[Reseña publicada originalmente en el 12 de julio de 2009]
«Tengo una ciudad y una patria. En tanto que Antonino, soy romano, pero en tanto que hombre soy ciudadano del universo».
(Meditaciones, II, 3)
Nos llega, en este 2009, una biografía de Marco Aurelio de Anthony Birley que, aunque no lo parezca, ya tiene sus años. En 1966, recién acabado su doctorado –bajo la guía del gran Roland Syme–, Birley escribió una biografía del emperador-filósofo. Veinte años después, en una segunda edición, Birley mantuvo la estructura del libro, pero cambió radicalmente muchos de los capítulos, añadió nuevas notas, actualizó la bibliografía y los apéndices: veinte años de investigaciones al respecto obligaban a un cambio en el libro. En el año 2000 se publicó la que podríamos denominar la edición definitiva de su Marcus Aurelius, y casi una década después llega la traducción a nuestras manos, de la mano de Gredos, y con muchas ganas de leerla y disfrutarla.