20 de abril de 2021

Crítica de cine: Minari, de Lee Isaac Chung

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo
.

No deja de ser curiosa que esta película haya sido nominada y premiada en los recientes Globos de Oro en la categoría de mejor película de habla no inglesa cuando, por un lado, no está enteramente hablada en coreano; y, por otro, porque es una película completamente estadounidense en su producción. De hecho, podría perfectamente haber competido en el premio grande, como podría hacerlo en los próximos premios Oscar, cuyas nominaciones aún no se han anunciado (deberemos esperar al lunes 15 de marzo; se entregarán el 26 de abril). Es un filme escrito y dirigido por un cineasta estadounidense hijo de inmigrantes coreanos, producido por, entre otros, Brad Pitt, y con actores estadounidenses y coreanos por igual. Minari, pues, en este mundo globalizado y en el que la inmigración es algo ya cotidiano, podría ser considerada una película tan estadounidense como Nomadland, la otra gran favorita en la carrera de los premios. Pero, ya se sabe, los árboles no dejan de ver el bosque (y más en un país que se forjó en la inmigración).

14 de abril de 2021

7 de abril de 2021

Reseña de Memorial de los libros naufragados. Hernando Colón y la búsqueda de una biblioteca universal, de Edward Wilson-Lee

Nota: esta reseña parte de la lectura del original, The Catalogue of Shipwrecked Books. Young Columbus and the Quest for a Universal Library (William Collins, 2018).

En el epílogo de este libro, Edward Wilson-Lee “convierte” a Hernando Colón en un “precursor” de Google Books (se podría añadir también que de Internet Archive) por la labor que hizo el hijo del Almirante con la biblioteca que acumuló y creó en su casa en Sevilla: organizar la gran Biblioteca Universal, el receptáculo de todos los saberes del mundo, en sus diversas lenguas y creencias religiosas. Por desgracia, la mayor parte de esa biblioteca –que llegó a acumular entre 15.000 y 20.000 volúmenes y se convirtió en una de las más grandes, si no la más grande, en el primer tercio del siglo XVI– se perdió en los decenios y siglos posteriores a la muerte de Hernando en 1539, ya fuera por catástrofes naturales (inundaciones), por la venta de parte de sus activos o por la negligencia de los herederos de Colón. Sea como fuere, de esa riquísima biblioteca, que no sólo incluía libros sino también imágenes y partituras musicales impresas, apenas se conservan algo menos de 4.000 volúmenes [es la cifra que proporciona el autor] en la Catedral de Sevilla, que es donde actualmente está ubicada; se perdió para siempre la colección de imágenes que Hernando persiguió por talleres impresores, así como el legado que recibiera de su padre, el Almirante: los cuadernos de bitácora originales de sus viajes, de los que hoy quedan copias gracias a transcripciones posteriores –de Bartolomé de las Casas, por ejemplo–. También desaparecieron, si no se perdieron, las páginas del Libro de los Epítomes, la obra que debía ser síntesis y a la vez punto de partida para elaborar una gran obra de síntesis a modo de los modernos abstracts: un resumen sobre lo esencial de un libro para que el lector se haga una idea del mismo y decida si continúa con la lectura completa o queda satisfecho con ello; y también repertorios bibliográficos y registros para clasificar los libros según una sistematización que sería la base de sistemas de catalogación bibliográfico posteriores (y actuales), como el CDU o el Thesaurus.

Canciones para el nuevo día (3222/2441): "Edge of Seventeen"

Stevie Nicks - Edge of Seventeen



Disco: Bella Donna (1981)

24 de marzo de 2021

Reseña de Alaric The Goth: An Outsider's History of the Fall of Rome, de Douglas Boin

En 2018 Marcial Pons Ediciones de Historia publicó Alarico (365/370–410 A.D.): la integración frustrada de Javier Arce, una monografía que, como el autor incide en el prólogo, «no es una biografía de Alarico» (p. 15), y que comparte much(ísim)os aspectos con el libro que comentamos en este reseña: Alaric The Goth: An Outsider's History of the Fall of Rome de Douglas Boin (W.W. Norton, 2020). El volumen de Boin, de una brevedad similar (272 páginas, descuéntense notas y bibliografía) al de Arce (184 páginas, que se quedan en poco más de 150 de texto), tampoco parece propiamente una «biografía» del personaje, a quien se «utiliza» como excusa para realizar una amplia mirada al Imperio Romano entre, aproximadamente, las décadas de 370 y 410 de nuestra era. Si acaso, Alarico aparece en este libro como un «inmigrante», un hombre a quien los romanos habrían etiquetado como un «refugiado», un profugus; un inmigrante en una época de xenofobia, fanatismo y violencia. Y no anda nada desencaminado Boin al respecto.