17 de marzo de 2014

Reseña de Marco Aurelio: la miseria de la filosofía, de Augusto Fraschetti

Quizá a más de un lector le sorprenda el subtítulo («la miseria de la filosofía») de esta biografía sobre uno de los romanos que mejor «prensa» ha tenido. «¿Cómo?, paréceme oír, ¿Marco Aurelio y miseria en una misma frase? ¡No puede ser, es prácticamente un oxímoron!». Pero Augusto Fraschetti (1947-2007) no duda en llegar a tal conclusión. ¿Por qué?, se dirá. Para tal empresa he aquí un libro que induce, de entrada, a dejar de lado nuestros apriorismos y a reflexionar. La tarea no es demasiado complicada habiendo cuenta de que contamos con numerosas fuentes sobre el emperador-filósofo: además de sus Meditaciones, que en el libro I ofrece pistas sobre su propia biografía, contamos con textos casi coetáneos como la Historia romana de Dión Casio (o en el epítome conservado por el monje bizantino Juan Xilifino en el siglo XI), las biografías de Adriano, Antonino Pío, el propio Marco, Lucio Vero y Cómodo en la Historia Augusta; la Historia del imperio romano después de Marco Aurelio de Herodiano, la correspondencia de Frontón (tutor de Marco), los epítomes de época tardía (Eutropio, Aurelio Víctor), los textos de Galeno (su médico de cabecera), los discursos de Elio Arístides, la epigrafía, los papiros conservados en Egipto… fuentes no nos faltan, pues. Y de ellos se desprende, en una primera lectura, una imagen benévola de Marco Aurelio (en el caso de la Historia Augusta, la Vita Marci es un espejo en positivo de la Vita Veri, considerado un «depravado»). Por tanto, ¿por qué ese subtítulo, por qué esa «miseria de la filosofía»?

Canciones para el nuevo día (1386/615): "Party Rock Anthem"

LMFAO - Party Rock Anthem



Disco:  Sorry For Party Rocking (2011)

15 de marzo de 2014

Crítica de cine: Joven y bonita, de François Ozon

Tras En la casa (Dans la maison) –cuya materia prima, por cierto, la obra de teatro de Juan Mayorga, El chico de la última fila, se estrena en Barcelona estos días–, François Ozon decidió seguir apostando por actores jóvenes e historias protagonizadas por adolescentes. Y fruto de ello es una película cuya carta de presentación ha levantado polvareda entre los sectores más conservadores de la sociedad francesa: que una chica de diecisiete años decida, libremente y sin que tenga una necesidad económica, dedicarse a la prostitución. Compleja situación, de entrada, que no debería ser óbice para tratar de ver la película sin apriorismos, sin la etiqueta de "provocador" para Ozon y que, de hecho, debería hacernos reflexionar sobre una cuestión de candente actualidad en este lado de los Pirineos: el control que una mujer ejerce sobre su propio cuerpo. Pues se trata, ni más ni menos, que de eso en momentos en que por nuestros lares está candente la reforma del aborto y muchas mujeres reivindican que sobre su cuerpo no decide nadie más que ellas mismas. Llega pues Joven y bonita), en un momento muy adecuado.

13 de marzo de 2014

Reseña de A la sombra de las espadas: la batalla por el imperio global y el fin del mundo antiguo, de Tom Holland

Una portada o un subtitulo escogidos por una editorial pueden ser un espaldarazo para un libro o inducir a error. Quizá este libro sea el segundo caso. De Tom Holland poco podemos decir que un lector más o menos curioso y conocedor del ensayo histórico (altamente divulgativo) no conozca ya a estas alturas: de él son libros como Rubicón (2003) –que recoge la etapa final de la República romana y la transición al Imperio–, Fuego persa (2005) –qué decir, las guerras médicas del siglo V a.C.– o Milenio (2008) –sobre la Alta Edad Media europea y la expansión del cristianismo en la Europa “pagana” posromana–; libros con un cariz divulgativo (Rubicón algo “divulgarizante”) para un público general, muy amenos y en los que el autor escoge períodos históricos atractivos y vibrantes. Por tanto, podíamos esperar que su siguiente libro, A la sombra de las espadas: la batalla por el imperio global y el fin del mundo antiguo (Planeta, 2014) también lo sería, y más si recoge un período que a menudo queda más escondido: los siglos VI y VII d.C. 

Canciones para el nuevo día (1384/613): "Happy"

Pharrell Williams - Happy


Disco: Girl (2014)


9 de marzo de 2014

Crítica de cine: La gran belleza, de Paolo Sorrentino

Las dos primeras secuencias de La gran belleza de Paolo Sorrentino ya nos deja claro qué vamos a ver en las casi dos horas y media de película: si la primera nos traslada al Gianicolo, uno de las colinas a las afueras de la Roma histórica (y con unas vistas estupendas, como todos los que han/hemos viajado a Roma habrán podido comprobar), en el que la belleza visual de lo que se muestra (con un cierto manierismo en la forma), la siguiente escena rompe con ese escenario casi bucólico: una fiesta en el que se mezclan personajes de diversas edades, al son de la música más chillona y la estridencia que cada uno puede aportar, y que nos recuerda que la Roma (por no decir Italia) de hoy es pasto de vulgaridades berlusconianas que van más allá de un magnate y político... y que, en el fondo, no anda muy alejada de personajes y situaciones del cine de Federico Fellini, ya sea en La Dolce Vita, Giulietta de los espíritus, La strada o ese homenaje particular a la Urbe que es Roma (1972), que es inevitable evocar. Pero quedarse en la herencia de Fellini (más que el homenaje o la reminiscencia) sería no ver las múltiples y personales virtudes de la película de Sorrentino, que no se limita a seguir la senda trazada por el gran Federico. No, La gran belleza tiene espíritu y, valga la redundancia, grandeza propia.

6 de marzo de 2014

Crítica de cine: Her, de Spike Jonze

La convivencia e interacción entre seres humanos y máquinas como tema a desarrollar es tan antiguo como el propio cine (¿recordáis Metrópolis de Fritz Lang?); e incluso la idea de que una máquina puede sentir como un ser humano, para bien o para mal (no es necesario retrotraerse a Hal 9000). Crear vida artificial y que esa vida sea como la nuestra es un tema que nos lleva a los debates éticos de la Criatura frankensteniana o a ese androide que busca desesperadamente al Hada Azul para poder convertirse en un niño de verdad, en la actualización del cuento de Pinocho según Steven Spielberg (y Stanley Kubrick). Por tanto, en Her Spike Jonze bebe de ideas clásicas pero les da una vuelta de tuerca y, especialmente, nos obliga a nosotros, seres humanos, a replantearnos no tanto los aspectos morales en relación con la hominización tecnológica, sino nuestra propia condición humana. ¿Quiénes somos, de dónde venimos y, sobre todo, qué queremos? Porque, a fin de cuentas, como seres humanos estamos abonados a la constante introspección de cuál es nuestro lugar en este mundo, cómo comprenderlo y cómo asimilar los cambios que, inevitablemente, se producen.

Canciones para el nuevo día (1379/608): "You Can't Be Beat "

Howlin' Wolf - You Can't Be Beat 



Disco: You Can't Be Beat - single (1956)


28 de febrero de 2014

27 de febrero de 2014

26 de febrero de 2014

25 de febrero de 2014