24 de marzo de 2016

Crítica de cine: Batman v Superman: el Amanecer de la Justicia, de Zack Snyder

Crítica publicada previamente en Fantasymundo.

El Hombre de Acero vs. El Caballero Oscuro. O, lo que es lo mismo, Superman (deberían explicarnos por qué se vuelve a cambiar de nombre) contra Batman: mezcla explosiva, ya en el cómic se las tuvieron. Subamos la apuesta: añadamos a la fórmula a Wonder Woman. Y a Lex Luthor. Y remanentes kriptonianos. Mézclese y agítese bien, sírvase en 151 minutos y con una buena dosis de estropicios en Metrópolis y Gotham. Este plato se presenta como un entrante más o menos sustancioso de un menú completo –llámese “universo extendido”–, cocinado por DC Comics y la Warner para hacer frente a la factoría Marvel y en el que habrá de todo: supermanes con gabardina (o gafas), batmans churruscaditos, aquamans en salmuera, wonderwomans en su tinta, flashes de consumo rápido, escuadrones suicidas bien calentitos, ligas justicieras como plato fuerte y todo tipo de complementos más o menos sazonados a gusto del espectador. Si la cosa empezó con El Hombre de Acero (Zack Snyder, 2013), una película que dejó una sensación agridulce, ahora quizá acabemos empachados con Batman v Superman: el Amanecer de la Justicia. O no, que ya se sabe que hay paladares muy diversos.

Canciones para el nuevo día (1914/1143): "Unstoppable"

Sia - Unstoppable


Disco: This Is Acting (2016)


10 de marzo de 2016

4 de marzo de 2016

Reseña de La Géopolitique des séries ou le triomphe de la peur, de Dominique Moïsi

Decir que las series de televisión están de moda es algo más que una perogrullada; que concitan pasiones y seguidores, también; que se publican cada vez más libros y ensayos sobre el tema, y desde un punto de vista cada vez más multidisciplinario, es la mejor noticia. Hemos pasado de libros-guías y obras realizadas para fans a obras que sitúan las series de televisión en su (adecuado) contexto (histórico), que no se limitan a explicar tramas y hablar sobre personajes y actores, sino que rastrean en sus fuentes, en sus referentes, en sus aportaciones a una variedad de materias cada vez más amplia, y que ayudan a reflexionar y a comprender mejor el mundo que nos rodea. Las series de televisión –como el cine y la literatura– se adscriben a un período concreto, reflejan las inquietudes de las personas que vivieron en ese período y plantean preguntas (y no siempre dan respuestas) sobre el contexto político, social y cultural que retratan episodio tras episodio… y en el propio contexto de creación de la serie. Las series políticas (en el más amplio sentido del género) están en boga: El ala oeste de la Casa Blanca, House of Cards (especialmente la versión estadounidense), Homeland, Borgen, State of Play, The Hour, Veep, Boss, Secret State, The Good Wife, Scandal, Treme, The Wire,.. y un largo etcétera, tratan desde diversos ámbitos y aristas la política nacional y local, la lucha contra el terrorismo, la inexperiencia política o las ambiciones de poder, las relaciones entre intereses públicos e intereses privados, el combate ideológico, las disputas entre los “tres poderes” (e incluso el cuarto: el periodismo). Incluso una serie como Game of Thrones tiene una lectura política muy clara y ha permitido reflexionar sobre la gestión del poder y el mantenimiento del mismo.

Canciones para el nuevo día (1900/1129): "Let's Get It On"

Cómo no acordarse de la sorpresa final en Alta fidelidad...  

Marvin Gaye - Let's Get It On



Disco: Let's Get It On (1973)