2014 ha sido un año intenso en series. Empezamos con el retorno de Sherlock (BBC, 3ª temporada), continuamos con el fenómeno del año, True Detective (HBO), y la llegada de nuevas temporadas de The Americans (FX) Hannibal (NBC, en esa cadena en abierto..) y House of Cards (Netflix). A principios de primavera nos sorprendieron muy gratamente con Fargo (FX), si no el fenómeno desde luego una de las series (o LA serie) del año. Abril fue el inicio de la despedida de Mad Men y los constantes WTF de la 4ª temporada de Game of Thrones, y nos sorprendió (también favorablemente), otro estreno: Penny Dreadful (Showtime). También llegaron las segundas temporadas de Orange is the New Black (Netflix) y Orphan Black (BBC America). El verano fue también para Showtime (segundas temporadas de Masters of Sex y Ray Donovan), la BBC (The Honourable Woman, Our World War) y otra de las series destacadas: The Knick (Cinemax). Y en otoño, el regreso y a lo grande de American Horror Story: Freak Show (FX) y el estreno de otras dos series destacadas: Transparent (Amazon Instant Video) y The Affair (Showtime). Terminaron series que no seguía (Sons of Anarchy, FX y Boardwalk Empire, HBO) y otras que sí veía y ya echo de menos (The Newsroom, HBO); y nos agradó, cuando esperábamos poco pero nos picaba la curiosidad, el reset de Homeland con su 4ª temporada (Showtime). Hubo decepciones esperadas (Gotham, FOX) y series que por aquí pasaron sin pena ni gloria (Gomorra, Sky) pero que tengo pendiente; y The Fall (BBC) siguió siendo un thriller policiaco de referencia con su 2ª temporada. Y esto en cuanto a temporadas cortas o miniseries (sin olvidarnos del especial navideño de Black Mirror, que lo ha petado, aunque en mi opinión no alcanza la excelencia de las dos primeras minitemporadas): en cuanto a las series de temporada larga en las networks en abierto se confirmó el éxito de Elementary y Nashville, la agonía de Glee, mi desinterés por The Good Wife y Scandal, mi no-pico-de-nuevo de The Following y Bates Motel, y el tirón que sigue teniendo The Blacklist (yo me aparqué pronto) y Agents of S.H.I.E.L.D. (no me interesó pasados unos pocos episodios de la primera temporada).
Para entrar ya en el balance, me quedo primero con los personajes del año:
1. Lorne Malvo / Fargo ("Aces!"). |
2. Oberyn Martell / Game of Thrones ("You raped her! You murdered her! You killed her children!"). |
3. Frank Underwood / House of Cards ("There is but one rule: Hunt or be hunted. Welcome back"). |
4. Maura Pfefferman / Transparent ("I'm just a person. And you're just a person. And here we are.And baby, you need to get in the whirlpool or you need to get out of it"). |
5. Rust Cohle / True Detective ("Listen, Nietzsche. Shut the fuck up!"). |
6. Bertram Cooper / Mad Men ("The moon belongs to everyone, the best things in life are free"). |
7. Dorian Gray / Penny Dreadful "Photographs are so ironically impermanent. They capture one moment in time to perfection. A painting can capture eternity"). |
9. Dr. John Thackeray / The Knick ("We're a hospital. We need cocaine to exist"). |
10+1. Hannibal Lecter / Hannibal (...) |
Y vamos ahora con mi selección de lo mejor de
este 2014 (incluyo los enlaces a los openings de cada una de las series
seleccionadas):
14+1. The Affair. Una serie que tendría que haber sido miniserie cerrada (se confirma una 2ª temporada para 2015), pero que nos deja una interesantísima estructura narrativa, un juego de espejos entre los puntos de vista (en muchos casos divergente) de unos mismos acontecimientos y de un mismo hecho: una relación adúltera. A mitad de temporada entran otros elementos en juego (se desvela qué hay tras ese interrogatorio a posteriori, y a lo True Detective) que le restan algo de... ¿plausabilidad? a la trama. Con todo, una muy estimable serie.
