17 de diciembre de 2011

Crítica de cine: Misión Imposible: Protocolo Fantasma, de Brad Bird

Quince años no pasan en balde y desde que en 1996 Tom Cruise inaugurara la franquicia cinematográfica de Misión: Imposible los resultados han sido enormemente rentables en cuanto al taquillaje, irregular respecto las críticas (que en películas de este calibre son irrelevantes) y también desigual respecto a una trama propia y a lo que el propio espectador demanda de este tipo de productos. Y así, si bien la primera entrega, con un director más que interesante como es Brian de Palma abrió la senda, las entregas sucesivas han tenido de todo un poco: exceso (en la segunda pelicula, con John Palomas Woo), una estética y un fondo en cierto modo televisivos (en la tercera, dirigida por el ubicuo J.J. Abrams) y, ahora, una sensación de déjà-vu y de agotamiento de la fórmula. La pregunta será hasta dónde llegará Cruise para seguir en la piel del indestructible Ethan Hunt. 

Crítica de cine: The Artist, de Michel Hazanavicius

Muchas veces nos preguntamos hoy en día qué es el cine, cuál es el poder de su magia, de dónde proceden las emociones, hasta dónde llega su embrujo para conseguir maravillarnos. Y hacia dónde va el cine, también. Qué fue de las emociones del ayer, qué nos traerá el cine del mañana, en qué lugar estamos ahora en el presente.