31 de diciembre de 2015

2015 (y III): un año de libros

Y tras el repaso de películas y series de televisión, toca cerrar el año con el repaso de libros. Han sido muchos los libros leídos en este 2015 (noventa), sin incluir los que he leñido para informes de lectura; de todos modos, como siempre hay una excepción para toda norma, sí me gustaría mencionar un libro que se publicará en marzo de 2016 en Estados Unidos y que una editorial española (¡bien!) también editará: Apostle or Bones That Shine Like Fire: Travels Among the Tombs of the Twelve, de Tom Bisell. Y no es el único libro leído para un informe que valdría la pena que se tradujera al castellano. 

Sin más dilaciones, he aquí mis 15 libros del 2015, ordenados por orden alfabético:

1177 a.C. El año en que la civilización se derrumbó, de Eric H. Cline (Crítica, 2015).
Un breve pero jugoso estado de la cuestión, en el que Cline se acerca a la documentación textual y arqueológica de la última etapa de la Edad del Bronce (grosso modo, 1500-1200 a.C.) para tratar de encontrar una explicación a la destrucción de un mundo globalizado e interconectado. Es difícil hallar una única causa de la catástrofe del año 1177 y de las décadas anteriores: invasiones, cambio climático, hambrunas, guerras internas. Cline, de hecho, apuesta por una combinación de diversos factores y por un colapso sistémico como causa del paulatino hundimiento de una economía general (estableciendo incluso comparaciones con la crisis financiera de 2008: qué falló entonces y por qué no hubo una debacle sistémica y total). Un libro síntesis de muchas investigaciones recientes y que arroja un poco más de luz sobre la convulsa destrucción de un sistema político y económico de hace tres milenios… y que además aporta algunas reflexiones teóricas sobre el presente.

Canciones para el nuevo día (1854/1083): "Brown Eyed Girl"

Van Morrison - Brown Eyed Girl



Disco: Blowin' Your Mind! (1967)


30 de diciembre de 2015

2015 (II): un año de series de TV






Termina un año que ha sido fecundo en series, aunque uno siempre tiene la sensación de que no puede ver todo lo que quisiera. Y aún así han sido casi ochenta series, ya en temporada larga o en formato de temporada corta o miniserie, la que he podido ver y seguir y a lo largo del año. Un 2015 de despedidas, alguna de ellas ya anunciadas (Mad Men, Glee), otras que nos golpearon cuando menos lo esperábamos (Hannibal), aunque éramos conscientes de que tarde o temprano sucedería. Ha sido un año de sorpresas y fenómenos. Sorpresas, y muy agradables, como El Ministerio del Tiempo, 1992, Better Call Saul o la quinta temporada de Homeland; y fenómenos como el propio Ministerio, Fargo (que confirmó y superó el buen hacer de la primera temporada) o Empire, quizá la serie que más impactó entre un amplio público, con personajes tan desinhibidos como Cookie Lyon y la mezcla de culebrón, musical y esencia shakesperiana (sí, todo en uno ¡y funciona!). Ha habido terror: muy bien la segunda temporada de Penny Dreadful, que mejoraba la primera (que ya era buena) y una quinta temporada de American Horror Story de la que apenas he visto un par de episodios (ya la terminaré). Y la confirmación de que tanto Ray Donovan como Masters of Sex están en un óptimo estado de forma en sus respectivas terceras temporadas.

Canciones para el nuevo día (1853/1082): "Land of a Thousand Dances"

Wilson Pickett - Land of a Thousand Dances



Disco: The Exciting Wilson Pickett (1966)


29 de diciembre de 2015

2015 (I): un año de cine





Llegan los últimos días del año, aquellos en los que, tradicionalmente, este blog dedica algunas entradas a repasar lo que han dado de sí esos 365 días previos. Este año, en cuanto a cine, ha sido parco (para lo que soy yo, claro): apenas 35 películas vistas en una sala de cine. Y algunas se quedaron en el tintero: Puro vicio de Paul Thomas Anderson, por ejemplo, quizá sea la película que más lamente no haber visto en una sala comercial... siendo Anderson uno de mis directores favoritos. Los que me conocéis ya sabéis que no me interesan los Mad Max o Jurassic Park, y que en cuestión de blockbusters marvelizados y similares... pues he acabado pelín hastiado. Ni Vengadores (que sí vi y me dejó más bien frío), ni Ant-Man (que ni me interesó) ni demás parafernalias; frente a esas películas me quedo con Marte de Ridley Scott o The Walk de Robert Zemeckis. Del mismo modo, ha habido muchas películas que me han dado bastante pereza como para acercarme a una sala (La teoría del todo, por ejemplo, o Siempre Alice, que me parecen demasiado convencionales), otras que me han dejado frío y esperaba mucho de ellas (The Imitation Game o el consabido Episodio VII de Star Wars); otras que prometían, sobre todo por el personaje y el actor que lo interpreta, y que han acabado siendo menos logradas de lo esperado (Mr. Holmes); o que eran desiguales, como Whiplash, con una media hora final que redime, en mi humilde, lo que hasta entonces era un déjà-vu constante. En cine español, este año ha habido menos películas, pero La novia (sobre todo) o Truman, que he acabado dejando fuera, salvan el panorama patrio, además de Un día perfecto de Fernando León de Aranoa o Mi gran noche de Álex de la Iglesia Ha sido un año de cine de espías: Kingsman, que también se me escapó, Misión: Imposible. Nación secreta (estupenda película) y el último Bond, Spectre, que a pesar de una (en general) buena crítica que le hice, finalmente la aparqué de la relación final.