14. American Horror Story: Freak Show. Siguiendo con su línea de estimular el horro (y la comicidad) entre sus fieles espectadores, la 4ª etapa (independiente) de esta franquicia recupera el tono muscular de la segunda antrega (Asylum) y lo hace apelando a algo que Ryan Murphy ya había tratado en Glee: la diferencia, la anormalidad. Los freaks de esta temporada remiten a la película de Todd Browning de 1932. Elsa Mars (Jessica Lange) clava su personaje (y el acento alemán) y nos deja,a dos capítulos del final, con otro gran personaje del año: Dandy Mott (Finn Wittrock).
13. The Americans. Confirmado el buen hacer de su primera temporada, la segunda tanda de episodios mejora la trama principal, más continua y potenciando los diversos conflictos con los que tienen que lidiar los protagonistas (y sus allegados). Matthew Rhys sigue siendo más convincente que Keri Russell en su interpretación, pero la complicidad de ambos actores se nota en la (pequeña) pantalla. A finales de enero de 2015 llega la tercera temporada...
12. Our World War (reportaje sobre las series WWI de la BBC en Serielizados). 2014 conmemora el centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial, tarea a la que la BBC dedica una rogramación especial. Entre las series que han realizado, esta es la mejor, con un atractivo juego visual (y una música muy pertinente) alrededor de tres momentos, tres historias, de la participación británica en la Gran Guerra.
11. The Honourable Woman. Con esta miniserie, la BBC se ha acercado al conflicto árabe-israelí con una historia personal (la de esta mujer que superó un trauma) y con una mirada lúcida (y sin estridencias) sobre un problema que sigue de candente actualidad. Maggie Gyllenhaal consigue, con su aparente tranquilidad, contarnos una historia de política y negocios en 8 episodios y de manera muy convincente.
10. House of Cards (entrada al respecto de la presidencia estadounidense en esta temporada). Continuación de los primeros trece episodios (más que una segunda temporada) y con un Frank Underwood como vicepresidente y dispuesto a todo. Diversos momentos climáticos, auges y caídas, y llegada a lo que estábamos esperando en el episodio final. Mirada negrísima de la política estadounidense, del juego feroz entre el Despacho Oval y el Congreso. Para los que vimos la serie madre británica, la hoja de ruta en cierto modo estaba marcada, pero es interesante ver cómo la serie se adapta al medio (político) estadounidense y sus múltiples aristas. ¿Seguirá la tercera temporada también una senda como la de la serie británica?
9. Penny Dreadful. Una de las agradables sorpresas del año: una Liga de Personajes Victorianos de Terror y una primera parte de la temporada muy lograda; baja un poco el ritmo en la segunda parte, sabiéndose renovada la serie para una segunda temporada, pero cierra parte de las tramas abiertas. Con Hannibal y American Horror Story: Freak Show, el terror no ha estado tan renovado en 2014 como con estas series...
8. The Knick (no tiene propiamente un opening). Steven Soderbergh asume la dirección de una serie de médicos ambientada en el cambio de siglo, del XIX al XX, y en un ficticio hospital neoyorquino. Vimos lo que parecía un trasunto de Gregory House en el doctor John Thackeray, pero el personaje trascendía etiquetas. Cruda en algunas secuencias, interesante por la mirada hacia el racismo institucionalizado y los conflictos sociales. Queremos más de esta serie...
7. Transparent. No suelo ver demasiadas series de comedia, pero Transparent (que tampoco se cobija bajo ese paraguas taxonómico) ha sido una de las revelaciones del año. Y no sólo por el tema de fondo (la salida del armario transexual de un hombre maduro), sino por esa mirada a uan familia peculiar, esas pinceladas sobre el judaísmo como comunidad (no estrictamente religiosa) y ese valiente alegato acerca de la diferencia y los sentimientos. Mort/Maura Pfefferman (Jeffrey Tambor) no busca emocionarnos per se... pero consigue que empaticemos enseguida con su decisión.
