Un 3 de septiembre de 1260 los mamelucos de Egipto derrotaron a los mongoles en la batalla de Ain Jalut, en Palestina, deteniendo el imparable avance del imperio forjado por Gengis Kan dos generaciones atrás. Se detuvo la maquinaria de guerra mongol, basada en la caballería y en un uso de tropas auxiliares de pueblos sometidos, como los georgianos, los armenios y los territorios de turcos y persas que pasaron a formar parte del Ilkanato (Iljanato), uno de los cuatro territorios en que se dividió el enorme imperio creado por Gengis a su muerte, liderado por su nieto Hulagu. Todo había empezado con el kurultai (o consejo de los kanes mongoles) que en 1251 proclamó Gran Kan (en mongol, xaan), es decir, “máximo gobernante”, a Möngke, hermano de Hulagu, Ariq Boke y Kublai; los cuatro “cachorros” mongoles se dedicaron, bajo los designios de Möngke y tras las luchas por la supremacía entre los descendientes de Gengis, a reemprender los planes de expansión contra la China de los Song (Möngke y Kublai) y el sudoeste islámico (Hulagu). Las campañas de Hulagu contra el califato abasí de Bagdad y Siria llevaron a los mongoles a su máxima expansión en el Próximo Oriente asiático, con el objetivo de eliminar a los mamelucos de Egipto.
3 de septiembre de 2019
2 de septiembre de 2019
Efemérides historizadas (XXXIX): 2 de septiembre de 31 a.C.- Octaviano (o Agripa) derrota a Marco Antonio en Actium
Un 2 de septiembre de 31 a.C. tuvo lugar una batalla naval en Actium, en la entrada del golfo de Ambracia, entre las flota romana, comandada por Marco Vipsanio Agripa en nombre del ex triunviro Imperator Caesar Divi Filius, es decir, Gayo Julio César Octaviano, y, “oficialmente”, la flota egipcia, con el ya también ex triunviro Marco Antonio al frente, “Oficialmente”, pues para el futuro Augusto, Mecenas y su think tank de poetas y propagandistas (Virgilio y Horacio, entre otros), la batalla fue la culminación de una guerra de Roma (e Italia) contra el decadente y depravado Egipto de la reina Cleopatra VII, que había sojuzgado y anulado a Antonio… de modo que se trataba de una guerra contra un hostis extranjero, no un bellum civile, que es lo que realmente era.
30 de agosto de 2019
29 de agosto de 2019
Efemérides historizadas (XXXVIII): 29 de agosto de 1526 - desastre cristiano en la batalla de Mohács
Un 29 de agosto de 1526 se produjo uno de esos acontecimientos que constituyen un antes y un después en la historia de Europa en los siglos modernos: en la batalla de Mohács, a unos 170 km. de Buda, capital de Hungría, las tropas del rey Luis (o Ladislao) II Jagellón —un mozo de apenas veinte años de edad— fueron derrotadas por el ejército otomano de Solimán el Magnífico (o el Legislador, como se le conoce en el ámbito turco). Luis murió en combate junto a unos 15.000 (aproximadamente) soldados húngaros, y parte de la nobleza magiar.
28 de agosto de 2019
27 de agosto de 2019
26 de agosto de 2019
23 de agosto de 2019
22 de agosto de 2019
21 de agosto de 2019
20 de agosto de 2019
Efemérides historizadas (XXXVII): 20 de agosto de 1672 - asesinato de Johan de Witt, Gran Pensionario de Holanda
Un 20 de agosto de 1672 fue asesinado (de hecho, linchado por una multitud furiosa) Johan (o Jan) de Witt, Gran Pensionario (Raadpensionaris) de Holanda, una de las siete Provincias Unidas de los Países Bajos, constituidas en Estado independiente desde el Acta de Abjuración de 1581 y que conformaron un modelo “republicano” desde 1587. Su muerte se enmarca en la guerra franco-anglo-holandesa iniciada en mayo de 1672, con la invasión del país por parte de Luis XIV, quien rápidamente avanzó hasta conquistar la mayor parte de las Provincias Unidas (excepto Holanda y Zelanda), y en las pugnas entre “monárquicos” y “republicanos” en el seno de una República Neerlandesa que había logrado convertirse a lo largo de los primeros dos tercios del siglo XVII en el país más avanzado política, económica y artísticamente de Europa. El año 1672 (Rampjaar, el año desastroso) pondría a prueba la fortaleza de la República.
19 de agosto de 2019
18 de agosto de 2019
Crítica de cine. Érase una vez en Hollywood, de Quentin Tarantino
Con un título de cuento de hadas (“Érase una vez…) y con Hollywood como escenario, la 9ª película de Quentin Tarantino –con ese número ordinal que tanto se promociona en carteles y teasers publicitarios, previo a ese supuestamente último y décimo filme original del cineasta estadounidense, si no contamos ese proyecto de Star Trek que tiene más ojos que el Guadiana, que pondrá fin a su carrera… presuntamente– parece ser la culminación de una carrera. De hecho, si tiramos de memoria histórica, resulta lógica una película como Érase una vez en Hollywood en la filmografía de Tarantino, tenía que llegar, contemplas filias cinéfilas (y cinéfagas) de alguien que parece haberse preparado toda su vida para un filme de estas características. Presentada en el Festival de Cine de Cannes el pasado mes de mayo y estrenada en Estados Unidos el 26 de julio, llega a las carteleras veraniegas españolas un filme que en su montaje para salas dura 165 minutos, pero no ofrece todo el metraje rodado por Quentin: tendremos que esperar a la versión extendida (con las escenas eliminadas) de cuatro horas en formato miniserie que ofrecerá Netflix más adelante para disfrutar de todo lo que quiso contar en este filme y finalmente no pudo. (Nota: la verdad sea dicha, a estas alturas de películas de estándares Vengadores, tampoco pasaría nada si se estrenase en salas dicho montaje último, aunque los exhibidores se rasgarían las vestiduras y se estrujarían las meninges para encontrar pases de un filme de cuatro horas.) Cierto es que esas casi tres horas dejan una sensación de que se ha escamoteado (bastante) en la sala de montaje y ello se percibe en una versión para la gran pantalla que tiene algunos problem(ill)as de ritmo.
16 de agosto de 2019
15 de agosto de 2019
14 de agosto de 2019
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