El domingo 11 de julio de 2021 la actualidad informativa mundial destacó la noticia del “viaje” del magnate sir Richard Branson “al espacio”, adelantándose a Jeff Bezos, fundador de Amazon, quien también tenía un proyecto para volar más allá de la estratosfera. Al margen de si Branson realmente llegó al espacio, a una altura de 80 kilómetros,
o se quedó entre la mesosfera y la termosfera, este viaje reflejó que la exploración espacial sigue concitando un gran interés mediático; recordemos, por ejemplo, el
aterrizaje de la nave Perseverance en la superficie de Marte el 18 de febrero anterior y tras un vuelo iniciado el 30 de julio del año anterior. Son dos de muchos ejemplos de cómo periódicamente conocemos más detalles de misiones espaciales más allá de nuestro planeta y de una Luna que no se ha vuelto a pisar desde la misión Apolo 17 (diciembre de 1972); precisamente, esta fue la última del programa Apolo, que llevó al hombre a la luna con el Apolo 11 en julio de 1969, y que fue la culminación de un proyecto que apadrinara el presidente estadounidense John F. Kennedy y como proclamó en un discurso en el Congreso el 25 de mayo de 1961: «Creo que esta nación debe comprometerse consigo misma para lograr la meta, antes de que termine esta década, de llevar un hombre a la Luna y retornarlo en forma segura a la Tierra. Ningún otro proyecto espacial durante este periodo será más impresionante para la humanidad o más importante para la exploración espacial a largo plazo, y ninguno será tan difícil o costoso de lograr».