6. Game of Thrones (primera secuencia y opening; entrada sobre un aspecto determinado). Sin duda este año ha sido el de los momentos más impactantes de esta serie: acostumbrados a un momento climático en cada entrega, en la cuarta temporada hemos tenido unos cuantos (la Boda Púrpura, el juicio de Tyrion, el combate entre la Víbora Roja y la Montaña, el enfrentamiento final de Tyrion y Tywin Lannister...), suficientes como para mantenernos atrapados, capítulo tras capítulo. Se cerraron tramas, se perfia ahora un nuevo escenario narrativo. Y hay ganas de que llegue la 5ª temporada...
5. Homeland. Pocos apostaban por esta serie tras una 3ª temporada que no fue lo que se esperaba Ausente Nicholas Brody, ¿cómo encauzar una serie que parecía finiquitada? Pues se consiguió con un reset muy meritorip, con algunos episodios que recuperaban la tensión de las dos primeras temporadas, y con un regreso a la esencia de esta serie. El final de temporada quizá no haya sido lo majestuoso que se esperaba, pero concita (ahora sí) el interés por la 5ª tanda de episodios el próximo otoño...
4. Hannibal. Hannibal Lecter confirmó que la primera (y excelente) temporada no fue sólo una sorpresa. El personaje, jugando al gato y al ratón con Will Graham, mantuvo la cacería hasta el final (sobrecogedor episodio que cerraba esta segunda temporada). Quedamos atrapados con algunas de sus performances que parecían obras de arte y con la certeza de que el personaje que encarna Mads Mikkelsen puede hacernos olvidar la narcisista interpretación de Anthony Hopkins.
3. Mad Men. Con la jugada de ofrecer la mitad de la 7ª y última temporada en este 2014, dejando para abril de 2015 el tramo final, AMC dilata la conclusión de una de las mejores series de los últimos años. Sólo 7 episodio, y que supieron a pòco, para hacernos a la idea de que despediremos a Don Draper y el resto de personajes en unos meses (ya lo hicimos con uno de ellos en un emotivo número musical final). La agencia encara, tras la llegada del hombre a la luna, el final de una década, los años sesenta, tan intensos. ¿Llegaremos a ver algún momento esencial de la década de los años setenta? A ver qué despedida nos trae Matthew Weiner...
2. True Detective. Sin duda alguna, la serie de HBO con Matthew McConaughey y Woody Harrelson ha sido el fenómeno del año, de enero a marzo. La serie que nos habló de una Lousiana diferente, de un terror soterrado, de las referencias a H.P. Lovecraft y Ambrose Bierce, y a un nihilismo por parte de Rust Cohle en esas sesiones de interrogatorio. Nos hacemos a la idea de que la segunda temporada, el próximo vernao, no va a tener la intensidad de la primera...
1. Fargo (más que el opening, el tema musical). Nos picó la curiosidad, no exenta de cierta aprensión, la noticia de que se estrenaría una serie con el nombre, los ambientes y el humor negro de la película de los Coen. Y ya al acabar el pilotos nos convencieron de que estábamos ante una destacada serie. Capítulo tras capítulo, con aquella tormenta de nieve, una masacre en un edificio que no se veía sino que sólo se escuchaba, y una poderosa secuencia en un ascensor, nos dejaron agazapados en el sillón ante unos personajes (no sólo el Malvo de Billy Bob Thornton, sino también el Lester de Martin Freeman, así como los policías que interpretan Alison Tolman y Colin Hanks). La serie va más allá de las referencias fílmicas y crea su propia mitología alrededor de Fargo y el lado vitriólico del crimen. Para mi, la serie del año.
2015 nos traerá nuevas series, retornos y continuaciones. ¿Qué destacará entonces?
