El lector que se aproxime a esta novela
encontrará un título que enmascara en parte la “realidad” del texto. No
tardará en descubrir, en el último tercio de la novela, quién es ese
Ernesto G., pero en cierto modo la novela podría haberse titulado Los
años vividos por Joseph K, pues aun teniendo un componente coral, el
protagonista de esta novela es Joseph Kaplan, un
héroe-que-no-quiere-serlo, un hombre producto del siglo XX que le ha
tocado vivir. La utopía forja su destino, la misma que le impulsa a
buscar discos de Caros Gardel y bailar el tango sin que nadie le enseñe o
tratar de encontrar una cura para el paludismo, aunque sea en una aldea
perdida en Argelia durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial.
La utopía del comunismo en su país de origen, Checoslovaquia, que
pronto se troca en dictadura de unos que se llaman comunistas pero que
en realidad sólo tratan de aferrarse al poder. La utopía de quien forma
una familia sin haberlo pretendido, de quien encuentra y huye del amor
cuando menos lo espera. Pero al lado de la utopía, junto a ella en la
balanza, la realidad y el peso de la historia que a todos nos atenaza y
rodea. Los sueños están para vivirlos, pero la realidad moldea la vida a
su conveniencia, siendo el sueño la materia de la que se forjan las
utopías.
24 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1327/556): "To Sir, With Love"
Vonda Shepard ft. Al Green - To Sir, With Love
Disco: Heart and Soul: New Songs from Ally McBeal (1999)
23 de diciembre de 2013
Crítica de cine: Gente en sitios, de Juan Cavestany
Subjetiviza tu mundo. Mira a un lado con el
rabillo del ojo, ves la varilla de las gafas. Mira hacia abajo, sin
mover la cabeza, ¿eres capaz de atisbar el bigote, difuminado, por
debajo de las lentes? Tus ojos son tu cámara particular, camina y
observa. Graba mentalmente: eso que ves en cámara subjetiva es la vida
que pasa a tu lado, te afecta y te aparta. Tu respiración, una tos, el
score que tú compones y que se completa con los ruidos de la
cotidianidad. Estás en este mundo, formas parte de él. Eres gente, si
fueras capaz de salir de esos ojos/cámara y verte en perspectiva, serías
tú; tú viviendo, caminando, sintiendo, moviéndote, respirando,
comiendo, besando. Tú y tus rarezas, peculiaridades e idiosincrasias.
Mira, graba, rebobina. Gente en sitios. Como en la película de Juan
Cavestany estrenada el pasado viernes, quizá una de las apuestas
cinematográficas más originales, curiosas, gafapastiles, desconcertantes
y adictivas que hayas visto en una sala de cine.
Y probablemente te preguntes... ¿de qué diablos va esta película? ¿Es una comedia? ¿Un drama? ¿Un retrato social? ¿Un juego de espejos? ¿Surrealismo? ¿O un poco de todo y un mucho de nada?
Crítica de cine: 12 años de esclavitud, de Steve McQueen
Segunda (gran) película de 2013 sobre la esclavitud. Quentin Tarantino se acercó al tema a principios de año con Django desencadenado;
primó el espectáculo sobre la profundidad que el tema requiere, y se
notaba. Por su parte, ahora que terminamos este año 2013, Steve McQueen,
ese director británico que con sus dos películas anteriores (Hunger y Shame)
ya se ha hecho un hueco más que notable en la industria cinematográfica
actual, sí que se adentra sin juegos de artificio en un tema tan
espinoso, y en cierto modo mal planteado, en el cine. Un tema incómodo
para el establishment actual
norteamericano (del mismo modo que lo sería para familias descendientes
de indianos esclavistas en la España actual si alguien decidiera hacer
una película sobre el tema en Cuba); de hecho, siempre lo fue y su
aproximación ha sido parcial, bajo los ecos de La cabaña del tío Tom
o con un sensacionalismo que roza el esperpento. McQueen, cuya familia
desciende de antiguos esclavos afrocaribeños, toca el tema poniendo el
acento en los aspectos sociológicos de la esclavitud y no apartando la
cámara en los momentos más crudos. Pero sin recrearse (esto no es La Pasión de Cristo
en clave de esclavitud ni, desde luego, él no es Mel Gibson). Esta es
una película dura, convencional incluso (más de lo que aparenta), pero
también seria. Por una vez, una película serie sobre la esclavitud.
