31 de diciembre de 2013

2013 (y IV): un año de cine


Y terminamos la tanda de repasos anuales (son un poco cansinos, ¿verdad?), con lo que falta: el cine. En un año en el que la subida del IVA al 21% ha sido un mazazo, he sido bastante selectivo con lo que he ido a ver a una sala de cine. He tirado de tarjetas y puntos de fidelización, he ido a cines que ofrecían ofertas, he aposatdo predominantemente por la versión original subtitulada (menos gente molesta) y he pasado de bastante bodriaco blockbusterizado. No estamos para gastar el dinero en majaderías. Pero cuando alguna película ha sido más que buena, me he permitido el lujo de repetir. Hay ausencias (Amor de Haneke, por ejemplo) y alguna película más que se me ha escapado de la cartelera. Y aún así, han sido unas cuantas películas.

30 de diciembre de 2013

2013 (III): un año de series de TV

Este 2013 será mi año con más series de TV vistas. La verdad es que han sido muchas, no tengo una lista al respecto (odio las listas), pero no me equivocaría demasiado si dijese que han sido más de cuarenta. Muchas horas plantado delante de la pequeña pantalla, disfrutando de la serialidad de una trama, de unos personajes que funcionen, sean coherentes (o no), nos mantengan en vilo, nos emocionen o nos cabreen. Porque muchas veces, las series de TV funcionan por personajes, que nos hacemos propios, que a menudo se convierten en parte de nuestra familia; de hecho, con algunos mantienes una interrelación propia, personal.

2013 ha sido el año del cierre triunfal de series como Breaking Bad (que no he visto; me quedé en la 1ª temporada) o del adiós entre la decepción de Dexter (tampoco lo seguí desde su segunda entrega). Ha sido el año del schock de una boda roja en Game of Thrones, de la explotación de un original escandinavo (Bron/Broen y sus remakes estadounidense y franco-británico), del desparrame de American Horror Story (por si no hubiera sido suficiente con su primera temporada), del ¿fracaso? de Homeland (no estoy de acuerdo, pero sí que la serie como la conocíamos ha finalizado), de agradables sorpresas como Utopia, Dates  y especialmente Orange is the new black, de la fortaleza de Mad Men (más viva que nunca) y del mantenimiento de los mundos de Yupi de Aaron Sorkin (The Newsroom). Ha sido el año de las enormes decepciones (The Following, Bates Motel, Vicious,... así las series de las que vi apenas uno o dos pilotos y que abandoné, especialmente en otoño). El año de Masters of Sex, en definitiva.

Crítica de cine: La vida secreta de Walter Mitty, de Ben Stiller

La última película de Ben Stiller es de las que se esperaba desde hace tiempo cuando los primeros tráilers y teasers empezaron a pulular por las redes sociales e Internet en general. Personalmente, me interesaba aunque iba algo escamado ante lo que parecía un alarde visual que podía estar vacío de contenido e incluso de alma. Algunas críticas publicadas tampoco dejaban la película en un buen lugar... aunque, claro, las críticas son eso, críticas, y como todas, subjetivas y discutibles. Pospuesto un primer intento el día de Navidad, que es cuando se estrenó, por causa mayor (medio asfixiado por los miasmas de la gripe), ayer domingo por la tarde me acerqué en buena compañía para ver esta película basada en el cuento corto de James Thurber y que ya tuvo un antecedente cinematográfico en 1947, con Danny Kaye de protagonista. Recuerdo muy vagamente esa primera versión, recuerdos de infancia confusos. Stiller ha cogido la historia de Thurber y la traslada al presente, alejándola de la esencia del cuento y de la película de Kaye (lógicamente), para acercarla a escenarios, inquietudes y lenguajes más propios del siglo XXI. Y el resultado ha sido bueno, digámoslo de entrada. Mejor de lo esperado. Hay que decir, no obstante, que mis temores de contemplar una preciosa escayola hueca no iban del todo desencaminados. La vida secreta de Walter Mitty es un cuento moderno precioso y lleno de optimismo, sí, pero también a ratos se acerca a un extralargo anuncio televisivo posmoderno, a una sobredosis de rollo de autoayuda y crecimiento personal e incluso tiene picos de nadería new age. Y también momentos para el surrealismo y la humorada stilleriana al uso (el momento Benjamin Button).