14+1. The Affair. Una serie que tendría que haber sido miniserie cerrada (se confirma una 2ª temporada para 2015), pero que nos deja una interesantísima estructura narrativa, un juego de espejos entre los puntos de vista (en muchos casos divergente) de unos mismos acontecimientos y de un mismo hecho: una relación adúltera. A mitad de temporada entran otros elementos en juego (se desvela qué hay tras ese interrogatorio a posteriori, y a lo True Detective) que le restan algo de... ¿plausabilidad? a la trama. Con todo, una muy estimable serie.
14. American Horror Story: Freak Show. Siguiendo con su línea de estimular el horro (y la comicidad) entre sus fieles espectadores, la 4ª etapa (independiente) de esta franquicia recupera el tono muscular de la segunda antrega (Asylum) y lo hace apelando a algo que Ryan Murphy ya había tratado en Glee: la diferencia, la anormalidad. Los freaks de esta temporada remiten a la película de Todd Browning de 1932. Elsa Mars (Jessica Lange) clava su personaje (y el acento alemán) y nos deja,a dos capítulos del final, con otro gran personaje del año: Dandy Mott (Finn Wittrock).
13. The Americans. Confirmado el buen hacer de su primera temporada, la segunda tanda de episodios mejora la trama principal, más continua y potenciando los diversos conflictos con los que tienen que lidiar los protagonistas (y sus allegados). Matthew Rhys sigue siendo más convincente que Keri Russell en su interpretación, pero la complicidad de ambos actores se nota en la (pequeña) pantalla. A finales de enero de 2015 llega la tercera temporada...
12. Our World War (reportaje sobre las series WWI de la BBC en Serielizados). 2014 conmemora el centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial, tarea a la que la BBC dedica una rogramación especial. Entre las series que han realizado, esta es la mejor, con un atractivo juego visual (y una música muy pertinente) alrededor de tres momentos, tres historias, de la participación británica en la Gran Guerra.
11. The Honourable Woman. Con esta miniserie, la BBC se ha acercado al conflicto árabe-israelí con una historia personal (la de esta mujer que superó un trauma) y con una mirada lúcida (y sin estridencias) sobre un problema que sigue de candente actualidad. Maggie Gyllenhaal consigue, con su aparente tranquilidad, contarnos una historia de política y negocios en 8 episodios y de manera muy convincente.
10. House of Cards (entrada al respecto de la presidencia estadounidense en esta temporada). Continuación de los primeros trece episodios (más que una segunda temporada) y con un Frank Underwood como vicepresidente y dispuesto a todo. Diversos momentos climáticos, auges y caídas, y llegada a lo que estábamos esperando en el episodio final. Mirada negrísima de la política estadounidense, del juego feroz entre el Despacho Oval y el Congreso. Para los que vimos la serie madre británica, la hoja de ruta en cierto modo estaba marcada, pero es interesante ver cómo la serie se adapta al medio (político) estadounidense y sus múltiples aristas. ¿Seguirá la tercera temporada también una senda como la de la serie británica?
9. Penny Dreadful. Una de las agradables sorpresas del año: una Liga de Personajes Victorianos de Terror y una primera parte de la temporada muy lograda; baja un poco el ritmo en la segunda parte, sabiéndose renovada la serie para una segunda temporada, pero cierra parte de las tramas abiertas. Con Hannibal y American Horror Story: Freak Show, el terror no ha estado tan renovado en 2014 como con estas series...
8. The Knick (no tiene propiamente un opening). Steven Soderbergh asume la dirección de una serie de médicos ambientada en el cambio de siglo, del XIX al XX, y en un ficticio hospital neoyorquino. Vimos lo que parecía un trasunto de Gregory House en el doctor John Thackeray, pero el personaje trascendía etiquetas. Cruda en algunas secuencias, interesante por la mirada hacia el racismo institucionalizado y los conflictos sociales. Queremos más de esta serie...
7. Transparent. No suelo ver demasiadas series de comedia, pero Transparent (que tampoco se cobija bajo ese paraguas taxonómico) ha sido una de las revelaciones del año. Y no sólo por el tema de fondo (la salida del armario transexual de un hombre maduro), sino por esa mirada a uan familia peculiar, esas pinceladas sobre el judaísmo como comunidad (no estrictamente religiosa) y ese valiente alegato acerca de la diferencia y los sentimientos. Mort/Maura Pfefferman (Jeffrey Tambor) no busca emocionarnos per se... pero consigue que empaticemos enseguida con su decisión.
