7 de marzo de 2018
6 de marzo de 2018
5 de marzo de 2018
3 de marzo de 2018
Reseña de La vuelta al mundo en 80 días, de Jules Verne
Entre mis lecturas de infancia y juventud estaba, como no podía ser
de otra manera, Jules Verne (1822-1905). Muchas de sus novelas
alimentaron mi curiosidad en aquella etapa formativa de la vida, me
transportaron a viajes por todo el mundo (incluso más allá) y me
alimentó con un vocabulario técnico que, por novedoso e incluso exótico,
me atrapó irremediablemente (aunque luego ya no utilices…). Fueron
muchas lecturas, y sobre todo relecturas, en ediciones adaptadas a un
público joven (labor que ha continuado Alianza Editorial en su sello de
literatura juvenil). Entre las novelas del escritor francés que devoré
incansable algunas eran mis favoritas: Dos años de vacaciones (en una edición en catalán de La Magrana, en una magnífica colección enfocada a un público adolescente); Cinco semanas en globo (aún recuerdo aquella edición de Bruguera con dibujos cada dos páginas); Viaje al centro de la Tierra (me fascinaba sobre todo la primera parte, con la presentación de los personajes… luego la trama ya me interesaba menos); Veinte mil leguas de viaje submarino (el detallismo técnico alrededor de Pierre Aronnax y del submarino del capitán Nemo sigue entre mis recuerdos); Miguel Strogoff
(qué delicia, ese viaje por la vasta Siberia… a pesar de que nos la
dieron con queso en cuanto a la “ceguera” del protagonista) y, desde
luego, La vuelta al mundo en ochenta días (1872) [Alianza Editorial, reed. 2011].
Crítica de cine: Héroes en el infierno, de John Kosinski
Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.
Hay momentos en que el cine se convierte en tributo y reconocimiento al valor y el esfuerzo reales. Héroes en el infierno –adaptación ya de por sí tópica de un título original que tampoco brilla por su originalidad, Only the Brave– es un claro ejemplo de ello y lo hace de una manera honesta, más contenida y sobria de lo que podría parecer a primera vista, pero también con un arco narrativo que ahonda en demasiados lugares comunes. Quizá esto último sea lo que pueda lastrar una película de generoso metraje (dos horas y cuarto), con altibajos en cuanto al ritmo y un meollo de la cuestión que se deja para la última media hora. Y también quizá este sea un filme que se podrá valorar en su justa medida desde una perspectiva local, netamente estadounidense, aunque desde luego hay valores que son universales y cualquiera que haya trabajado en un cuerpo militar o policial, en un hospital, en un cuerpo de bomberos o como voluntario en las labores de apagar un incendio, sabe claramente cuáles son: el esfuerzo, el coraje, la voluntad de servicio, el sacrificio incluso... hasta ciertos límites, claro.
2 de marzo de 2018
Canciones para el nuevo día (2420/1649): "Phantom Thread (House of Woodcock)
Oscars Nominees for Best Original Score (V):
Jonny Greenwood - Phantom Thread (House of Woodcock)
1 de marzo de 2018
Canciones para el nuevo día (2419/1648): "Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (Suite)"
Oscars Nominees for Best Original Soundtrack (IV):
Carter Burwell - Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (Suite)
28 de febrero de 2018
Canciones para el nuevo día (2418/1647): "The Shape of Water (Elisa's Theme)"
Oscars Nominees for Best original Score (III):
Alexandre Desplat - The Shape of Water (Elisa's Theme)
27 de febrero de 2018
Canciones para el nuevo día (2417/1646): "Star Wars: The Last Jedi (The Battle of Crait)"
Oscars Nominees for Best Original Score (II):
John Williams - Star Wars: The Last Jedi (The Battle of Crait)
26 de febrero de 2018
Canciones para el nuevo día (2416/1645): "Dunkirk (End Titles)"
Oscars Nominees for Best Original Score (I):
Benjamin Wallfisch, Lorne Balfe & Hans Zimmer ft. Edward Elgar - End Titles
25 de febrero de 2018
Crítica de cine: Todo el dinero del mundo, de Ridley Scott
Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.
