19 de febrero de 2014

Canciones para el nuevo día (1368/597): "El Tango de Roxanne"

Una no-excepción...

Moulin Rouge Originals... No Covers Week (III):
Ewan McGregor, Jacek Koman & José Feliciano - El Tango de Roxanne


Disco: Moulin Rouge! Music from Baz Luhrmann's Film - soundtrack (2001)


18 de febrero de 2014

14 de febrero de 2014

La fábula del águila engañada (relato)

Publico aquí, en este mi blog, el relato que llegó a la fase final (en la que el jurado de aristarcos decidía), pero que finalmente no ha sido seleccionado para la antología del VI Concurso de Relato Histórico Hislibris. En cambio, mi otro relato a concurso, Entre libros y sobres, sí ha sido seleccionado, y además en podio: un 3er. puesto ex aequo. 

Añado al final una especie de making-of (lo cual, y no me preguntéis por qué, me recuerda un gag de Muchachada Nui, el del sketch del médico), sobre la intrahistoria de este relato. Y también se entenderá por qué he incluido una imagen de Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963), la secuencia de Octavio en el Senado, cuando desvela el testamento de Marco Antonio, para escarnio de éste y de sus seguidores... así como de los senadores octavianos.

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«Tanto monta, monta tanto, Antonio como Octaviano» [1]
Grafiti en una de los muros exteriores del templo de Marte Vengador.

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Canciones para el nuevo día (1365/594): "Do You Love Me"

The Contours - Do You Love Me


Disco: Do You Love Me (Now That I Can Dance) (1962)







10 de febrero de 2014

Crítica de cine: Weekend, de Andrew Haigh

El reciente estreno de Looking, una serie de HBO sobre tres amigos homosexuales (y sus cuitas y problemas cotidianos) que viven en San Francisco, me ha recordado la necesidad de ver una película que en su momento se me escapó de las carteleras de cine. Se trata de Weekend (2011), escrita, dirigida y montada por Andrew Haigh… que también está tras la producción de la serie de HBO. De hecho, hay un estilo similar, en cuanto a la fotografía y el acercamiento a los personajes, en ambos productos, aunque también numerosas diferencias: la serie sitúa a los personajes en el meollo de la comunidad gay de San Francisco, en una ciudad turística y tolerante, con personajes que viven su sexualidad con abierta normalidad y por tanto encuentran más facilidades para poder expresarse como tales… lo cual da pie también a incidir en algunos clichés; por su parte, la película de Haigh se ubica en Nottingham, una ciudad no tan cosmopolita como el Londres multicultural y en un mundo no tan empático con los homosexuales como suelen serlo las grandes capitales que atraen a turistas gays con alta capacidad adquisitiva. El matiz es importante, pues en este siglo XXI el tema de la aceptación de la libertad sexual de las personas no está tan extendido como habitualmente, y dentro de nuestra mentalidad moderna, suele entenderse.

Canciones para el nuevo día (1361/590): "I Do"

Lisa Loeb - I Do



Disco: Firecracker (1997)

File:LisaLoeb Firecracker.jpg

1 de febrero de 2014

Crítica de cine: La Venus de las pieles, de Roman Polanski

La calle de una ciudad (podemos suponer que es París), bajo la lluvia y vacía, sin gente. La cámara se acerca a un teatro. Entra por la puerta principal. Un cartel ofrece audiciones en la puerta de entrada a la sala de butacas. Dentro, un hombre habla por teléfono, no está contento: las actrices que han venido para la audición no le convencen. No encuentra a la protagonista de su obra. En ese momento entra una mujer exuberante, vestida provocativamente y cargada con dos grandes bolsas de viaje. "Toc, toc". Ella es Vanda (Emmanuelle Seigner), una mujer descarada, vocinglera y de modos demasiado ruidosos para Thomas (Mathieu Amalric), el director y autor ("adaptador", remarca) de una obra de teatro basada en La Venus de las pieles, novela de Leopold von Sacher-Masoch, comúnmente conocido como quien dio nombre al masoquismo. Thomas ya se iba del teatro, hastiado de unas audiciones que no le han supuesto más que decepciones, pero la presencia arrolladora de Vanda, que solicita que se la escuche, le obliga a darle una oportunidad. Y cuando empieza la lectura de la obra y Vanda comienza a hablar, personificando a la perfección a la protagonista del texto, Thomas queda sorprendido ante la metamorfosis de quien parecía alguien vulgar y estridente...

28 de enero de 2014

Reseña de El mito de la Blitzkrieg. La campaña de 1940 en el Oeste, de Karl-Heinz Frieser

Habitualmente se tiene la concepción de la Blitzkrieg [la guerra relámpago] como un monolito prefigurado de antemano, aplicado en la campaña del Oeste de mayo-junio de 1940 por la Wehrmacht alemana, perfecta en su planificación y en su plasmación sobre el terreno, y que resultaba imposible de detener. Las monografías sobre la Segunda Guerra Mundial que he leído destinan menos atención y extensión a una campaña que se antoja tan arrolladora y superior a la reacción imposible de los aliados, que se percibe una sensación de que no es necesario profundizar en ella. Todo salió a pedir de boca, se diría: los alemanes arrasaron a franceses y belgas en apenas dos semanas (a los holandeses en menos tiempo) y forzaron a la Fuerza Expedicionaria Británica a replegarse y evacuar Dunkerque a la desesperada, ante el temor de ser cercados por las tropas alemanas. El 18 de junio cayó París, sin apenas resistencia, el 22 las últimas fuerzas francesas en el hexágono aun resistentes se rindieron, el 25 representantes del Gobierno francés firmaron el armisticio en el mismo vagón de tren en el que los alemanes hicieron lo propio al final de la Primera Guerra Mundial. La campaña del Oeste había sido un éxito impensable apenas un mes y medio antes. Inimaginable. Francia entró en crisis, su derrota fue tan apabullante que no se encontraron explicaciones. Pero, ¿fue tan inconmensurable el triunfo de las armas alemanas? Se asentó el mito, la leyenda de la Blitzkrieg. Y quienes hasta entonces, en el alto mando alemán, habían dudado de la viabilidad de un nuevo modelo operacional de guerra, se rindieron a éste hasta el punto de que se creyó que la jugada maestra podía repetirse.