Gloria Trevi - Todos me miran
Disco: La trayectoria (2006)
«Fue Guillermo [II] el culpable de la Gran Guerra? ¿Fue Tirpitz? ¿Grey? ¿Moltke? ¿Berchtold? ¿Poincaré? ¿O no hubo un culpable? ¿Hemos de volvernos más bien hacia las instituciones y las ideas? ¿Estados mayores demasiado poderosos, gobiernos absolutistas, darwinismo social, culto a la ofensiva, nacionalismo? Una vez más, las preguntas son tantas como las respuestas. Acaso a lo más que podamos aspirar sea a entender lo mejor posible a aquellos individuos que debieron decidir entre la guerra y la paz, así como sus fuerzas y sus debilidades, sus amores, sus odios, sus prejuicios. Para ello tenemos también que entender su mundo, los supuestos de la época. Hemos de recordar, como lo hicieron estos líderes, lo que había sucedido antes de la última crisis de 1914 y las lecciones que se sacaron de las crisis marroquíes, de la de Bosnia o de los sucesos de las primeras guerras balcánicas. El propio éxito de Europa al haber sobrevivido a esas crisis anteriores condujo paradójicamente a la peligrosa seguridad, en el verano de 1914, de que una vez más surgirían soluciones en el último momento y se lograría preservar la paz. Y si quisiéramos señalar culpas desde nuestra perspectiva del siglo XXI, podríamos acusar de dos cosas a quienes llevaron a Europa a la guerra. Primero, de falta de imaginación para ver cuán destructivo sería un conflicto semejante; y segundo, de falta de valor para enfrentarse a quienes decían que no quedaba otra opción que ir a la guerra. Siempre hay otras opciones» (p. 759).