Canciones para el nuevo día (1331/560): "When You're Gone"

Bryan Adams ft. Melanie C - When You're Gone



Disco: On a Day Like Today (1998)

29 de diciembre de 2013

2013 (II): un año de libros

Acaba el año y llega el tradicional repaso de lecturas. Siempre me surge la duda: ¿de qué estamos hablando, de los mejores libros publicados en 2013 o de los mejores libros leídos en este año, independientemente de la fecha de su publicación? En los suplementos culturales de revistas y periódicos se incide especialmente en el primer aspecto, pero el lector común no va tan al día. Siempre hay libros que llevan años (o décadas) en tu estantería que piden ser leídos, y cuya lectura se mezcla con la de las novedades de la temporada literaria en curso. En mi caso, hay un mucho de cada una de las dos "categorías"; cierto es que leo mucha novedad, la mayor parte de lo que leo se ha publicado en el año de marras.y digamos que siempre estoy a l'aguait (al acecho) de lo que las editoriales editan cada mes o de las próximas publicaciones que llegarán. Bueno, qué os voy a contar a los que leáis con periodicidad este blog...

27 de diciembre de 2013

2013 (I): un año de scores de cine

Empezamos el repaso de este 2013 que está a punto de acabar. Y en esta ocasión, a las categorías ya clásicas de libros y cine, y de series de TV que añadí en 2012, incluyo un repaso de los mejores scores que he podido disfrutar en 2013. Puntualizo: escojo temas, más que scores completos, aunque hay partituras completas que son simplemente magistrales.

10. Alexandre Desplat - Zero Dark Thirty (Maya On Plane)


Desplat es uno de los compositores más prolíficos y versátiles en la actualidad. No decae (por ahora) en un vicio habitual en los creadores de música de cine, la autorreferencia (en algunos casos sonados, el autoplagio, ¿verdad, señores Horner y Zimmer?), sino que indaga en estilos muy diferentes y busca siempre que la música de las películas en las que participa tenga algo propio y que evoque justamente el escenario que se presenta en la gran pantalla. En este score querría destacar la sencillez de un tema que acompaña la secuencia final del filme, ese momento de intimidad de Maya consigo misma y asumiendo que finalmente lo ha conseguido. Por encima de esa línea que separa el lo moral y lo inmoral y que, en busca de justicia y venganza a un mismo tiempo, se cruza en la misión que hay que llevar a buen puerto.

Canciones para el nuevo día (1330/559): "Holding Out for a Hero"

Bonnie Tyler - Holding Out for a Hero



Disco: Secret Dreams and Forbidden Fire (1986)

26 de diciembre de 2013

25 de diciembre de 2013

24 de diciembre de 2013

Reseña de La vida soñada de Ernesto G., de Jean-Michel Guenassia

El lector que se aproxime a esta novela encontrará un título que enmascara en parte la “realidad” del texto. No tardará en descubrir, en el último tercio de la novela, quién es ese Ernesto G., pero en cierto modo la novela podría haberse titulado Los años vividos por Joseph K, pues aun teniendo un componente coral, el protagonista de esta novela es Joseph Kaplan, un héroe-que-no-quiere-serlo, un hombre producto del siglo XX que le ha tocado vivir. La utopía forja su destino, la misma que le impulsa a buscar discos de Caros Gardel y bailar el tango sin que nadie le enseñe o tratar de encontrar una cura para el paludismo, aunque sea en una aldea perdida en Argelia durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. La utopía del comunismo en su país de origen, Checoslovaquia, que pronto se troca en dictadura de unos que se llaman comunistas pero que en realidad sólo tratan de aferrarse al poder. La utopía de quien forma una familia sin haberlo pretendido, de quien encuentra y huye del amor cuando menos lo espera. Pero al lado de la utopía, junto a ella en la balanza, la realidad y el peso de la historia que a todos nos atenaza y rodea. Los sueños están para vivirlos, pero la realidad moldea la vida a su conveniencia, siendo el sueño la materia de la que se forjan las utopías.