Canciones para el nuevo día (1852/1081): "Voy en un coche"

Christina y Los Subterráneos - Voy en un coche

Disco: Que me parta un rayo (1992)


22 de diciembre de 2015

Reseña de Tierras mártires, de Enrique Gómez Carrillo

El periodista y escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo (1873-1927) –quien, como menciona María José Galván, editora de este libro, probablemente sea más conocido por haber sido esposo de Raquel Meller– fue enviado a Francia como corresponsal de El Liberal, periódico de orientación republicana moderada, que durante un breve tiempo dirigió, para cubrir las noticias sobre la Primera Guerra Mundial. Su labor como corresponsal de prensa, parangonable a la de escritores de la talla de Vicente Blasco Ibáñez, Julio Camba, Ramiro de Maeztu y otros tantos, no era nueva: ya había escrito crónicas y libros en numerosos viajes en los años anteriores: Rusia, India, Grecia, Japón, Palestina, Egipto, Argentina… Pero Tierras mártires (Ediciones Evohé, 2015), el volumen que recoge diversas crónicas periodísticas, es una obra diferente en su producción de libros de viajes, como comenta Galván en su valioso prólogo: «deudora de su matriz periodística, el evidente carácter documental, la tensión entre testimonio y recreación literaria, los elementos biográficos y la versatilidad de géneros (narración, poesía, entrevista y ensayo histórico)» (p. 16). Cabe decir, por quien esto escribe, que su brevedad (apenas unas 120 páginas de texto) no es un hándicap para poder valorar esos elementos que se concretan; por el contrario, cada página vale su peso en oro y suponen una agradabilísima sorpresa… aunque ello se tiña a veces también de una sensación de estremecimiento por lo que relata Gómez Carrillo.

Canciones para el nuevo día (1847/1076): "Want To Want Me"

Jason Derulo - Want To Want Me

Disco: Everything Is 4 (2015)


18 de diciembre de 2015

Crítica de cine: Steve Jobs, de Danny Boyle

Al final de La red social (2010), una de las abogadas del equipo legal que representa a Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg) en las diversas demandas que el cofundador de Facebook tiene abiertas le dice: "No eres un gilipollas, Mark, pero te empeñas en serlo". Uno no puede evitar pensar en aquella película en algunos momentos de Steve Jobs, película dirigida por Danny Boyle, que en breve llegará a las carteleras españolas (anoche asistí a un preestreno en una céntrica sala barcelonesa) y que comparte con aquella otra al mismo guionista: Aaron Sorkin. Este hecho ya es en sí mismo una aliciente, o al menos lo es para mí: Sorkin me seduce siempre, ya sea como guionista de otra películas (Algunos hombres buenos, El presidente y Miss Wade, Moneyball, etc.), o en series de televisión como El Ala Oeste de la Casa Blanca y The Newsroom. Quien se acerque a una sala de cine desde el 1 de enero de 2016 para ver esta aproximación a la biografía de Jobs ya sabe de entrada lo que va encontrarse: un toma y daca dialéctico muy sorkiniano, un estilo ágil en el guion y un producto que deja huella (para bien o para mal). Y más con Steve Jobs como tema a tratar. ¿Biopic al estilo de Jobs (Joshua Michael Stern, 2013), que aun siendo una interesante película pasó bastante desapercibida? No, no lo es. Basada en la biografía de Walter Isaacson (publicada en castellano por Debate y posteriormente por DeBolsillo), Sorkin escoge tres momentos de la vida del hombre que fundó, junto a otro Steve (Wozniak) y Ronald Wayne, Apple, la gran empresa multinacional que ha revolucionado el mundo de la informática y el entretenimiento en las últimas cuatro décadas. Tres momentos, tres años, de hecho, que jalonan la vida de un tipo que, en esencia, podía parecer e incluso ser tan gilipollas como Zuckerberg.