15 de abril de 2013

Reseña de Gladiadores. El gran espectáculo de Roma, de Alfonso Mañas

Probablemente, dentro del universo romano, no haya un fenómeno tan popular y popularizado como el espectáculo de gladiadores. El cine (Demetrio y los gladiadores, Espartaco, Gladiador,…) y la ficción televisiva (Roma, Espartaco: sangre y arena y sus precuelas y continuaciones), así como videojuegos de todo tipo, nos han legado un icono visual de los juegos gladiatorios que a menudo distaba de la realidad histórica. Estudiado a fondo allende nuestras fronteras, sobre este tema en castellano y por parte de investigadores españoles se ha publicado menos libros. Quizá los casos de Gladiadores: mito y realidad de Fernando Lillo Redonet (Ediciones Evohé, 2011) o Gladiator. Luchar para vivir en un oficio peligroso de Ricardo Cajigal (Jano, 2010) sean dos notables excepciones. Y tampoco se han traducido demasiados títulos de fuera, siendo quizá los más conocidos Crueldad y civilización: los juegos romanos de Roland Auguet (Orbis, 1985), actualmente descatalogado, y Breve historia de los gladiadores de Daniel P. Mannix (Nowtilus, 2004, reed. 2011), un libro poco recomendable por el grado de especulación que aporta (a diferencia del breve libro de Lillo, que se centra en fuentes y datos, aunque el resultado sea sintético y casi parezca una obra de consulta). La guerra servil liderada por Espartaco en los años 73-71 a.C. ha dado pie a un acercamiento, si bien colateral, a la cuestión gladiatoria en libros como La guerra de Espartaco de Barry Strauss (Barcelona: Edhasa, 2010), La rebelión de Espartaco de Carlos Javier Pacheco López (Sátrapa Ediciones, 2010) o La rebelión de Espartaco de Juan Luis Posadas (Sílex, 2012).  Pero a día de hoy falta un libro completo, que no incida en el anecdotario y que ofrezca una imagen y un tratamiento global del fenómeno de los gladiadores.

Canciones para el nuevo día (1146/374): "Finally"

CeCe Peniston - Finally



Disco: The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert - soundtrack (1994)

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1 de abril de 2013

Crítica de cine: Los últimos días, de Àlex y David Pastor

Una película apocalíptica, con una Barcelona devastada como escenario y las entrañas de la ciudad como refugio último. "Hay que verla", me dije en su momento. La idea inicial de los hermanos Àlex y David Pastor es muy atractiva: de un día para otro, la población del mundo empieza a sentir un ataque hiperbólico de agorafobia, salir a la calle supone no sólo un miedo atroz a algo desconocido sino incluso la muerte (más por el susto que por otra cosa). Y es lo que le sucede a Marc (Quim Gutiérrez), que se ve atrapado en su lugar de trabajo durante tres meses, sin poder salir, igual que el resto de empleados del edificio, de la ciudad o del mundo. Pero decide salir (el muchacho se lo ha pensado mucho, tres meses...), pues necesita saber qué ha sido de su novia Julia (Marta Etura), si sigue viviendo en el hogar de ambos, si sigue viva, de hecho... Le acompañará un rudo ejecutivo de recursos humanos, Enrique (José Coronado), que tiene un GPS (ideal para guiarse por el subsuelo, según creen), y que quiere saber qué ha sido de su padre, ingresado en un hospital. A partir de ahí empieza una película que es un poco de todo: rollo apocaliptico, buddy movie, aventuras y drama con vocación de thriller. Y particular ida de olla en el epílogo...

Canciones para el nuevo día (1136/364): "Bright Lights Bigger City"

Cee Lo Green - Bright Lights Bigger City



Disco: The Lady Killer (2010)