14 de mayo de 2020
13 de mayo de 2020
Reseña de Return to the Reich: A Holocaust Refugee’s Secret Mission to Defeat the Nazis, de Eric Lichtblau
Es posible que el lector de este libro recuerde la historia de Frederick “Freddy” Mayer (1921-2016) por un documental, The Real Inglorious Bastards (Min Sook Lee, 2012), emitido hace unos años (en España, por la 2, febrero de 2015, por ejemplo; disponible en YouTube con doblaje castellano sobre el original en inglés). Un documental que toma el nombre de la película Inglourious Basterds [Malditos bastardos] de Quentin Tarantino (2009), que cuenta la peripecia (ficticia) de un grupo de judíos que, en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, se infiltra en la Francia ocupada aún por los nazis –París fue liberado en agosto de 1944, por tanto, la acción de la película debe transcurrir antes–, y que traza incluso un paralelismo entre la patrulla que lidera Aldo Raine (Brad Pitt) y los protagonistas de la Operación Greenup que Mayer, exiliado alemán en Estados Unidos, el también exiliado y neerlandés Hans Wijnberg (1922-2011) y el prisionero de guerra austriaco (y desertor) Franz Weber, desarrollaron en el Tirol entre finales de febrero y principios de mayo de 1945.
12 de mayo de 2020
Canciones para el nuevo día (2991/2210): "A Fifth of Beethoven (Extended Version)"
Walter Murphy and The Big Apple Band - A Fifth of Beethoven (Extended Version)
11 de mayo de 2020
Reseña de Rasputin: Faith, Power, and the Twilight of the Romanov, de Douglas Smith
Para el común de los mortales, Grigory Yefímovich Rasputín (1869-1916) es ese personaje ruso extravagante que «cameló» al zar Nicolás II y (especialmente) a la zarina Alexandra, un depredador sexual y un tipo que avergonzaba a todo un país con sus tejemanejes, hasta que su muerte (de por sí azarosa, según la leyenda del personaje) liberó a Rusia de su presencia… por fin. La canción de Boney M, “Rasputín” —pertenece al álbum Nightflight to Venus (1978), uno de los más vendidos por el peculiar grupo euro-caribeño en Alemania (un millón de copias vendidas), Canadá (medio millón), Reino Unido (300.000 copias) y España (100.000 copias)—, enumera en sus letras los tópicos y temas que se recuerdan de él y se han repetido hasta la saciedad: que era el amante de la zarina, que su mirada era fascinante y seductora, que era un imán para las mujeres, que influyó en la política de la época, que era un santón con poderes de curación, que bebía mucho y provocaba escándalos públicos hasta que la gente se cansó de sus excentricidades y un grupo de personas de la élite (a los que «no hay que culpar) lo engañaron y, veladamente, se deja entrever que lo asesinaron., «Oh, esos rusos…», concluye la voz del solista (que no era la Bobby Farrell, por cierto), como diciendo «es que eran así, no sorprende que entre ellos surgiera alguien como Rasputín, la vergüenza de toda una nación…». La canción tuvo un éxito enorme e incluso un periodista musical la definió como «a tribute to the legendary Russian historical figure that uses balalaikas to create its textured rhythm guitar hook», pues Rasputín era muy devoto de la música popular y no era inusual que, en el imposible caso de escuchar una canción, se hubiera dejado llevar por el ritmo de los instrumentos, sus rodillas y pies hubieran acompañado la melodía y, finalmente, se hubiera arrancado a bailar. Así lo comenta Douglas Smith en su extenso volumen dedicado al personaje: Rasputin: Faith, Power, and the Twilight of the Romanovs (Farrar, Strauss and Giroux, 2016; ed. en rústica, Picador, 2017), un volumen que ya se ha considerado como el estudio «definitivo» sobre Rasputín; quien esto escribe es reticente a utilizar adjetivos como «definitivo» para categorizar un libro de investigación histórica, pues nunca hay nada definitivo en estas lides (si acaso, la muerte…), pero la primera conclusión que podemos sacar es que, ciertamente, se aproxima a dicha etiqueta.
