Hay en el póster de esta película, una secuencia
ya muy avanzada la misma, que no deja de tener su reverso irónico.
Evocando aquella escena del libro bíblico de Daniel
sobre la púdica Susana, vemos a dos ancianos admirando el cuerpo
desnudo de quien en la cinta es Miss Universo. Hay más sorpresa y
desmemoria que lujuria en la mirada de estos dos hombres ancianos frente
a la exuberante de quien podría ser simplemente etiquetada simplemente
por su belleza física. Quizá también en el título de la película, La juventud,
subyace una ironía más: los protagonistas de la película son dos
ancianos que pasan un tiempo en un balneario en Suiza. Un director de
orquesta y compositor, ya retirado (Michael Caine), que reflexiona sobre
lo que ha significado la vida, sobre lo que ha hecho bien y
especialmente lo que ha hecho mal, y que en ese tramo final de lo que
será la existencia se siente más apático que con ganas de dejar un
legado, por muy inmaterial que éste pueda ser, por otro lado, un
director de cine de éxito (Harvey Keitel) que sigue en danza y ultima,
junto a un equipo de jóvenes guionistas, la que puede ser su última obra
(¿maestra?). El genio musical que lo ha dejado todo tras de sí (y se
niega a volver a llevar la batuta, aunque sea la mismísima reina de
Inglaterra quien se lo pida) y el que se resiste a dejar de crear
historias para el cine, un trabajo más que pueda ser interpretado por su
musa, una actriz también en la ancianidad (Jane Fonda). Ambos, Fred y
Mick, son amigos desde hace muchos años, incluso mantienen una relación
familiar, pues la hija de Fred (Rachel Weisz) está casada con el hijo de
Mick. Ambos "viven" en ese hotel-balneario de lujo en medio de los
Alpes suizos, que recuerda inevitablemente aquel que recreara Thomas
Mann en La montaña mágica (de
hecho, gran parte de las escenas del balneario se han rodado en el Hotel
Schatzalp de Davos, en el que se ubica la novela del aclamado autor
alemán); dejan pasar el tiempo, conviven con familiares y colaboradores
(Lena, la hija de Fred, también pasa un tiempo en el hotel) y se
interrelacionan con una sucesión de personajes a cual más peculiar: la
citada Miss Universo, un actor que prepara un papel que haga que el
público deje de mencionarle siempre un rol de robot que interpretó en
una película de éxito, un orondo sosías de Maradona (pero mucho, mucho,
mucho...), un misterioso matrimonio que apenas abre la boca en el
comedor, un niño que aprende a tocar el violín, un escalador con quien
entablará conversación Lena, etc. Vamos, se dirá, lo que te puedes
encontrar en un balneario de lujo en Suiza...