Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.
De tanto en tanto, el género de películas de atracos made in USA asoma la cabeza, enseña la patita y nos deja un título en la cartelera. A estas alturas hemos visto cintas de este tipo de todos los colores y por eso la noticia de que llega otra película más de este tipo provoca una cierta pereza que no oculta del todo una pizca de curiosidad. “Igual está bien, mientras entretenga…”, te dices a ti mismo cuando te diriges al pase de prensa (más bien escueto en asistentes) y te sientas en la butaca para ver Juego de ladrones. El atraco perfecto –no sé cómo, pero los exhibidores patrios han logrado meter en una misma frase dos títulos de lo más trillado en castellano; el original tampoco es que sea la repanocha: Den of Thieves (“guarida de ladrones” sería la traducción literal)–; una película de la que lo máximo que he querido saber, pues ya el título es lo suficientemente elocuente, es su duración: 140 minutos. Arrugo un poco el ceño, pero finalmente me puede el curioseo. Con los títulos de crédito finales (bastante chulos, por cierto), mis sensaciones son un pelín ambivalentes, encontradas, como se suele decir, pero en general positivas.