Canciones para el nuevo día (1326/555): "Stuck in the Middle with You"
Stealers Wheel - Stuck in the Middle with You
Disco: Stealers Wheel (1972)
20 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1325/554): "The Way to Your Heart"
Soulsister - The Way to Your Heart
Disco: It Takes Two (1986)
19 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1324/553): "True Colors"
Phil Collins - True Colors
Disco: ... Hits (1998)
18 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1323/552): "Rolling in the deep"
Adele - Rolling in the deep
Disco: 21 (2011)
17 de diciembre de 2013
Curso de series de televisión en la UPF (enero-mayo de 2014)
Una vez más, volvemos con el curso de series que Raquel Crisóstomo Gálvez y servidor impartimos en la Universidad Pompeu Fabra. Ya es la 4ª edición del curso, y aunque parezca que no se puede decir mucho más de las series de TV, lo cierto es que siempre son tantas cosas las que se quedan en el tintero... muchos detalles por comentar y visionar. Afortunadamente las series de TV siguen dando mucho juego.
Ficción serial... propone aproximarse (de nuevo) a las series de TV norteamericanas de los últimos años con una visión eminentemente interdisciplinaria. Hoy en día podemos acercarnos a la realidad cultural y las transformaciones sociales a través de los productos televisivos. De este modo, la serie televisiva se ha erigido en un fenómeno de masas, sí, y también en un receptáculo audiovisual de nuevos formatos, que al mismo tiempo recupera diversos referentes literarios y cinematográficos del imaginario colectivo. El objetivo del curso es conocer los mecanismos culturales para explorar la serialidad en toda su complejidad, mediante diversos estudios de caso sobradamente conocidos como Mad Men, Game of Thrones y Homeland, entre muchas otras.
16 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1321/550): "Lean on me"
Bill Withers - Lean on me
Disco: Still Bill (1972)
13 de diciembre de 2013
12 de diciembre de 2013
11 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1318/547): "A vegades"
Els Amics de les Arts - A vegades
Disco: Bed & Breakfast (2009)
10 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1317/546): "Teresa Rampell"
Manel - Teresa Rampell
Disco: Atletes, baixin de l'escenari (2013)
9 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1316/545): "Los toros en la Wii (Fantástico)"
Love of Lesbian - Los toros en la Wii (Fantástico)
Disco: La noche eterna. Los días no vividos (2012)
6 de diciembre de 2013
Canciones para el nuevo día (1315/544): "Tainted Love"
Soft Cell - Tainted Love
Disco: Non-Stop Erotic Cabaret (1981)
5 de diciembre de 2013
4 de diciembre de 2013
Reseña de El mapa secreto, de Luis Racionero
Durante unas pocas décadas, entre 1405 y 1433, el
Imperio del Centro, la China de los Ming, pudo dominar el mundo
saliendo de sus fronteras estables, echándose a la mar, navegando en el
Índico y los mares del Sur. Un hombre, un eunuco de origen turcomongola,
Zheng He (c. 1371-1435), también conocido como Ma San Bao («Ma el de
las tres joyas» [el pene y los testículos emasculados]) y también como
el legendario Simbad entre los musulmanes, emprendió una serie de viajes
y comandó una flota de «28.000 hombres en 320 naves. Navegando en
formación cubrían el mar de horizonte a horizonte. Tenía a sus órdenes
93 capitanes, 100 contramaestres, cinco astrólogos y 180 médicos. Los
barcos más pequeños medían 20 metros de eslora y servían como transporte
de personas y comunicación entre la flota, los buques de guerra medían
60 metros de largo por 22 de ancho, las naves capitanas –llamadas barcos
del tesoro– medían 100 metros por 50 de ancho, el buque insignia tenía
150 metros de eslora con nueve mástiles y 62 metros de ancho. La
tripulación constaba 500 marineros. Todos los juncos eran blancos como
la nieve. Tenían ojos pintados en la proa, para hallar el camino, los de
guerra cabezas de tigre para amedrentar al enemigo; por su parte, los
soldados llevaban máscaras de tigre. Algunos barcos tenían establos para
la caballería, otros eran huertos de verduras y otros, cisternas de
agua potable en cuyo fondo depositaban barros traídos de pozos
domésticos para no perder las raíces. Las velas de las naves eran de
seda roja, ligera y resistente» (pp. 8-9). Qué buena novela puede salir
ya sólo con esa descripción de una flota que empequeñecía las carabelas de Colón.
Qué personaje tan atractivo Zheng He, qué interesante la pugna entre
eunucos y mandarines confucianos en la China del primer tercio del siglo
XV, la época de mayor esplendor de la dinastía Ming. Y, sin embargo,
qué frustradas pueden quedar las expectativas ante esta novela…
Canciones para el nuevo día (1313/542): "The Voyager"
Mike Oldfield - The Voyager
Disco: Voyager (1996)
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