29 de julio de 2014

Reseña de Año cero. Historia de 1945, de Ian Buruma

En Alemania, año cero (1948). Roberto Rossellini cuenta la historia de Edmund, un niño de 12 años que trataba de sobrevivir en un Berlín en ruinas. O mejor dicho, la historia del Berlín de posguerra a través de los ojos de un niño que toda su vida ha vivido bajo el nazismo. Y el neorrealismo de la película, como en Roma, ciudad abierta (1945), se centraba en los sentimientos, sensaciones y expresiones de un personaje en un mundo devastado por la guerra. Edmund luchaba por sobrevivir y por ayuda a su familia pero su final, en soledad y sin apenas abrir la boca para gritar, era el corolario del final de una era y el inicio de nuevos tiempos. Un año cero comenzaba en 1945, pero no sólo en la Alemania en ruinas: el mundo entero parecía (re)nacer de nuevo. Parecía, pues de las cenizas del nuevo mundo no podía nacer otro prístino e inmaculado, por mucho que lo intentaran los vencedores, y se producía una sucesión de venganzas, hambre y regresos al hogar. Venganzas espontáneas y castigos legalizados; hambre entre los derrotados y racionamientos que en la Inglaterra vencedora habrían de durar hasta 1952; movimientos de población que supondrían rehacer, y esta vez hasta el fondo, la Europa de las nacionalidades.

Canciones para el nuevo día (1482/711): "Game"

Lekuona - Game



Disco: Game - single (2014)


24 de julio de 2014

22 de julio de 2014

18 de julio de 2014

Utopia y el doble episodio de la 2ª temporada: vuelve el juego

Con su primera temporada, Utopia (Channel 4, 2013) mostró suficientes alicientes como para erigirse en una serie del año 2013. Quedamos atrapados, sobre todo, por un episodio piloto –y un inicio que nos dejaba sin aliento–, en el que nos preguntábamos dónde estaba Jessica Hyde, y seguíamos la huida de cuatro personajes en pos de un cómic. Un cómic maldito que trazaba la senda de un virus que podía reducir la fertilidad de la especie humana y que, por tanto, planteaba un exterminio encubierto de la humanidad. El capítulo final destapaba la conjura, separaba a los forzosos cuatro amigos y dejaba a Jessica en manos de quienes la habían perseguido, en especial de esa maquiavélica mujer, Milner, que descubría que la propia Jessica era portadora del virus. Nos quedamos con ganas de más, aunque la temporada tuviera unos episodios intermedios en los que el ritmo declinaba. Pero nos interesó la estética comiquera –esos colores vivos–, la parafilia conspiranoica y distópica y el rol prácticamente de videojuego de unos personajes que tenían que superar pruebas para desenredad la madeja, comenzando por la propia Jessica Hyde. Un año y medio después, ha llegado una segunda temporada que se ha iniciado con dos episodios en una misma semana y que, ya de entrada, suponen el mejor arranque serial de este verano.

Canciones para el nuevo día (1475/704): "Don't Forget Me"

Bombshell's Week (V): Don't Forget Me




Disco: Bombshell: The New Marilyn Musical from Smash - soundtrack (2013)

17 de julio de 2014

16 de julio de 2014

15 de julio de 2014

14 de julio de 2014

11 de julio de 2014

Encuentro con Tosca Soto, autoras de Corona de damas (Grijalbo)


Cuando te invitan a un encuentro de bloggers con las autoras de una novela y has tenido tiempo de leerla con calma y buenas dosis de entretenimiento, en cierto modo juegas con ventaja. Y si además el encuentro es en petit comité, con otros bloggers (Anika Entre Libros, Lecturalia, El Placer de la Lectura o blogs particulares como el de Daniel Jérez), tienes la oportunidad de estar cerca de las autoras, percibes que ella están deseando hablar con lectores de primera mano, el placer aumenta. Y eso es lo que sucedió el pasado jueves 10 de julio en la sede de Grijalbo en Barcelona, donde unos cuantos elegidos pudimos charlar un buen rato como Susana Tosca y María Soto, autoras de Corona de damas. La sorpresa (anunciada vía e-mail, con lo cual no era tan sorpresa) es que además habría un equipo de Barcelona TV, del programa Connexió Barcelona, lo cual añade un componente extra de interés, pues lectores barceloneses que en ese momento estuvieran viendo la televisión vieron, aunque fuera por unos escasos minutos, ese encuentro. La novela ya la reseñé hace unos días, toca el turno de comentar el encuentro con las autoras.

Canciones para el nuevo día (1470/699): "Trois Mouvements Perpétuels"

Francis Poulenc - Trois Mouvements Perpétuels



Disco: Le Group Des Six: Selected Works 1915-1945 (2009)




7 de julio de 2014

Reseña de Corona de damas, de Tosca Soto

La sombra de Alexandre Dumas es alargada… y muy evocadora. Si algo tienen sus novelas es que atrapan al lector de cualquier edad y le hacen sentir siempre joven con aventuras sin fin y personajes muy atractivos. Como lector entregado a la saga de los mosqueteros, que no hace mucho solía releer cada mes de julio, las andanzas de los tres (o cuatro) mosqueteros en el París de 1626 (o 1648, o 1660) conformaban un microuniverso conocido y al que la relectura no le restaba un ápice de las buenas sensaciones que sólo la nostalgia es capaz de evocar cuando te entregas a un libro que sabes que es único. Considerada mera novela de capa y espada pero elevada a la categoría de clásico por méritos propios, un libro como Los tres mosqueteros marca la vida de un lector. Es inevitable, por tanto, pensar en la novela de Dumas cuando coges un contundente volumen de 1.100 páginas que se sitúa en el París del año 1625. Y supones que las autoras (Susana Tosca y María Soto) de este mamotreto, Corona de damas (Grijalbo, 2014), que han unificado sus apellidos para crear una autoría única, Tosca Soto –como Monaldi & Sorti, aunque sin la necesidad de una conjunción copulativa–, son lectoras de Dumas por algunas migas de pan (u homenajes) que van dejando caer a lo largo de la lectura, y por el modo de recuperar unos personajes históricos que se podría considerar que son patrimonio del autor galo. A fin de cuentas, Richelieu, Luis XIII, Ana de Austria o la duquesa de Chevreuse son familiares al lector de la saga mosquetera y se podría decir que sólo Alexandre Dumas ha conseguido retratarlos en todos sus matices desde la literatura. Quizá, pero Tosca Soto reivindican el placer de escribir una novela que suena a Dumas… pero que juega según sus propias reglas.