Quizá uno de los aspectos más interesantes de la
segunda temporada de House of Cards –o, mejor dicho, la segunda parte de
la primera, pues en realidad es una macrotemporada de 26 episodios
dividida en dos tandas– sea la mirada sobre la presidencia de Garrett
Walker (Michel Gill). La serie de Beau Willimon, remake USA de la serie
británica de los primeros años 90 (y a su vez basada en las novelas de
Michael Dobbs), tiene a Frank Underwood (Kevin Spacey) como protagonista
prácticamente omnipresente, con esa pose a lo Ricardo III dirigiéndose
al espectador, rompiendo la cuarta a la pared y permitiendo que
conozcamos de primera mano qué piensa en cada momento; una idea que ya
era presente en la serie británica y en la que Ian Richardson tenía una
presencia escénica más intensa aún que la de Spacey. Lo interesante de
la versión estadounidense es la apertura del objetivo hacia otros
personajes y situaciones, de manera lógica, por otro lado: la
omnipresencia del primer ministro en el Reino Unido y del nº 10 de Downing Street
como centro de poder, en muchas ocasiones por delante del Parlamento de
Westminster, es relativa en el caso norteamericano por el propio
funcionamiento de la vida política, con un Capitolio (Cámara de
Representantes y Senado) que ejerce un contrapeso efectivo a la acción
ejecutiva de la Casa Blanca… hasta el punto de que el obstruccionismo de
proyectos de leyes es algo habitual en el Congreso, frustrando los
programas de los presidentes y estableciéndose una lucha feroz en la que
los líderes de la mayoría (republicana o demócrata) parlamentaria deben
sacar los machetes y desbrozar su camino con toda la fuerza de la que
sean capaces. Algo a lo que Underwood, el House Majority Whip de la
primera temporada (y durante varias legislaturas) está más que
acostumbrado… aunque en la segunda, al alcanzar el cargo de
vicepresidente, delegará con resultados desiguales para sus propias
ambiciones… y la Administración Walker.
14 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1428/657): "El secreto de las tortugas"
Maldita Nerea & Delinqüentes - El secreto de las tortugas
Disco: Es un secreto...no se lo digas a nadie (2009)
13 de mayo de 2014
12 de mayo de 2014
11 de mayo de 2014
Reseña de Hombres fuera de serie. De Los Soprano a The Wire y de Mad Men a Breaking Bad. Crónica de una revolución creativa, de Brett Martin
Tenemos tendencia a etiquetar las cosas. Ya sean
períodos históricos (la falsa estanqueidad de las “edades”), los géneros
literarios (en ocasiones permeables a la hibridación) o
cinematográficos, o los productos de uso cotidiano. Con la ficción
serial actual, esencialmente estadounidense, sucede algo similar cuando
hablamos de la segunda o tercera edad de oro de las series de
televisión. Tenemos claro que empieza, más o menos, con The Sopranos
(1999-2006), pero los hay que retrasarían su inicio a Twin Peaks
(1990-1991), la madre de las series, o adelantarla a mediados de los
años 90 con The X-Files (1993-2002), o a finales de la misma década con
Oz (1997-2003). En el fondo, tanto monta, aunque parece claro que en el
cambio de milenio se produce la transformación, el gran salto adelante, con la
emergencia de HBO y la Quality Television y la llegada de una serie de
guionistas/creadores/showrunners/productores como David Chase, David
Simon, David Milch (los Tres Davids), Alan Ball, Matthew Weiner, Shawn
Ryan o Vince Gilligan. Quizá en lo que no ha consenso es en decidir si
esta esplendorosa etapa ha terminado (¿cuándo?) o si ya la ha sustituido
un nuevo período, con una nueva concepción de las series televisivas. Y
también quizá el lector/seriéfilo echará en falta algunos nombres más
en esta lista, que es esencialmente la que recoge Brett Martin en
Hombres fuera de serie. De Los Soprano a The Wire y de Mad Men a
Breaking Bad. Crónica de una revolución creativa (Ariel, 2014), un libro
que todo seguidor de la ficción serial actual debe leer.
Obligatoriamente.
