeros y delincuentes comunes. Pero me temo que todo ello también quedará matizado en función de otras investigaciones también recientes –el libro de Weale es de 2010–, como por ejemplo el contundente volumen de Jean-Luc Leleu, Waffen-SS: historia completa de las tropas más temidas de la Segunda Guerra Mundial (La Esfera de los Libros), publicado en castellano hace apenas un mes, y cuya primera edición en francés también es de 2010. Añadamos que, ya en cuanto al libro en general, echo en falta un estudio más detallado de las actitudes sociales de los miembros de las SS, más allá de sus absurdas concepciones raciales de la historia y la sociedad, o incluso una mirada a aspectos económicos: el expolio de los judíos en los campos de concentración y exterminio, el tráfico de mercancías, el enriquecimiento de las SS como organismo autónomo dentro de la arquitectura del Reich nazi, etc.

Y, sin embargo, también hay que valorar los aspectos positivos del libro, que los tiene y que un lector más profano en la materia podrá valorar: un relato global de las SS como pieza fundamental dentro del genocidio judío, un análisis de sus principales unidades y el funcionamiento en función de los cambios en el seno del Tercer Reich, especialmente con su expansión en la Europa del Este, y un retrato de sus principales dirigentes. Y todo ello con buen estilo –aunque hay fechas mal transcritas, hecho que quizá no haya que achacar al autor– y agilidad en la narración. Sólo me queda lamentar que no haya sido un libro para lectores más curtidos, como quien esto escribe, o que esperaban realmente una «historia nueva» de las SS.

2 comentarios:

AlvaroR. dijo...

El autor aclara en el prologo que no es una obra para especialistas sino para el publico en general.
Este autor tampoco es un historiador académico.
O sea, es un estilo mas periodístico que histórico. Es un libro muy llevable para quien (como yo) no es un especialista en el tema de la SS, pero no es una obra de referencia sin dudas, ni por su enfoque sistemático ni historiográfico.
Saludos!

Oscar González dijo...

Te das cuenta de ello tras leer el primer capítulo y luego seguir avanzando. El problema estriba en que no puedes llamar a tu libro "una historia nueva" ('The SS: A New History', en el original en inglés)... si no lo es. Es una manera de engañar a lectores, profanos en la materia o ya avezados en el tema.