28 de agosto de 2017

Crítica de cine: Tadeo Jones 2. El secreto del rey Midas, de Enrique Gato y David Alonso

Crítica publicada previamente en Fantasymundo.

En 2012 una película de animación española, Las aventuras de Tadeo Jones, se convirtió en una de las cintas taquilleras de aquel año. Partiendo de un personaje creado por Enrique Gato para un cortometraje y que tuvo una derivación en cómics, la película del buen Tadeo arrasó en taquilla (para los baremos del cine español) y logró el apoyo del público, triunfando después en los premios Goya de 2013. Ya se sabe que el taquillaje es un factor esencial para valorar una película, pero no por ello el más importante, y de hecho la película de Enrique Gato tenía sus déficits: una animación meritoria pero no especialmente destacable, un guion lleno de muchos lugares comunes, unos personajes secundarios demasiado exagerados (del guía peruano al que ponía voz José Mota con acento muy peninsular a unos villanos de cartón piedra y de desarrollo muy previsible), un exceso de referencialidad/parodia de Indiana Jones y una selección algo cansina de canciones (como contraste del buen score a cargo de Zacarías M. de la Riva) Pero la película acumuló suficientes méritos para como para ser tenida en cuenta y cumplió con lo que se supone que es un producto de animación y de entretenimiento para pequeños (sobre todo) y mayores. Gato repitió experiencia con Atrapa la bandera (2015) que aunque bien recibida por el público no pudo repetir el éxito de la cinta anterior, y eso que eran evidentes las mejoras en el grafismo. Una secuela del arqueólogo aficionado era de esperar y de este modo llega Tadeo Jones 2. El secreto del rey Midas (2017), película que ambiciona a superar a su antecesora. Y desde luego mejoras hay respecto aquel primer largometraje… y muchas.


Tadeo Jones 2 nos presenta a su protagonista (otra vez con la voz de Óscar Barberán) decidido a convertirse en arqueólogo profesional, para lo cual empieza la titulación universitaria correspondiente, tarea que compagina con su trabajo de albañil. Quien sí ha logrado despuntar es Sara Lavrof (Michelle Jenner), convertida en arqueóloga de relevancia mundial y dedicada ahora a encontrar una joya relacionada con el legendario rey Midas, que tuvo el poder (y la desgracia) de convertir en oro todo aquello que tocaba. La presentación mundial en Las Vegas de un papiro que puede dar pistas sobre el paradero de esa joya, un collar de tres piezas desperdigadas por diversos lugares y que, en manos de quien lograra reunirlas, sería fuente de riquezas sin fin y de un inmenso poder, se convierte en la ocasión para que Tadeo y Sara vuelvan a encontrarse… y para que el primero dé un paso adelante en la relación amorosa con la que terminó la primera película. Pero las cosas se complican cuando una banda criminal, a sueldo del implacable Rackham (Miguel Ángel Jenner), secuestra a Sara y se apodera del papiro con el objetivo de encontrar el collar. En manos de Tadeo y de Tiffany (con la voz de Adriana Ugarte), ayudante de Sara, queda el diario de la arqueóloga y un doble objetivo: rescatarla y adelantarse al malvado en el empeño de encontrar las tres piezas del collar.

Si en la primera película veíamos a Tadeo convertirse en un improvisado arqueólogo y en el héroe que toda aventura debe tener, en esta ocasión la búsqueda del collar del rey Midas será una odisea para rescatar a la heroína –una Sara no tan Lara Croft como en la primera entrega, incluida la estética– y en una particular buddy movie: pues, con mayor relevancia que Tiffany, el personaje de la Momia (de nuevo Luis Posada), que ya tuvo una recordada presencia en el tramo final de la primera cinta, se ganará ahora los galones como secundario de lujo y “mejor amigo” del protagonista… mal que le pese a éste. Por supuesto no faltan el pájaro Belzoni (y sus carteles) y el perro Jeff, de modo que esta banda de cinco aventureros irá a por todas, viajando de Las Vegas a Granada y más tarde a Turquía, imitando incluso el “trayecto en avión” sobre el mapa que era tan propio de las películas de Indiana Jones. Y es que el guiño constante y la referencialidad respecto este personaje continúan y el espectador podrá “cazar” más imágenes que evocan las tres primeras películas del arqueólogo más famoso del cine; incluso la música de Zacarías M. de la Riva en ocasiones deviene un homenaje demasiado explícito de las partituras de John Williams (algunos temas recuerdan algunos de las partituras del compositor estadounidense, a ver si el espectador los reconoce).

El guion parece haberse hecho más “adulto” en esta segunda parte, pero también más lleno de tópicos sobre la cultura española que por acumulación acaban por chirriar; contribuye a ello el taxista andaluz al que pone voz José Corbacho. Lo que sin duda ha mejorado es el grafismo, más pulcro en los detalles y con mejor iluminación que en la primera entrega. Enrique Gato codirige ahora con su colaborador David Alonso y se percibe el sólido trabajo de un equipo de animadores que construyen con mimo y exquisito detalle diversos lugares: así, por ejemplo, es espléndida la recreación de la Alhambra granadina, así como las cuestas del Albaicín, además de la orografía de la Capadocia turca) o el interior del templo en la parte final. El resultado final, pues, es brillante en la forma aunque más bien tibio en cuanto a un guion que recae (otra vez…) en los lugares comunes de la primera entrega y en una evocación demasiado recargada respecto a personajes y situaciones del género de aventuras (en este caso animadas); además, entre los personajes secundarios, Momia, por su exageración casi innata, corre el riesgo de empachar. Por suerte tenemos menos canciones incrustadas en el metraje.

Pero, críticas al margen, Tadeo Jones 2. El secreto del rey Midas cumple con mucho más que eficacia como película de animación y consolida el talento de Enrique Gato, David Alonso y el equipo que ha dado luz y color a estos personajes. Y nos hace pasar casi una hora y media de entretenimiento: al más puro estilo del cine de aventuras de toda la vida. 

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