9 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1425/654): "La Valquiria (La cabalgata de las Valquirias)"
Richard Wagner Overtures & Preludes' Week (y V):
La Valquiria (La cabalgata de las Valquirias)
Disco: Der Ring des Nibelungen (2012)
8 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1424/653): "El Oro del Rin (Preludio)"
Richard Wahner Overtures & Preludes' Week (IV):
El Oro del Rin (Preludio)
7 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1423/652): "Tristán e Isolda (Preludio del 1er. Acto)"
Richard Wagner Overtures & Preludes' Week (III):
Tristán e Isolda (Preludio del 1er. Acto)
Disco: Tristan and Isolde (1952)
6 de mayo de 2014
Reseña de El cáliz de Melqart, de Arturo Gonzalo Aizpiri
En el inicio de la reseña de El heredero de Tartessos comentaba que a menudo tenemos una imagen “apriorizada” de
Roma como conquistadora, sí, pero especialmente como luz de la
civilización y creadora de una identidad allá donde pasa, de modo que su
sello distintivo no es tanto la conquista de un territorio sino el
legado que deja en todo aquello relacionado con la romanización. De
manera similar, se puede argüir el peso de la influencia cartaginesa en
la creación de un imaginario colectivo o, para el caso que nos toca, de
un modelo de civilización alternativo al romano. En el fondo no dejan de
ser constructos historiográficos, a partir de exempla que las fuentes
del período (mejor dicho, posteriores a los acontecimientos) perfilan,
crean y fijan en ese imaginario colectivo (la perfidia plus quam punica,
por ejemplo). De modo que surge la idea de una Cartago, o Qart Hadasht,
para no asumir necesariamente el punto de vista “romano”, que trataba
de expandirse en Hispania –Ispania, para ellos– mediante el comercio y
la explotación de los recursos naturales de Iberia –si asumimos el punto
de vista local–, política que los bárcidas, desde la llegada de Amílcar
en el año 237 a.C-, modificarían para crear un imperio nuevo en una
península de la que apenas controlaban el sur y algunas factorías
estratégicas en el interior. Un modelo de imperialismo púnico que
llevaría a los bárcidas (¿con la aquiescencia del gobierno y las élites
de la Qart Hadasht en África?) a controlar de facto el territorio
peninsular allende el Betis, a poner orden en la maraña de pueblos
iberos, a establecer un protectorado de nombre, a fundar una nueva
capital en Ispania (otra Qart Hadasht) y a, incluso, prepararse para un
nuevo enfrentamiento con Roma… que había de llegar. O esa idea sigue
reiterándose en ese imaginario colectivo.
Canciones para el nuevo día (1422/651): "Lohengrin (Preludio del 1er. Acto"
Richard Wagner Overtures & Preludes' Week (II):
Lohengrin (Preludio del 1er. Acto)
Disco: Wagner: Orchestral Music (2004)
5 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1421/650): "Tannhäuser (Obertura)"
Richard Wagner Overture & Preludes' Week (I):
Tannhäuser (Obertura)
Disco: Wagner: Tannhäuser (1998)
2 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1420/649): "The Heroic Weather-Conditions of the Universe, Part 1: A Veiled Mist"
Alexandre Desplat's Fantastic World (y V):
The Heroic Weather-Conditions of the Universe, Part 1: A Veiled Mist
Disco: Moonrise Kingdom - soundtrack (2012)
1 de mayo de 2014
30 de abril de 2014
29 de abril de 2014
V Encuentro Hislibris (25-27 de abril de 2014)
El pasado fin de semana se realizó el V Encuentro Hislibris en Alcalá de Henares (viernes tarde) y Madrid (sábado y domingo). Como necesitaba la mayor parte dle domingo para tareas de corrección y calificación de notas de mi asignatura en la UOC, estuve solamente el viernes tarde y el sábado, regresando a Barcelona la mañana del domingo. No es mi primer encuentro hislibreño: acudí con cierta timidez (¡a ver qué me voy a encontrar!) en la primera reunión en 2010 en Madrid, siendo un descubrimiento y una confirmación de lo que en el portal Hislibris ya conocía. Conocí a un buen grupo de amigos, compartí tres días con ellos y regresé más integrado que nunca en la comunidad hislibreña. La segunda reunión fue en Valencia en 2011 y aunque estaba cerca, no pude asistir, ¡a pesar de que se presentaba el libro de relatos en el que se publicaba mi primer relato, "Larinum"!. Pero para el tercer encuentro, celebrado en Cornellà de Llobregat en 2012, no tenía excusa. En 2013 los actos se celebraron en Carmona (Sevilla), y en esta ocasión, mal me pesara, tampoco pude acudir. Y ahora tocaba el V Encuentro, el más entrañable y "familiar" de los que hasta ahora se han celebrado.
Canciones para el nuevo día (1417/646): "Great Harrowsford Square"
Alexandre Desplat's Fantastic World (II):
Great Harrowsford Square
Disco: Fantastic Mr. Fox - soundtrack (2009)
28 de abril de 2014
Canciones para el nuevo día (1416/645): "Traditional Arrangement: Moonshine"
Alexandre Desplat's Fantastic World (I):
Traditional Arrangement: Moonshine
Disco: The Grand Budapest Hotel - soundtrack (2014)
25 de abril de 2014
24 de abril de 2014
23 de abril de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)