6. Game of Thrones (primera secuencia y opening; entrada sobre un aspecto determinado). Sin duda este año ha sido el de los momentos más impactantes de esta serie: acostumbrados a un momento climático en cada entrega, en la cuarta temporada hemos tenido unos cuantos (la Boda Púrpura, el juicio de Tyrion, el combate entre la Víbora Roja y la Montaña, el enfrentamiento final de Tyrion y Tywin Lannister...), suficientes como para mantenernos atrapados, capítulo tras capítulo. Se cerraron tramas, se perfia ahora un nuevo escenario narrativo. Y hay ganas de que llegue la 5ª temporada...
5. Homeland. Pocos apostaban por esta serie tras una 3ª temporada que no fue lo que se esperaba Ausente Nicholas Brody, ¿cómo encauzar una serie que parecía finiquitada? Pues se consiguió con un reset muy meritorip, con algunos episodios que recuperaban la tensión de las dos primeras temporadas, y con un regreso a la esencia de esta serie. El final de temporada quizá no haya sido lo majestuoso que se esperaba, pero concita (ahora sí) el interés por la 5ª tanda de episodios el próximo otoño...
4. Hannibal. Hannibal Lecter confirmó que la primera (y excelente) temporada no fue sólo una sorpresa. El personaje, jugando al gato y al ratón con Will Graham, mantuvo la cacería hasta el final (sobrecogedor episodio que cerraba esta segunda temporada). Quedamos atrapados con algunas de sus performances que parecían obras de arte y con la certeza de que el personaje que encarna Mads Mikkelsen puede hacernos olvidar la narcisista interpretación de Anthony Hopkins.
3. Mad Men. Con la jugada de ofrecer la mitad de la 7ª y última temporada en este 2014, dejando para abril de 2015 el tramo final, AMC dilata la conclusión de una de las mejores series de los últimos años. Sólo 7 episodio, y que supieron a pòco, para hacernos a la idea de que despediremos a Don Draper y el resto de personajes en unos meses (ya lo hicimos con uno de ellos en un emotivo número musical final). La agencia encara, tras la llegada del hombre a la luna, el final de una década, los años sesenta, tan intensos. ¿Llegaremos a ver algún momento esencial de la década de los años setenta? A ver qué despedida nos trae Matthew Weiner...
2. True Detective. Sin duda alguna, la serie de HBO con Matthew McConaughey y Woody Harrelson ha sido el fenómeno del año, de enero a marzo. La serie que nos habló de una Lousiana diferente, de un terror soterrado, de las referencias a H.P. Lovecraft y Ambrose Bierce, y a un nihilismo por parte de Rust Cohle en esas sesiones de interrogatorio. Nos hacemos a la idea de que la segunda temporada, el próximo vernao, no va a tener la intensidad de la primera...
1. Fargo (más que el opening, el tema musical). Nos picó la curiosidad, no exenta de cierta aprensión, la noticia de que se estrenaría una serie con el nombre, los ambientes y el humor negro de la película de los Coen. Y ya al acabar el pilotos nos convencieron de que estábamos ante una destacada serie. Capítulo tras capítulo, con aquella tormenta de nieve, una masacre en un edificio que no se veía sino que sólo se escuchaba, y una poderosa secuencia en un ascensor, nos dejaron agazapados en el sillón ante unos personajes (no sólo el Malvo de Billy Bob Thornton, sino también el Lester de Martin Freeman, así como los policías que interpretan Alison Tolman y Colin Hanks). La serie va más allá de las referencias fílmicas y crea su propia mitología alrededor de Fargo y el lado vitriólico del crimen. Para mi, la serie del año.
2015 nos traerá nuevas series, retornos y continuaciones. ¿Qué destacará entonces?
No hay comentarios:
Publicar un comentario