Algunas de las novelas de Dennis Lehane han dado pie a interesantes películas, como Mystyc River de Clint Eastwood (2003), Adiós, pequeña, adiós, debut como director de Ben Affleck en 2007, y Shutter Island de Martin Scorsese en 2010. Pero hasta ahora Lehane, que ha formado parte del equipo de guionistas de The Wire (y ha logrado algunos premios) y ha escrito algún episodio de Boardwalk Empire, no había escrito un guión para cine. La entrega
es un relato que escribiera hace años pero que no avanzó más allá del
primer capítulo (con todo, acaba de ser reeditado en castellano por
Salamandra): un hombre solitario, Bob Saginowski, encuentra un cachorro
de pitbull en un cubo de basura y conoce a Nadia, una mujer que guarda
mucho miedo; al mismo tiempo, Bob trabaja de camarero en el bar de su
primo Marv, que tiempo atrás lo vendiera a mafiosos chechenos y que en
la actualidad es utilizado como "buzón de entrega" de dinero destinado a
ser blanqueado. Y todo ello transcurre en el Brooklyn obrero, un mundo
que suele estar al margen de escenarios más habituales de Lehane como es
Boston y la mafia irlandesa de Massachussets. Ese capítulo se quedó
ahí, pero Lehane siguió pensando en Bob, el perro y el buzón de entrega.
Quizá no había una novela en esas páginas, pero podía salir una
película. Y cuando se le ofreció la oportunidad, Lehane la aprovechó
para escribir un guión potente y algo complejo, dando más importancia a
Marv y destacando el protagonismo de Bob. Había película, se buscó un
buen director (el belga Michaël Roskam), un buen plantel de actores: el
ya consagrado Tom Hardy como Bon, el gran James Ganfolfini como Marv en
su último papel y Noomi Rapace, aka
Lisbeth Salander, como Nadia. El resultado es una película que se
estrena con cierto retrado pero que, para empezar, ya le ha dado a
Dennis Lehane un premio: ayer por la tarde, el premio a mejor guión en
el Festival de San Sebastián.