29 de diciembre de 2018

2018 (I): un año de cine

Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh
Sin amor, de Andrey Ziyagintsev
Los archivos del Pentágono, de Steven Spielberg
Yo, Tonya, de Craig Gillespie
El hilo invisible, de Paul Thomas Anderson
Termina un 2018 que, en cuanto a cine, no ha tenido el brillo que desbordan (en general) las series de televisión. Si en el caso de éstas podría haber elegido otra selección con calidad similar a las finalmente seleccionadas, en el caso del cine me ha costado más escoger los "20+1" títulos que definirían, cinematográficamente hablando, el año. Y no es que no hayamos tenido películas "buenas": haberlas, haylas, pero debo ir más allá (afortunadamente) del ámbito meramente anglosajón y hollywoodiense para encontrar cintas que perduren en mi memoria; de esas que realmente aporten algo, ya por tema, interpretación o alardes de realización. Prácticamente la mitad de lo seleccionado es cine europeo y me sabe mal no haber incluido alguna española: Las distancias de Elena Trapé podría haber estar en la lista final. El cine de superhéroes, las franquicias y las sagas se llevan la parte del león en lo que a expectativas del público en general se refiere... y dan ofrecen resultados. Sí, lo reconozco sin rubor alguno, Vengadores: Infinity War nos dejó traspuestos en la butaca de cine, pero tampoco es de esas películas (al menos en mi caso) que deje demasiado poso más allá de los fuegos artificiales; Thanos se reveló como el mejor villano de las películas Marvel hasta ahora presentadas (tampoco era muy difícil), pero no hay mucho más. Cierto es que entretiene, pero nadie se habría molestado si no se hubiera rodado Han Solo: una historia de Star Wars. Y a nivel de animación, Los Increíbles 2 se quedó en una película con una trama a la que le falta bastante sentido (dentro de lo que es, claro está) y queda lejos de su antecesora. Pixar sigue haciendo películas muy resultonas, pero hay que irse a Del revés (Inside Out) de 2015 para buscar una gran película de las suyas. Y en cuanto a Deadpool 2: acabé saturado del humor gamberro, que acaba por ser rutinario.

El insulto, de Ziad Doueiri
120 pulsaciones por minuto, de Robin Campillo
La casa junto al mar, de Robertt Guédiguian
Custodia compartida, de Xavier Legrand
Mary Shelley, de Haifaa al-Mansour
Por supuesto, son unos pocos ejemplos y con conclusiones quizá algo extremas. Pero la cartelera de cine, quitando la sexta entrega de Misión: Imposible, que cumplió con creces, el cine de blockbusters ha sido más bien mediocre. La selección que presento ya es una demostración flagrante de que, en cuanto a películas de la gran industria estadounidense, la cosa ha sido muy parca; además, hay más películas que son, digamos, "alternativas" entre mis elegidas que aquellas que podamos identificar con el cine hollywoodiense por antonomasia. De entrada, hay que tener en cuenta que en este listado entran películas que, oficialmente, son de 2017; pero ya se sabe que en los primeros meses del año llegan las películas que entran en la carrera de los Oscars y de producción del año anterior. Y la propia cosecha de los Oscars fue buena, pero no espectacular. Mientras escribo esto (y sin hacer trampas buscando en Google) trato de recordar cuál fue la película que se llevó el premio gordo: dejo pasar unos segundos para hacer memoria. Ah sí, La forma del agua de Guillermo del Toro: psé... no escribí crítica, por algo sería: probablemente porque me dejó (muy) indiferente. No sucedió lo mismo con El hilo imvisible de Paul Thomas Anderson, que para muchos fue un peñazo, pero que a mí me sedujo de principio a fin; o Tres anuncios en las afueras de Martin McDonagh, que me atrapó en la butaca del cine; o Los archivos del Pentágono de Steven Spielberg, que vi de nuevo en unos cines de reestreno (los últimos que quedan en Barcelona: los cines Texas, con permiso de la sala Maldá). 