8 de mayo de 2020
7 de mayo de 2020
Reseña de King and Emperor: A New Life of Charlemagne, de Janet L. Nelson
Hace tiempo que no contamos con un buen estudio, biográfico y general, sobre Carlomagno; y un estudio completo, sólido, no libros (excesivamente) divulgativos que suelen ser refritos de contenidos pero que realmente aportan poca cosa: por ejemplo, de Breve historia de Carlomagno y el Sacro Imperio Romano Germánico de Juan Carlos Rivero Quintana (Nowtilus, 2009), que, además, resulta confuso ya en el propio título: es una obra sobre el personaje y su estricto período, pero nada tiene que ver con un Sacro Imperio Romano Germánico que, formalmente, no se fundó hasta siglo y medio después de la muerte de Carlomagno; otra obra divulgativa y generalista es Breve historia de los carolingios: auge y caída de la estirpe de Carlomagno de Ernest Bendriss (Dilema, 2009), que parece mejor fundamentada. Y ya quedan lejos obras académicas de conjunto sobre el período carolingio, como Carlomagno y el imperio carolingio de Louis Halphen (Akal, 1992; ed. orig, en francés, 1947), por no hablar de clásicos de la historiografía como Mahoma y Carlomagno de Henri Pirenne, publicado póstumamente en 1937 y que ha tenido constantes reediciones en castellano (a cargo de Alianza Editorial; la última, en formato bolsillo, en mayo de 2019); y desde luego hace falta, para el ámbito universitario, una obra más completa que La Europa de los carolingios de Amancio Isla Frez (Síntesis, 1999), en el marco de una colección muy útil pero también bastante estanca. Ariel publicó una biografía del personaje, Carlomagno, en 2001 y que quizá no estaría de más recuperar. Sea como fuere, dejando al margen manuales generales sobre la Edad Media sus primeros siglos, especialmente, con libros destacables como los de Chris Wickham —Una historia nueva de la Alta Edad Media: Europa y el mundo mediterráneo, 400-800 (Crítica, 2016 [1ª ed., 2009]) y El legado de Roma: una historia de Europa de 400 a 800 (Pasado & Presente, 2013), libros complementarios entre sí— y centrándome sólo en obras que aún pueden encontrarse (más o menos, en algún caso) en librerías, lo cierto es que convendría poner en el mercado hispano un libro actualizado (historiográficamente hablando) y académico para los tiempos que corren.
6 de mayo de 2020
5 de mayo de 2020
4 de mayo de 2020
1 de mayo de 2020
30 de abril de 2020
29 de abril de 2020
28 de abril de 2020
27 de abril de 2020
24 de abril de 2020
23 de abril de 2020
Reseña de Mi cuaderno estoico: cómo prosperar en un mundo fuera de tu control, de Massimo Pigliucci y Gregory Lopez
Nota: esta reseña parte de la lectura del original en inglés, A Handbook for New Stoics: How to Thrive in a World Out of Your Control de Massimo Pigliucci y Gregory Lopez (The Experiment, 2019).
¿Puede servir la filosofía como objeto de uso para un manual de autoayuda? Quizá pueda sonar a irreverente tal idea, pero al margen de los prejuicios que el lector aficionado a la primera pueda tener (y admito que yo mismo comencé el libro con curiosidad, pero también con mucha prevención), los dos autores de este «manual» consideran que sí; y en particular piensan que el estoicismo puede ayudarnos a superar (o lidiar) con las trifulcas y obstáculos del día a día. Unos problemas que en cierto modo parten de nosotros mismos: nuestros prejuicios hacia los demás, nuestra ira, nuestra impaciencia, nuestra manía de reducirlo todo a bueno o malo en función de nuestra propia experiencia. Nuestros deseos, en última instancia, que pueden convertirnos en rehenes de los mismos, y nuestras acciones, todo lo cual conduce al tercer principio del estoicismo, el asentimiento. El objetivo de la filosofía es reflexionar sobre el mundo que nos rodea y nuestro papel (activo) en él, tiene su utilidad (aunque se repita como un mantra que, como las humanidades en general, no sirven para nada) y su valor más allá de lo meramente utilitario.
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