4 de diciembre de 2019

Crítica de cine: Gloria Mundi, de Robert Guédiguian

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Nos llamó especialmente la atención La casa junto al mar de Robert Guédiguian cuando se estrenó hace algo más de un año y medio. En ella ya estaban presentes muchas de las constantes del cine “político” –la política es consustancial al ser humano, un zoon politikón, un animal político como lo definiera Aristóteles hace veintitantos siglos– de Guédiguian, y que no necesariamente significa “partidista”. En cierto modo, la trayectoria del director y guionista francés es parangonable a la de Ken Loach, de quien hace pocas semanas se estrenó Sorry We Missed You, si bien en el caso del primero la denuncia social (y política) es bastante más sutil que la del británico. Si en su política anterior Gédiguian trataba la cuestión de la inmigración (ilegal) y su llegada a este “primer” mundo al insertarla en la trama de los personajes que regresaban a aquella casa en el litoral de la Provenza, en Gloria Mundi la mirada es más descarnada y pesimista. 

Canciones para el nuevo día (2878/2097): "Miami Vice Theme"

Y el opening de la serie, claro...

Jan Hammer - Miami Vice Theme 

Disco: Miami Vice: The Complete Collection (2002)


23 de noviembre de 2019

Crítica de cine: Adiós, de Paco Cabezas

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Antes de Adiós, Paco Cabezas y Mario Casas colaboraron por primera vez en Carne de neón (2011), un thriller urbano con toques de comedia negra que no acabó de aprovechar las potencialidades de un guion del propio Cabezas que pudo dar más de sí. En estos ocho años de interludio, Cabezas no ha estado precisamente quieto, tanto en el mercado en español –guiones para Aparecidos, que también dirigió, Sexykillers: morirás por ella y Spanish movie– como especialmente fuera de nuestras fronteras, dirigiendo a Nicolas Cage en Tokarev para la pantalla grande y diversos capítulos de series televisivas como Penny Dreadful, Into the Badlands, Dirk Gently: agencia de investigaciones holísticas, The Alienist, Fear the Walking Dead, The Strain y American Gods. Cabezas regresa ahora a España con otro thriller, esta vez en Sevilla y con una historia ambiciosa que bien podría tener salida en el mercado internacional.

19 de noviembre de 2019

Crítica de cine: Si yo fuera rico, de Álvaro Fernández Armero

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Todo el mundo ha fantaseado alguna vez con que le toca la lotería (mejor la Primitiva o un Euromillones: mucha más pasta) y quién diga lo contrario miente; hemos imaginado lo que haríamos con el dinero (un capricho loco nos pegaríamos, fijo), pensaríamos en ser prudentes y no gastarnos todo el dinero a lo loco y depende de lo ganado (menos lo correspondiente para Hacienda, que en este filme no se menciona y es un buen sablazo) valoraríamos qué agujeros tapar y a quiénes echar un cable. Desde luego, nos buscaríamos un gestor, con cabeza (que piense con pies de plomo, no como nosotros) y nos asesore sobre cómo mantener el caudal de dinero y diversificarlo (si procediera) para que rinda más. Desde luego un Gordo de Navidad no te saca de pobre, pero una Euromillones nos permitiría comprar aquello que muchas veces no podemos tener: la tranquilidad de hacer lo que queramos con nuestro tiempo sin pensar en llegar a final de mes. 

Canciones para el nuevo día (2867/2086): "You Better You Bet"

The Who - You Better You Bet 

Disco: Faces Dances (1981)


17 de noviembre de 2019

Crítica de cine: Van Gogh y Japón, de David Bickerstaff

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.


Nota: este documental llega a las salas de cine como evento cinematográfico. Exhibidores como Yelmo y Grup Balañà lo emitirán los días 18 y 19 de noviembre; consúltese también en FilmAffinity para saber en qué otros cines de España se podrá ver. Los cines Verdi de Barcelona lo emitirán el 3 de diciembre en su programación cultural de los martes).


Vincent van Gogh (1853-1890) sintió pasión por el arte japonés: a finales de noviembre de 1885, cuando viajó a París, conoció los crespones japoneses, empezó a estudiar a los artistas nipones y sus grabados, y comenzó a elaborar una colección propia que actualmente se conserva en el Museo Van Gogh de Ámsterdam. Nunca viajó al país del Sol Naciente, pero entabló una «relación» cercana con la pintura de aquel país, que en aquellos momentos (décadas finales del siglo XIX) generó un verdadero furor por todo lo que procedía de allí. El «japonismo» –como las chinoises en el siglo precedente– se puso de moda al mismo tiempo que este país se «abría» al mundo a partir de 1853 y la llegada del comodoro estadounidense Perry a los puertos nipones, y desde que en 1868 se iniciaba la era Meiji con la subida al trono del emperador Mutsuhito (fallecido en 1912). La pintura japonesa gustó especialmente a los pintores impresionistas, su influencia en la composición de cuadros de Manet, Degas y Monet, entre otros, ya era evidente antes de que Van Gogh pintara sus obras avanzada la década de 1880. En una escrita a su hermano Théo a finales de julio de 1888, Vincent escribió: «El arte japonés, en decadencia en su patria, retoma sus raíces en los artistas franceses impresionistas»; en esta misiva afirmaría también: «El arte japonés es algo como los primitivos, como los griegos, como nuestros viejos holandeses: Rembrandt, Potier, Hals, van der Meer, Ostade, Ruysdael. No se termina...».