Hay ocasiones en que uno se pregunta qué habría pasado con esta película si no se hubiera realizado sobre ella lo que los romanos (que no lo inventaron, fueron los egipcios un milenio antes, por lo menos) llamaban damnatio memoriae: es decir, la eliminación por las bravas y sin cortapisas de la memoria de alguien a quien se había condenado públicamente (borrando su nombre de inscripciones, cambiando su rostro en estatuas por el de otro, no volviendo a mencionar su nombre jamás, etc.). Calígula, Nerón, Cómodo y algunos emperadores romanos más sufrieron esta destrucción de su recuerdo, aunque ello no impidió que sepamos de su vida y obra en este siglo XXI, además de conservarse imágenes en bustos, monedas y demás. Pues con Todo el dinero del mundo sucede lo mismo: en otoño de 2017, y a raíz de escándalo de abusos sexuales que se destapó, la productora de este filme, ya rodado, “borraron” a Kevin Spacey, actor que interpretaba a John Paul Getty, y lo sustituyeron por el más veterano (lo cual le viene muy bien al personaje) Christopher Plummer; por aquellas fechas la damnatio memoriae sobre Spacey se consumó con su despido de la serie televisiva House of Cards (Netflix), cuando ya se estaban escribiendo los guiones de la 6ª temporada, que se decidió entonces que será la última (habrá que ver, cuando se estrene, cómo “despejan” a Frank Underwood de la ecuación serial). Se rodaron con Plummer las secuencias en las que aparecía Spacey y se editó de nuevo para llegar a una fecha de estreno, en Estados Unidos, fijada en el el 25 de diciembre. Una rapidez admirable ante el resultado final: pues Christopher Plummer es prácticamente de lo mejor de esta película poniéndose en la piel de alguien tan detestable como John Paul Getty (1892-1976).
24 de febrero de 2018
Crítica de cine: En la sombra, de Fatih Akin
Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.
Una cámara de vídeo graba en el interior de una prisión a un recluso recibir múltiples celebraciones. ¿El motivo? Va a casarse. Vemos inmediatamente la breve ceremonia civil y el beso de los novios. Pasamos al presente. Nuri Sekerci (Numan Acar) se ha reinsertado en la sociedad y tiene una especie de gestoría que asesora a inmigrantes kurdos como él como traductor y en relación a cuestiones burocráticas. Con Katja (Diane Kruger) ha tenido un hijo, Rocco (Rafael Santana), las cosas van bien para una familia que, como muchas otras, trata de seguir adelante en Hamburgo, habiendo superado los recelos de sus respectivas familias. Pero, aun siendo Alemania un país que ha recibido y, hasta cierto punto, “normalizado” la convivencia con inmigrantes (muchos turcos y kurdos, por ejemplo), el rechazo social sigue presente (y latente) en una sociedad que últimamente ha visto el auge de partidos políticos con un programa xenófobo. Una tarde, Katja deja a Rocco en la oficina de su padre, pues ha quedado con su hermana embarazada, Birgit (Samia Chancrin); al salir ha visto a una mujer dejar una bicicleta delante de la oficina, apoyada en una farola, y le ha advertido que si no la ata se la robarán. Cuando de noche regresa, Katja encuentra un cordón policial: ha estallado una bomba, causando dos víctimas mortales: los resultados de ADN confirmarán en breve que se trata de Nuri y Rocco. Katja entra en shock. ¿Qué ha ocurrido? La policía comienza su investigación y los indicios apuntan a un atentado terrorista contra la oficina de Nuri. Neonazis, es la primera hipótesis, y la información que aporta Katja lleva a la detención de Edda (Hannah Hilsdord) y André Möller (Ulrich Brandhorf), vinculados a grupos de extrema derecha. Para Katja comienza una nueva vida, con el propósito de encontrar justicia por el asesinato de su familia.
23 de febrero de 2018
22 de febrero de 2018
21 de febrero de 2018
20 de febrero de 2018
19 de febrero de 2018
16 de febrero de 2018
Crítica de cine: Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón
¿Pueden ser las vértebras de una
abuela asesinada durante la Guerra Civil convertirse en uno de los mcguffins
más originales del cine español (y me atrevo a decir del de más allá de
nuestras fronteras) en los últimos años? Pues Gustavo Salmerón lo hace en la
película documental con la que ganó el Premio Goya de la categoría en este
2018. Y eso que Muchos hijos, un mono y un castillo –título
también mcguffinero donde los haya– es bastante más que la búsqueda de unas
vértebras humanas en un piso (y un castillo) por parte de los hijos de Julita
Salmerón, madre del director, protagonista y alma (máter) de un documental que
ya en su tráiler prometía hacérnoslo pasar bien y descubrir a una señora de 82
años. A lo largo de la hora y media que dura este documental, que a su vez
recopila las grabaciones que Gustavo hizo personalmente durante años y a su vez
recoge fragmentos de cintas de vídeo de varias décadas de la familia Salmerón, Julita
reflexiona sobre su existencia y se muestra con una autenticidad que a priori
podría parecer algo impostada pero que enseguida logra atraparnos con su manera
de entender la vida. Julita Salmerón, una mujer que provoca ternura y
carcajadas, que te la llevarías a casa y la tendrías en el sofá contándote mil
y un detalles; probablemente, mi persona(je) favorit@ de este 2018 recién
empezado.
15 de febrero de 2018
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