8 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1424/653): "El Oro del Rin (Preludio)"
Richard Wahner Overtures & Preludes' Week (IV):
7 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1423/652): "Tristán e Isolda (Preludio del 1er. Acto)"
Richard Wagner Overtures & Preludes' Week (III):
Tristán e Isolda (Preludio del 1er. Acto)
Disco: Tristan and Isolde (1952)
6 de mayo de 2014
Reseña de El cáliz de Melqart, de Arturo Gonzalo Aizpiri
En el inicio de la reseña de El heredero de Tartessos comentaba que a menudo tenemos una imagen “apriorizada” de
Roma como conquistadora, sí, pero especialmente como luz de la
civilización y creadora de una identidad allá donde pasa, de modo que su
sello distintivo no es tanto la conquista de un territorio sino el
legado que deja en todo aquello relacionado con la romanización. De
manera similar, se puede argüir el peso de la influencia cartaginesa en
la creación de un imaginario colectivo o, para el caso que nos toca, de
un modelo de civilización alternativo al romano. En el fondo no dejan de
ser constructos historiográficos, a partir de exempla que las fuentes
del período (mejor dicho, posteriores a los acontecimientos) perfilan,
crean y fijan en ese imaginario colectivo (la perfidia plus quam punica,
por ejemplo). De modo que surge la idea de una Cartago, o Qart Hadasht,
para no asumir necesariamente el punto de vista “romano”, que trataba
de expandirse en Hispania –Ispania, para ellos– mediante el comercio y
la explotación de los recursos naturales de Iberia –si asumimos el punto
de vista local–, política que los bárcidas, desde la llegada de Amílcar
en el año 237 a.C-, modificarían para crear un imperio nuevo en una
península de la que apenas controlaban el sur y algunas factorías
estratégicas en el interior. Un modelo de imperialismo púnico que
llevaría a los bárcidas (¿con la aquiescencia del gobierno y las élites
de la Qart Hadasht en África?) a controlar de facto el territorio
peninsular allende el Betis, a poner orden en la maraña de pueblos
iberos, a establecer un protectorado de nombre, a fundar una nueva
capital en Ispania (otra Qart Hadasht) y a, incluso, prepararse para un
nuevo enfrentamiento con Roma… que había de llegar. O esa idea sigue
reiterándose en ese imaginario colectivo.
Canciones para el nuevo día (1422/651): "Lohengrin (Preludio del 1er. Acto"
Richard Wagner Overtures & Preludes' Week (II):
Lohengrin (Preludio del 1er. Acto)
Disco: Wagner: Orchestral Music (2004)
5 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1421/650): "Tannhäuser (Obertura)"
Richard Wagner Overture & Preludes' Week (I):
Tannhäuser (Obertura)
Disco: Wagner: Tannhäuser (1998)
2 de mayo de 2014
Canciones para el nuevo día (1420/649): "The Heroic Weather-Conditions of the Universe, Part 1: A Veiled Mist"
Alexandre Desplat's Fantastic World (y V):
The Heroic Weather-Conditions of the Universe, Part 1: A Veiled Mist
Disco: Moonrise Kingdom - soundtrack (2012)
1 de mayo de 2014
30 de abril de 2014
29 de abril de 2014
V Encuentro Hislibris (25-27 de abril de 2014)
El pasado fin de semana se realizó el V Encuentro Hislibris en Alcalá de Henares (viernes tarde) y Madrid (sábado y domingo). Como necesitaba la mayor parte dle domingo para tareas de corrección y calificación de notas de mi asignatura en la UOC, estuve solamente el viernes tarde y el sábado, regresando a Barcelona la mañana del domingo. No es mi primer encuentro hislibreño: acudí con cierta timidez (¡a ver qué me voy a encontrar!) en la primera reunión en 2010 en Madrid, siendo un descubrimiento y una confirmación de lo que en el portal Hislibris ya conocía. Conocí a un buen grupo de amigos, compartí tres días con ellos y regresé más integrado que nunca en la comunidad hislibreña. La segunda reunión fue en Valencia en 2011 y aunque estaba cerca, no pude asistir, ¡a pesar de que se presentaba el libro de relatos en el que se publicaba mi primer relato, "Larinum"!. Pero para el tercer encuentro, celebrado en Cornellà de Llobregat en 2012, no tenía excusa. En 2013 los actos se celebraron en Carmona (Sevilla), y en esta ocasión, mal me pesara, tampoco pude acudir. Y ahora tocaba el V Encuentro, el más entrañable y "familiar" de los que hasta ahora se han celebrado.
Canciones para el nuevo día (1417/646): "Great Harrowsford Square"
Alexandre Desplat's Fantastic World (II):
Great Harrowsford Square
Disco: Fantastic Mr. Fox - soundtrack (2009)
28 de abril de 2014
Canciones para el nuevo día (1416/645): "Traditional Arrangement: Moonshine"
Alexandre Desplat's Fantastic World (I):
Traditional Arrangement: Moonshine
Disco: The Grand Budapest Hotel - soundtrack (2014)
25 de abril de 2014
24 de abril de 2014
23 de abril de 2014
22 de abril de 2014
Reseña de La maldición de Stalin: la lucha por el comunismo en la guerra mundial y la guerra fría, de Robert Gellately
En sus últimos años de vida, Iósif Stalin preparó
su testamento político. De hecho, era la puesta al día de Historia del
Partido Comunista (bolchevique) de la URSS: Compendio redactado en los
años treinta y al que desde 1950 dedicó notables esfuerzos, dedicación y
tiempo –en medio de la Guerra de Corea, la formación tutelada de las
«democracias populares» en Europa del Este y Asia y los diversos choques
que conforman la etapa inicial de la Guerra Fría–, y confiaba en que
fuera un libro de lecciones de economía política (o de cómo concebía él
dicha materia). Supervisando a un grupo de autores a su exclusivo
servicio, el libro era su particular Biblia y pretendía ser la
culminación de un largo proceso: Karl Marx había prefigurado los
principios del socialismo, Vladimir Lenin proporcionó una «teoría de la
revolución» y Stalin confiaba en quedar como el genio que le dio sentido
pleno a todo ello, y, especialmente, una aplicación práctica en todo el
mundo. En sus propias palabras, el libro desvelaría «cómo escapamos de
la esclavitud del capitalismo; cómo transformamos la economía según los
criterios del socialismo; cómo nos ganamos la amistad del campesinado; y
cómo convertimos lo que poco antes era un país débil y pobre en una
nación rica y poderosa» (citado en p. 455). La realidad, sin embargo,
distaba de ser tan esplendorosa: si la Unión Soviética había alcanzado
el «éxito», lo cierto era que se logró recurriendo a la violencia y la
eliminación sistemática de «contrarrevolucionarios» de diverso tipo,
condición y especialmente etiquetación: burgueses, industriales, kulaks,
militares, prácticamente la globalidad de la población soviética, cuyos
sacrificios en la construcción del «socialismo en un solo país» y en
una «Gran Guerra Patriótica» significaron millones de muertos (alrededor
de 26 tan sólo en la Segunda Guerra Mundial). Stalin murió antes de
poder leer la versión definitiva del libro y, una vez desaparecido de la
escena y convenientemente «denunciado» en el XX Congreso del PCUS, se
dejó que pasara al olvido.
21 de abril de 2014
18 de abril de 2014
17 de abril de 2014
16 de abril de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)