Canciones para el nuevo día (1327/556): "To Sir, With Love"

Vonda Shepard ft. Al Green - To Sir, With Love


 

Disco:  Heart and Soul: New Songs from Ally McBeal (1999)

http://www.vonda-shepard.de/uploads/tx_vondaalbummanager/heart_amp_soul_new_songs_from_ally_mcbeal_front.jpg

23 de diciembre de 2013

Crítica de cine: Gente en sitios, de Juan Cavestany

Subjetiviza tu mundo. Mira a un lado con el rabillo del ojo, ves la varilla de las gafas. Mira hacia abajo, sin mover la cabeza, ¿eres capaz de atisbar el bigote, difuminado, por debajo de las lentes? Tus ojos son tu cámara particular, camina y observa. Graba mentalmente: eso que ves en cámara subjetiva es la vida que pasa a tu lado, te afecta y te aparta. Tu respiración, una tos, el score que tú compones y que se completa con los ruidos de la cotidianidad. Estás en este mundo, formas parte de él. Eres gente, si fueras capaz de salir de esos ojos/cámara y verte en perspectiva, serías tú; tú viviendo, caminando, sintiendo, moviéndote, respirando, comiendo, besando. Tú y tus rarezas, peculiaridades e idiosincrasias. Mira, graba, rebobina. Gente en sitios. Como en la película de Juan Cavestany estrenada el pasado viernes, quizá una de las apuestas cinematográficas más originales, curiosas, gafapastiles, desconcertantes y adictivas que hayas visto en una sala de cine. Y probablemente te preguntes... ¿de qué diablos va esta película? ¿Es una comedia? ¿Un drama? ¿Un retrato social? ¿Un juego de espejos? ¿Surrealismo? ¿O un poco de todo y un mucho de nada?

Crítica de cine: 12 años de esclavitud, de Steve McQueen

Segunda (gran) película de 2013 sobre la esclavitud. Quentin Tarantino se acercó al tema a principios de año con Django desencadenado; primó el espectáculo sobre la profundidad que el tema requiere, y se notaba. Por su parte, ahora que terminamos este año 2013, Steve McQueen, ese director británico que con sus dos películas anteriores (Hunger y Shame) ya se ha hecho un hueco más que notable en la industria cinematográfica actual, sí que se adentra sin juegos de artificio en un tema tan espinoso, y en cierto modo mal planteado, en el cine. Un tema incómodo para el establishment actual norteamericano (del mismo modo que lo sería para familias descendientes de indianos esclavistas en la España actual si alguien decidiera hacer una película sobre el tema en Cuba); de hecho, siempre lo fue y su aproximación ha sido parcial, bajo los ecos de La cabaña del tío Tom o con un sensacionalismo que roza el esperpento. McQueen, cuya familia desciende de antiguos esclavos afrocaribeños, toca el tema poniendo el acento en los aspectos sociológicos de la esclavitud y no apartando la cámara en los momentos más crudos. Pero sin recrearse (esto no es La Pasión de Cristo en clave de esclavitud ni, desde luego, él no es Mel Gibson). Esta es una película dura, convencional incluso (más de lo que aparenta), pero también seria. Por una vez, una película serie sobre la esclavitud.

20 de diciembre de 2013

19 de diciembre de 2013

17 de diciembre de 2013

Curso de series de televisión en la UPF (enero-mayo de 2014)

Una vez más, volvemos con el curso de series que Raquel Crisóstomo Gálvez y servidor impartimos en la Universidad Pompeu Fabra. Ya es la 4ª edición del curso, y aunque parezca que no se puede decir mucho más de las series de TV, lo cierto es que siempre son tantas cosas las que se quedan en el tintero... muchos detalles por comentar y visionar. Afortunadamente las series de TV siguen dando mucho juego.

Ficción serial... propone aproximarse (de nuevo) a las series de TV norteamericanas de los últimos años con una visión eminentemente interdisciplinaria. Hoy en día podemos acercarnos a la realidad cultural y las transformaciones sociales a través de los productos televisivos. De este modo, la serie televisiva se ha erigido en un fenómeno de masas, sí, y también en un receptáculo audiovisual de nuevos formatos, que al mismo tiempo recupera diversos referentes literarios y cinematográficos del imaginario colectivo. El objetivo del curso es conocer los mecanismos culturales para explorar la serialidad en toda su complejidad, mediante diversos estudios de caso sobradamente conocidos como Mad Men, Game of Thrones y Homeland, entre muchas otras.