Maria by Callas, de Tom Volf
Disobedience, de Sebastián Lelio
Marguerite Duras. París 1944, de Emmanuel Finkiel
78/52. La escena que cambió el cine, de Alexandre O. Philippe
Misión: Imposible. Fallout, de Christopher McQuarrie
En este 2018 fui más que nunca a una sala de cine: en 85 ocasiones. Recuerdo muchas de esas películas, en prácticamente ningún caso salí echando pestes (uno, más o menos, procura no ir a ver cualquier cosa). En muchas películas hubo buenísimos inicios e ideas de partida: por ejemplo, en  Un lugar tranquilo de John Krasinski, Searching de Aneesh Shaganty o Jaulas de Nicolás Pacheco, pero no fueron filmes redondos, de esos que de principio a fin funcionan sin fisuras. Suspiria de Luca Guadgnino es una película llena de muchos detalles interesantes, pero en el resultado global tiene carencias; la otra película de Guadagnino estrenada en 2018, Call Me by Your Name, tiene secuencias memorables, pero su dilatado metraje le pasa factura. Molly's Game de Aaron Sorkin ofrece lo que siempre promete este reputadísimo guionista, pero acaba siendo más de lo mismo. Borg McEnroe fue una estupenda película, ¿pero lo suficiente para seleccionarla en la lista del año? Happy End no es de lo mejor de Michael Haneke y El Reino de Rodrigo Sorogoyen, quizá la película más destacada del cine español en 2018, no estuvo pero que nada mal, pero ni con la satisfacción del momento la puse entre las preseleccionadas. 

Rodin, de Jacques Doillon
El reverendo, de Paul Schrader
El capitán, de Robert Schwentke
First Man, de Damien Chazelle
Bohemian Rhapsody, de Bryan Singer




Donde quizá he tenido más satisfacciones en una sala de cine en este 2018 ha sido en el ámbito de los documentales: dos se incluyen en la selección final y pudieron ser más, pues cintas como las dedicadas a David Hockney, Cézanne, Caravaggio y especialmente Bernini han sido de las que más he disfrutado. Y el documental sobre Monet, visionado en el pase de prensa hace unos días y que se estrena en enero de 2019, va por esa senda. Al final, y dejándome muchas cosas en el tintero (aquí queda una relación de críticas de películas vistas este año, escárbese a gusto), lo escogido es de lo más relevante que me ha parecido este año. Veinte títulos a los que añado como propina una maravilloso regalo para los sentidos que es la película de Alfonso Cuarón que Netflix estrenó hace unas semanas y que pude gozar en pantalla grande hace pocos días.

Roma, de Alfonso Cuarón
Veremos qué nos traerá 2019 en cuanto a cine, con los estrenos de películas que compiten en la carrera de los Oscars y que llegarán a nuestras salas en los primeros meses del año. Confiamos en que sea una mejor cosecha: la estrenada en salas en 2018 no ha sido mala, seamos justos, pero no ha brillado. 

2 comentarios:

  1. Interesante selección. Para mí el 2018 sí ha sido malo, me parece que en Hollywood ya se ha desterrado casi del todo a ese grupo de películas con un presupuesto intermedio entre lo independiente y los blockbusters, pero un poco más originales o para adultos. Por otra parte, algunas de tus selecciones las vi en 2017 y no he visto muchas de tus selecciones europeas.

    En mi lista incluiría al menos dos que no están en la tuya (y que quizás no has visto, por ser recientes). La primera es Spiderman: Into the Spiderverse. Sin duda la mejor de animación del año. Creo que es tan entretenida como cualquiera de Marvel, pero mucho más interesante y creativa visualmente.

    La segunda es The Favourite. Una película que no gustará a todo el mundo y con problemas de ritmo, demasiado metraje y un final algo anticlimático. Pero original y anclada en tres grandes interpretaciones principales (Coleman, Stone, Weisz) y con muy solventes secundarios.

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    1. Ya sabe que lo que llega a las salas españolas en los primeros meses del año es del anterior.

      Vi el 'Spider-Man' animado (hay crítica en el blog), y quizá por estar saturado del cine de superhéroes, me pareció más de lo mismo; muy bien realizada, pero la misma fórmula de siempre (que es la que funciona y rinde, claro). Y sí, la mejor en animación, de calke.

      'La favorita' llega a España el 19 de enero y le tengo muchas ganas; hoy se ha publicado un artículo al respecto en el suplemento cultural de 'La Vanguardia'.

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