«Se han escrito más tonterías sobre el período de Tell el Amarna que sobre ningún otro de la historia de Egipto, y Akhenatón es un fuerte rival de Cleopatra entre quienes escriben novelas históricas. El atractivo de Cleopatra es la romántica combinación de amor y muerte; Akhenatón atrae mediante una combinación de religión y sentimiento. En el caso de Akhenatón, los hechos no soportan la reconstrucción que a menudo se hace a partir de ellos».Margaret Murray, The splendour that was Egypt, 1949, p. 54.
Sobre Akhenatón («agradable a Atón»), el nombre que asumió el faraón de la XVIII Dinastía Neferjeperura Amenhotep («hermosas son las manifestaciones de Ra, hágase la voluntad de Amón»), conocido como Amenhotep (helenizado en Amenofis) IV (ca. 1353-1336 a.C.), se han escrito océanos de tinta, con bastantes ríos de «tonterías» alimentando sus aguas. Faraón hereje, monoteísta, henoteísta –el monoteísmo implica que sólo hay o se reconoce un dios, el henoteísmo incide en que se pone el foco en uno de los muchos dioses que pueda haber–, homosexual, transexual, loco, excéntrico, místico… son muchas las etiquetas que se le han adjudicado, especialmente desde la expedición napoleónica a finales del siglo XVIII, los viajes de eruditos y arqueólogos (y turistas) al yacimiento de Tell el Amarna a lo largo del XIX, el descubrimiento de las llamadas Cartas de Amarna en 1884 y las diversas campañas de excavaciones arqueológicas en el lugar – el británico sir William Matthew Flinders Petrie en 1891-1892; el alemán Ludwig Borchardt en 1907-1914; la Egypt Exploration Society (EES) entre 1921 y 1936, con trabajos a cargo de T.E. Peel, sir Leonard Woolley, Henri Frankfort, Stephen Glanville y John Pendlebury; las misiones del Departamento de Antigüedades egipcio, actual Consejo Supremo de Antigüedades, en la década de 1960; de nuevo la EES bajo el liderazgo de Barry Kemp entre 1977 y 2008–, así como los much(ísim)os libros publicados en el último siglo sobre este personaje. Un soberano del que no sólo la arqueología y la historia han tenido algo (mucho) que decir.