Canciones para el nuevo día (1322/551): "Giants"

Barcelona Gospel Messengers - Giants


Disco: Oh Happy Day!: les millors cançons (2013)



16 de diciembre de 2013

13 de diciembre de 2013

12 de diciembre de 2013

11 de diciembre de 2013

10 de diciembre de 2013

Canciones para el nuevo día (1317/546): "Teresa Rampell"

Manel - Teresa Rampell 



Disco: Atletes, baixin de l'escenari (2013)

http://www.abc.es/Media/201303/19/portada-manel--644x520.jpg

9 de diciembre de 2013

Canciones para el nuevo día (1316/545): "Los toros en la Wii (Fantástico)"

Love of Lesbian - Los toros en la Wii (Fantástico)



Disco: La noche eterna. Los días no vividos (2012)

http://www.israbox.com/uploads/posts/2012-05/1337844460_loooo-hnfg5.jpeg

6 de diciembre de 2013

5 de diciembre de 2013

4 de diciembre de 2013

Reseña de El mapa secreto, de Luis Racionero

Durante unas pocas décadas, entre 1405 y 1433, el Imperio del Centro, la China de los Ming, pudo dominar el mundo saliendo de sus fronteras estables, echándose a la mar, navegando en el Índico y los mares del Sur. Un hombre, un eunuco de origen turcomongola, Zheng He (c. 1371-1435), también conocido como Ma San Bao («Ma el de las tres joyas» [el pene y los testículos emasculados]) y también como el legendario Simbad entre los musulmanes, emprendió una serie de viajes y comandó una flota de «28.000 hombres en 320 naves. Navegando en formación cubrían el mar de horizonte a horizonte. Tenía a sus órdenes 93 capitanes, 100 contramaestres, cinco astrólogos y 180 médicos. Los barcos más pequeños medían 20 metros de eslora y servían como transporte de personas y comunicación entre la flota, los buques de guerra medían 60 metros de largo por 22 de ancho, las naves capitanas –llamadas barcos del tesoro– medían 100 metros por 50 de ancho, el buque insignia tenía 150 metros de eslora con nueve mástiles y 62 metros de ancho. La tripulación constaba 500 marineros. Todos los juncos eran blancos como la nieve. Tenían ojos pintados en la proa, para hallar el camino, los de guerra cabezas de tigre para amedrentar al enemigo; por su parte, los soldados llevaban máscaras de tigre. Algunos barcos tenían establos para la caballería, otros eran huertos de verduras y otros, cisternas de agua potable en cuyo fondo depositaban barros traídos de pozos domésticos para no perder las raíces. Las velas de las naves eran de seda roja, ligera y resistente» (pp. 8-9). Qué buena novela puede salir ya sólo con esa descripción de una flota que empequeñecía las carabelas de Colón. Qué personaje tan atractivo Zheng He, qué interesante la pugna entre eunucos y mandarines confucianos en la China del primer tercio del siglo XV, la época de mayor esplendor de la dinastía Ming. Y, sin embargo, qué frustradas pueden quedar las expectativas ante esta novela…

3 de diciembre de 2013

2 de diciembre de 2013

Reseña de El luthier de Delft. Música, pintura y ciencia en tiempos de Vermeer y Spinoza, de Ramón Andrés

«Detrás de la Nieuwe Kerk de Delft, en la primera casa levantada en un cruce de calles, está lo que buscamos. El taller y la tienda de un constructor de instrumentos musicales, de un luthier, un lugar en el que se obran los sonidos, todavía no música. Allí la madera adquiere forma para dársela al mundo y compensarlo. Una armonía necesaria» (p. 7). 
Quizás esta sea una de las lecturas más deliciosas que haya podido disfrutar en los últimos años. Un libro que se centra en la pintura neerlandesa del siglo XVII... pero no sólo eso. El punto de partida lo encuentra el lector ya en la portada: un fragmento de un cuadro de Carel Fabritius, Vista de Delft con el puesto de un vendedor de instrumentos musicales (1652), una pintura que apenas mide lo que un folio (15,4 x 32,6 cm), pero en la cual aparecen los tres elementos sobre los que pivota el libro de Ramón Andrés, El luthier de Delft. Música, pintura y ciencia en tiempos de Vermeer y Spinoza (Acantilado, 2013): instrumentos musicales, la perspectiva óptica y, cómo no, Delft, ciudad de Vermeer y que juega un rol especial.