23 de junio de 2016

Crítica de cine: Buscando a Dory. de Andrew Stanton y Angus MacLane

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.  

En 2003, y como ya suele ser habitual, Pixar conquistó a niños y adultos con la historia de un pez payaso padre, Marlin, que buscaba a su hijo Nemo, capturado por un submarinista y que, al otro lado del océano, en Australia, quedaba “retenido” en la pecera de un dentista. Marlin movió viento y marea (y nunca mejor dicho) para cruzar el océano y encontrar al pequeño Nemo (que, por su parte, trataba de escapar de la pecera con la ayuda de una peculiar banda de peces y estrella de mar, también “habitantes” de aquella pecera). Buscando a Nemo, que ya sabe el lector que es la película de la que estamos hablando (quizá demasiado), nos hablaba de un padre dispuesto a lo que fuere para encontrar a su hijo, al mismo tiempo que ambos se encontraban a sí mismos en situaciones de peligro; el hiperprotector Marlin aprendió a confiar en Nemo y a darle rienda suelta para que aprendiera por su cuenta acerca de las cotidianidades de la vida.  Pero nos olvidamos de alguien fundamental en esa historia: Dory, el pez cirujano azul con un problema de pérdida de memoria a corto plazo (vamos, lo que se dice “tener memoria de pez”). Sin Dory, su espontaneidad, sus locuras y su voluntad de “seguir nadando”, Marlin quizá no habría encontrado a Nemo, o quizá le habría costado mucho más. Dory se erigía en un personaje secundario con un enorme carisma y que caló enseguida entre los espectadores. Pues he aquí que, trece años después, Pixar, que hasta ahora no se había prodigado por las secuelas y franquicias (y Cars 2 es una buena muestra de los riesgos de hacerlo)1, presenta Buscando a Dory, cinta que convierte a Dory en protagonista absoluta y a Marlin y Nemo en lo que podrían ser unos particulares ”mejores actores (peces) de reparto”. A Dory y su pérdida de memoria a corto plazo.

Canciones para el nuevo día (1979/1208): "Live Is Life"

Opus - Live is Life

Disco: Live is Life (1982)