Noemí (Macarena García) regresa a Madrid tras varios años de residencia en Estados Unidos. Es actriz, cruzó el charco y confió en encontrar papeles, pero, tras muchos castings, apenas ha hecho poco más que algunos anuncios, que además le provocan vergüenza propia: el hecho de ser reconocida por otra aspirante a un papel en una audición, que le pregunta si es la chica que aparece en el anuncio de la revista que está leyendo, la perturba lo suficiente como para finalmente marcharse. En realidad, el problema de Noemí es que, al volver a casa, se siente desubicada, perdida, personal y profesionalmente. Y es que la sensación de estar perdidos, de un modo u otro y en algún momento de nuestra vida, la tenemos todos; y si además regresas y te das cuenta que cuando te reúnes con familiares y amigos hay una barrera invisible, es que algo falla: el mundo, tu alrededor… tú.