28 de noviembre de 2012

Crítica de cine: En la ciudad, de Cesc Gay

Cesc Gay suele tomarse su tiempo en hacer películas, habitualmente cada tres años: con Kràmpack (2000) adaptó una obra teatral de Jordi Sánchez, encargándose del guión. En 2003 presentó En la ciudad, quizá su mejor película, la que mejor refleja su manera de concebir el cine. En 2006 dejó a muchos algo fríos con Ficció(n), una película de trama algo inexistente pero que mantenía al espectador (al menos a quien escribe estas líneas) lo suficientemente interesado en un personaje en crisis y en sus silencios y temores. Con V.O.S. (2009), Gay nos acercó a cine dentro del cine alrededor de dos parejas. Y en breve llegará Una pistola en cada mano. Pero mientras tanto podemos repasar su filmografía y deleitarnos, cada cierto tiempo, en películas como En la ciudad, una película que el propio Hay suele definir como uno  de esos filmes en los que importa más (indagar en) lo que no se habla que en lo que se dice; a la contra, Ficció(n) se podría resumir como la película en la que (prácticamente) no pasa nada. Montada inicialmente en función de una secuencia que a la postre se dejaría para el final, En la ciudad nos acerca a un grupo de treintañeros en la Barcelona post-olímpica y coetánea al denostado Fórum de las Culturas. La ciudad, pues, se erige en coprotagonista pero sin restar un ápice de interés a unos personajes a los que Gay presenta sin juzgar. Que el espectador se acerque a ellos y elabore sus propios juicios de valor.

Canciones para el nuevo día (1048/276): "Euphoria"

Loreen - Euphoria



Disco: Heal (2012)

File:Loreen Heal Cover.png

17 de noviembre de 2012

Novedades editoriales: noviembre de 2012 (II)

Ya tocaba una entrada sobre novedades editoriales. Y noviembre llegó cargadito...

Comienzo con lo que podríamos denominar una obra de referencia, si se prefiere de onsulta, pero que en realidad se lee como un interesante libro acerca de la mortalidad causada por la violencia (guerras, genocidios,...). Se trata de El libro negro de la humanidad. Crónica de las grandes atrocidades de la historia, de Matthew White (Crítica). Su autor no es un historiador "profesional", sino una persona con una enorme curiosidad y que se ha especializado en identificar y analizar las peores matanzas de la historia de la humanidad. Creador de un valiosísimo atlas de historia del siglo XX on line, White cuantifica, siguiendo datos oficiales y la investigación especializada, el número de víctimas de los diversos multicidios, desde las guerras persas y hasta el conflicto en el Congo de hace unos pocos años, abarcando veinticinco siglos de matanzas, guerras, masacres y genocidios varios. Tomando la sinopsis editorial, «como dice Steven Pinker, profesor de la Universidad de Harvard: establecer los números de los muertos en cada una de las guerras y las matanzas es “un atroz pero crucial ejercicio, necesario para contestar preguntas como: ¿Ha sido realmente el siglo XX el más violento de la historia? ¿Cuál ha sido la causa de los mayores sufrimientos humanos: las religiones, los tiranos, el capitalismo, el comunismo, la lucha por los recursos o por el territorio? Sin alguna idea acerca de los números de las víctimas, que los historiadores no nos han dado hasta ahora, no podemos ni siquiera comenzar a contestar estas preguntas”».

8 de noviembre de 2012

Reseña de La maldición de Tutankamón. La historia de un rey egipcio, de Joyce Tyldesley

En un telegrama enviado el 6 de noviembre de 1922, Howard Carter apremiaba a Lord Carnarvon, el acaudalado millonario (aunque a la postre no tanto) que financiaba las excavaciones en el Valle de los Reyes, para que acudiera inmediatamente a Egipto si, como era de esperar, quería quería estar presente en la apertura de la tumba de Tutankamón: «Al final hemos hecho maravilloso descubrimiento en el Valle STOP Una magnífica tumba con los sellos intactos STOP Recuperaré algo para su llegada STOP Felicidades FIN».

La urgencia de mensaje de Carter no ocultaba la emoción que embargaba al arqueólogo encargado de las excavaciones (Carnarvon consiguió la concesión unos años atrás), tras largos esfuerzos en el Valle de los Reyes. Carter siempre intuyó que el Valle no estaba agotado, que quedaban tumbas por descubrir, y además intactas. Los aficionados a la egiptología recordarán, casi como un mantra, las emocionantes palabras de Carter cuando abrió la tumba, con Carnarvon y su hija a su lado, el 26 de noviembre de 1922:
«Había llegado el momento decisivo. Con las manos temblorosas abrí una abertura diminuta en la esquina superior izquierda. La oscuridad y un espacio vacío, en toda la extensión que podía alcanzar una varilla de hierro de prueba, mostraron que lo que había más allá estaba hueco, y no relleno, como el pasadizo que acabábamos de despejar. Se hizo la prueba de la vela, como precaución para los posibles gases nocivos, y luego, abriendo un poco el agujero, introduje la vela y miré dentro. Lord Carnarvon, lady Evelyn y Callender estaban de pie detrás de mí, ansiosos, esperando oír el veredicto. Al principio yo no veía nada, porque el aire caliente que escapaba de la cámara hacía parpadear la llama de la vela, pero al final, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, los destellos de la habitación que había dentro fueron surgiendo lentamente de la niebla, extraños animales, estatuas y oro… por todas partes el brillo del oro. Durante un momento (a los demás que estaban esperando les debió de parecer una eternidad) me quedé mudo por el asombro, y cuando lord Carnarvon, que ya  no podía soportar más el suspense, me preguntó ansiosamente: “¿Ve algo?”, lo único que pude hacer fue murmurar las palabras: “Sí, cosas maravillosas”». (Howard Carter, La tumba de Tutankamón)

Canciones para el nuevo día (1034/262): "Live and Let Die"

James Bond Week (IV):
Paul McCartney & Wings - Live and Let Die



Disco: Live and Let Die - soundtrack (1973)